Distancia [Victor Blade]

XVI. ¿Resaca?

Abro los ojos con pesadez, y cuando me acostumbro a la luz puedo ver a Victor con su móvil, sacándome una foto, así que sonrío a la cámara con sueño, seguro debo verme horrible, con chupetones por todo el cuerpo, el pelo enmarañado y pinta labios por lo quier porque al menos el si tiene-¿Estas bien nena?- Es lo primero que me pregunta, besando castamente mis labios.

-Ujúm -Suspiro y siento su nariz inhalar entre mi pelo. Duele un poco y me siento bastante sucia, literalmente. Pero no quiero moverme de entre sus brazos, me hago un ovillo en la cama y mientras apoyo mi cabeza en su pecho escuchando el latir de su corazón. Su brazo se encarga de acariciar la parte baja de mi pelo, cerca de la nuca. Mis dedos tasajean su pecho desnudo mientras solo respiramos, relajados, en un completo silencio.

Un <toc, toc> rompe nuestra burbuja, sobresaltándonos y escuchamos claramente a Jade detrás de la puerta -¡Carina, vístete y sal ahora!

Miro con el ceño fruncido hacia Victor el cual me pregunta -¿Sabes que quiere?

-Ni idea -Le contesto, pero al instante vuelvo a escuchar los reclamos de Jade, resonando por todo el edificio.

-¡Como no salgas entro yo y me dará igual que estés desnuda en la cama! -Salgo rápidamente de entre las sabanas, sobresaltando.

-¡Ya voy, ya voy! -Le grito para que me escuche bien, busco mi ropa interior del suelo, colocándola con rapidez, y me dirijo al baño, en donde me ocupo de limpiar todo el pinta labios de mi cara, y agarro mi pelo en un moño enmarañado.

Salgo del baño, dirigiéndome haca Victor, el cual está recostado en el cabecera de la cama observando cada uno de mis movimientos, cosa que me pone de lo más nerviosa -¿Me prestas una de tus sudaderos y unos calcetines? -Pero antes de que me conteste yo ya estoy abriendo su armario, cogiendo cualquier sudaders y un par de calcetines, a lo que escucho una risilla detrás de mi.

-Ya ni preguntes a la próxima tomado y ya -Ríe por la situación mientras paso mis brazos y mi cabeza por dentro de la tela y coloco los calcetines con un poco de torpeza en mis pies, casi cayéndome un par de veces.

Me acerco a la cama, posando una pierna encima de esta intentando llegar hasta Victor, el cual me recorre el cuerpo lamiéndose los labios -Nena, estas demasiado bien con eso- Niego con la cabeza y le golpeo flojito el pecho, acercándome a el besando sus labios por unos instantes.

-Te quiero. Vuelvo luego ¿Vale? -Asiente con la cabeza, mientras tira de mi brazo haciendo que mi pecho choque con el suyo aumentando el ritmo del beso, cosa que no me desagrada para nada.

Cuando nos separamos veo un hilo de saliva juntar nuestros labios, pero el se encarga de lamerlo con su lengua -Yo también te quiero- Me sonríe, mientras me reincorporo dirigiéndome a la puerta de madera, abriéndola y encontrándome a Sky, Rosie y Jade con una pintas peores que las mías, okay ayer pasaron muchas cosas por lo que veo.

-¿Que ha pasado? -Pregunto observando a las tres mientras cierro la puerta detrás de mi.

[...]

Estamos en la piscina del edificio debajo de unas sombrillas las cuales nos tapan el sol y nos hemos sentado encima de dos amacas.

-Pues os contaré des de que Carina me dejó sola on el chico ¿Vale?  -Empieza a hablar Sky, colocándose el pelo como puede detrás de su oreja -Pues Alexander se me lanzó básicamente -Las otras dos chicas chillan emocionadas, mientras que yo ya sabia de ese suceso porqué lo vi con mis propios ojos- Pero Arion cuando por fin deja a Beta sola en toda la noche, nos interrumpió, con el pretexto de que necesitaba hablar con migo, así que me fui con el a un lugar apartado donde nadie pudiera escucharnos. El prácticamente me echó en cara el echo de que me estuviera besando con otro -Veo como sus ojos empiezan a cristalizarse y se muerde el labio intentando contener el llanto. En cierta parte me siento culpable por eso, ya que yo motivé al chico a que luchara por ella, dios que mala amiga soy -Así que le dije que no tenia el derecho de recriminarme nada porque básicamente no somos nada. Entonces el dijo que lo sentía, que había echo las cosas mal y que no planeaba declararse así pero que le gustaba.