➤༊❪ Este amor no desaparece fácilmente cómo la espuma del merengue blanco. . . ❫ ↷◌༄
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╰➤ Ganador del tercer lugar en lσνε ιи bσкυ иσ hεяσ aωαяdѕ ♡
✦ Los personajes son propiedad de Kōhei Horikoshi, lo demás es por mi parte...
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Las hojas cayendo al compás del viento como si fuera una suave danza alrededor, el canto de las aves que no se llegaba a distinguir del todo bien a una especie en específico, por el hecho que todos cantaban sin piedad en la copa de los árboles con un poco de sincronización. Ese sin duda era un hermoso escenario ante sus ojos, acompañado del suave sonido de pequeños lagos cercanos que hacía que sintiera paz interna por primera vez después del accidente.
Al fijar sus orbes esmeraldas hacia adelante, pudo apreciar aquella melena bicolor moverse en dirección al viento, sin mirar en ningún momento hacia atrás, mientras una mano de ellos se entrelazaba perfectamente de manera suave y protectora.
¿Cómo es que Todoroki había soportado tanto tiempo?
Incluso después de lo ocurrido, aquel chico no lo dejó en ningún momento. Incluso si él estuviera apagado, siempre estaba allí a su manera, consolándolo.
Pequeñas caricias que claramente eran para tranquilizarlo en noches de pesadillas, suaves besos que lo hacían sentir que no estaba solo y ahora, había aceptado la propuesta de su novio de ir a una cita fuera de su zona de confort, para estar juntos y olvidarse del mundo entero.
Olvidarse de todo.
No quería ser injusto. Quería tranquilizar al chico de hebras bicolor, después de descubrirlo varias noches desvelándose para buscar en Internet algunos lugares en donde pudieran estar solos, puesto que Todoroki no era bueno con la gente aún y menos estar en lugares muy concurridos.
Sabía que buscaba maneras de animarlo e incluso le consultaba a Fuyumi por consejos en secreto. Eso sin duda le estrujó el corazón por completo.
El saber que se esforzaba por él mientras estaba de luto, lo hacía sentir la persona más afortunada de todas.
No importaba si la gente veía a Todoroki Shōto como alguien frío y cruel como Endeavor, ante sus ojos, él era un chico que se esforzaba por mejorar, cumplir sus sueños y ser feliz a su manera, incluso si no lo demostraba tanto con expresiones.
Lo amaba tanto, que dolía sentirse un poco incapaz de devolverle la misma cantidad de amor que Todoroki le otorgaba.
No se podía negar a dicha cita que era una oportunidad para volver a tener ese brillo de antes, en donde ambos daban de su parte y no simplemente uno trataba de animar al otro.
