En un cuarto algo polvoriento y con las ventanas abiertas, una chica jugaba con su cola, era evidente que no tenía sueño y solo contemplaba el gran cielo oscuro adornado por lindas estrellas que resplandecían con bello callado.
Hasta las estrellas no están solas, dijo en susurros un poco melancólica, estaba cansada de su Soledad, pero era mejor vivir allí que en ese horrendo orfanato. Su vida no había sido distinta después de haber llegado a el; vivía en las calles después de haberla recogido y llevado a un orfanato, no conocía el paradero de sus padres y no recordaba nada.
Todos allí la trataban mal aprovechándose de su forma timida y frágil, logrando así en mayor parte lastimarla físicamente. Sacudió su rostro para no seguir recordando su pasado, prometió bo volver a recordar y seguir adelante sin mirar hacia atrás.
La pelinegra al ver que su estado de ánimo caía en picada logró recordar con gran desdén su encuentro con el muchacho de cabellos locos, aunque sus ojos eran intimidantes, logró sonreír como tonta al recordar que tan cerca estuvieron la última vez, procurando así no volver a pensar en lo mal que se sentía hace un rato y el sueño la consumia.
Era de mañana y con gran alegría salió de la cama un muchacho de cabellos más alborotados de lo normal. Se Vistio con alegría su armadura al que había limpiado desde antes, hasta que entendió que no iba a brillar más de lo que ya estaba, y con gran orgullo la porto hasta bajar a la planta abajo donde se encontraba su madre y su hermano que había llegado hace unos días antes.
Ignoro su sonrisa burlona y llegó donde estaba su madre para decirle los buenos días y sentarse con su desayuno junto a su hermano que no paraba de verlo con su rostro a punto de estallar de risa. su hermano, raditz era el primogénito de la familia y ya había experimentado los viajes de las misiones que tenía de cargo, y era capitán de las mejores naves; y pésimo en encontrar pareja.
- No te tardes tanto en desayunar, se supone que debes partir en pleno a amanecer - dijo con serenidad y en tono de juego, era su día de descanso y claro, no se preocupaba de que su hermano llegara tarde en su primer día.
- sí ya lo sé - gruñó al cabo de haberse parado para irse.
- Que tengas un buen viaje - su madre gine, le había dado un tierno beso en su mejilla.
Logro llegar sin ningún impedimento, localizo donde se encontraba el cuartel de las naves listas para el despegue, llegó a agruparse con los demás de su categoría y no paraban de discutir de quién de todos tenían la mejor nave, pero a kakarotto no le importaba solo esperaba que llegara a tiempo su escuadrón. La nave más voluminosa al parecer era de un chico de tez Morena, alto y de un largo cabello que le llegaba hasta la cintura, alguna vez llegaron a competir, era fuerte, le había ganado en el primer combate cuerpo a cuerpo pero ya al final su rendimiento decayó y lo vencio con un puñetazo en la mandíbula.
- Oye, kakarotto, Que opinas de mi nave ? No crees que es la mejor de todas - hablo a sus espaldas, la sonrisa de idiota se la quería borrar de un solo golpe, pero se mantuvo, después de todo no quería darle el gusto.
- Creo que es grande - y se fue acercando hacia el, su gesto desprendía convicción - pero que tan veloz puede llegar, porque tengo entendido que entre más grande la bestia más lenta es.
Todos se habían retirado, esperaban los puños y las patadas entre ellos, pero solo habían miradas asesinas, cuando el muchacho de gran cabello se iba a tirar ha atacar el primer golpe una voz a lejos los interrumpió.
- ¡FORMACIÓN, YA! - todos se habían formado en hilera mirando al frente de aquel hombre, era evidente que era ese saiyajin al que lo llamaban perro faldero del rey, estaba al igual que ellos nerviosos, ¿pero porqué?
- Hoy en un día tan especial, Nuestro majestad, el príncipe vegeta a venido a dar sus palabras antes del viaje y espero que todos escuchemos atentamente... - pero fue interrumpido por el mismo príncipe que se había tomado la molestia de dar algunos paso al frente y verlos más de cerca, torciendo mas su boca pareciendo así una sonrisa.
- Ustedes, raza saiyajin, sangre guerrera , poderosa, supurior a las demás que traerán con sigo hasta la muerte. SOMOS Y SEREMOS DE GRAN IMPORTANCIA, PORQUE SIN NOSOTROS EL EMPERADOR FREEZER NO SERIA NADA. ASI QUE ANAILICEN BIEN MIS PALABRAS , PORQUE ALGÚN DÍA ESA SABANDIJA SE LAMENTARA HABERNOS TRATADO COMO SOLO ESCLAVOS Y NUNCA MAS A SU MERCED - pauso su discurso para mirar desafiante a cada uno de los que veían pasmados a su príncipe, el tomo de nuevo su voz de batalla y la amplifica aún más- ESTÁN DISPUESTOS A MORIR POR SERVIR A SU RAZA.
Kakarotto no lo podía creer, el príncipe vegeta le estaba pidiendo a todos ser parte de una rebelión, en una que derrocarian al gran emperador Freezer. Su miradas había pasado de ser seria a estar pasmado, pero era verdad, todo era verdad luego de que Freezer llegara a su planeta antes del que el llegara había cambiado, los relatos que su madre le contaba eran diferente a lo que el iba viendo cuando crecía. En parte ya estaba cansado de no tener otras opciones y seguir el camino que muchos ya habían caminado y teniendo el mismo final. Se fijo en sus compañeros, cada uno tenia un debate internamente, y así fue que su mirada cambió a una de desafío como había optado el príncipe vegeta y escondió una sonrisa de satisfacción, tuvo en suficiente valor para dar un paso al frente y pronunciar
- ESTOY DISPUESTO A DAR MI VIDA SI ES El PRECIO DE LA LIBERTAD - sabia que podía pasar dos cosas, una que el príncipe le diera mérito y otra una bofetada por subirle el tono a su alteza.
- Tenemos aquí entre nosotros alguien con cerebro, me gusta tu hostilidad digno de un saiyajin - dijo con una sonrisa socarrona, y como vio que los demás hacían lo mismo, comenzó a señalar con su dedo a cada uno.
- Tú, y cada uno de ustedes me traerán lo que les he pedido, todo estará en sus respectivas naves, he mandado a cambiar el rumbo de cada uno y espero que todo esto se quede en nosotros si logro escuchar un rumor o algún pequeño que sea de lo dicho, no esperen que les dé piedad - y sin más tomo su capa y tiro de ella dando un giro a la puerta de salida dando como finalizado lo dicho, el hombre que lo a acompañaba salió velozmente detrás de su príncipe.
Nadie dijo nada, aún todos seguían hay parados esperando quizás su regreso, la puerta se abrió de nuevo pero esta vez por los grupos de soldados, cada uno respecto a su capitán. Su equipo desfilaba de primero con la pelinegra de cabecera, se veía nerviosa pero trataba de no hacerlo notar opto por poner una mirada seria. dejaron de caminar cuando tenían al frente de su capitán, aquel no se había recuperado lo de hace minutos aún lo tenía perplejo.
- ¿Esta bien? - pregunto la chica de anchos hombros, hoy llevaba el cabello suelto como si de esa forma se viera mucho más atractiva.
- Eh... - había vuelto a la normalidad y lo primero que se le vino a la mente fue dar solo una orden- Andando.
Cada uno tenia su puesto asignado, ha milk y liam eran los encargados de ser los que hicieran despegar la nave tomando el panel de control a su voluntad e informar del estado de los propulsore; ha soyla, su responsabilidad era tener informado a su capitán de algún fallo técnico, además de informar siempre que tan cerca están de su destino. Ha kakarotto sencillamente se le debía de tener el mando, vigilando que cada uno haga su trabajo al cien por ciento y no halla ninguna falla, de ser así tendrían que esperar las consecuencias.
- Esperamos su señal capitán- dijo firme el chico de ojos castallos al cual se hace llamar liam.
- Enciendan los propulsores - sus ojos estaban fijos al ventana de al frente, el cielo estaba despejado aún habían unas cuantas nubes soñolienta que habían aparecido al amanecer - Aquí vamos.
Y su sonrisa se ensanchaba cada vez más al ver el cielo más cerca a él.
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Bueno como ven el capítulo de hoy estuvo largoooo y es una forma de recompensar todo este tiempo.
Si quieres un capítulo dedicado, solo tienes que ser uno de los primeros en seguirme y darle una ⭐ al cap.
Que tengan un buen día. Bye😋
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Together (Gochi)
ФанфикEn un universo alterno donde aún existe el planeta vegeta, un joven llamado kakarotto es seleccionado para llevar a cabo uno de sus sueño, ser líder de su propio escuadron y más allá de lidiar batallas, tendrán la más difícil en su corazón. acompáña...