Desviando el destino

Cap. 21:

*Seth Abad*

–Charlotte...–la llamo en cuanto llego a la cocina– Debo hablar contigo.

–Claro. Dime– Responde con una medio sonrisa en en rostro

–¿Podemos salir?

–Si, supongo.

Caminamos para la puerta y entonces me dispongo a hablar... Pero me doy cuenta de la presencia de alguien y debido. Eso prefiero esperar

Salimos y la chica a mi par enfoca su vista en el motivo de mi platica... Amalia

Charlotte sujeta mi mano y la presiona levemente, la conozco y se que se siente bajo amenaza y entiendo bien el porqué.
Tratando de ayudarla presiono su mano devolviendo el gesto. Noto como Amalia que permanece sentada en la orilla de la fuente vuelve a cerrar los ojos y entonces Charlotte sonríe triunfante y yo siento culpa pero quiero que esté tranquila cuando hable con ella, para que piense con más claridad

La tomo del brazo y la traigo a unos cuantos metros de distancia en esos minutos que tardo en alejarme voy pensando la forma más sutil de decirle a Charlotte lo que siento
Cuando nos alejamos una distancia considerable detengo mi andar

–Bien, ahora si dime– habla parada justo frente a mi con una sonrisa de niña pequeña

–Charlotte sé el compromiso que tengo contigo

–Ajá– responde juguetona

–Y lo voy a cumplir pero quiero pedirte un favor...

–Claro amor, díme.

Siento cierto dolor e incomodidad al escuchar el años con el que acostumbra llamarme

–Falta un año para cumplir el trato. Déjame estar con la chica que quiero un tiempo. Sólo...

–Amalia...– pronuncia casi en un susurro antes de que logre acabar

–Si...

Pasan unos minutos de un silencio incómodo para mi

–Te quiero lo sabes y por ende que seas feliz

–¿Entonces?

–Un tiempo. Y luego cumples tu promesa– habla con cierta molestia en su voz– Sólo pido una condición

Con una sonrisa en el rostro, y dispuesto a cumplir lo que pida, la escucho.

–Cuando sea hora de cumplir... Debes olvidarte de ella, debes aceptar esa condición, te olvidarás de ella...

Siento un peso en mi corazón y entonces sale de mi boca lo primero que pienso –Intentaré, gracias por ser tan comprensiva. Eso demuestra mucho de ti.

Entre su rostro de angustia se forma una pequeña sonrisa ante mis últimas palabras.

–Espero demuestre algo bueno

–Claro que es bueno Charlotte

Entramos de nuevo a la casa y caminamos a la cocina a tomar y comer cualquier cosa que encontramos en el refrigerados todo esto entre risas, curiosamente su compañía se siente bien por primera vez en mucho tiempo, pasadas muchas horas entre una conversación con ella sin un tema fijo decido ir a mi habitación. Al caer la noche me despido y voy a mi cuarto. Observo la hora para darme cuenta de lo tarde que es