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"Días"

Un solo día y cambiarías todo.

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Una mañana como cualquier otro amanecer, desperté con mucho ánimo pues por fin habían empezado las vacaciones y el colegio por fin había terminado, pero este día se sentía diferente pues sabía que algo nuevo iba a empezar, no sabía ¿qué? ¿cómo? o ¿De qué manera pasaría?

Al bajar encuentro a mi hermana ya desayunando y mamá haciendo lo de siempre.

- ¡Buenos días! -Dije mientras me acercaba a mamá y le depositaba un caluroso beso en su mejilla, repetí el mismo acto hacia mi hermana, ella como siempre limpiaba de inmediatamente su mejilla regalándome una confusa pero feliz sonrisa

- ¡Wow! ¿Porqué tanta facilidad hermanito? - preguntaba mientras absorbía de su jugo

- No lo se, ¿tiene que haber un motivo a caso? - Gemma no le dio mucha importancia y siguió con su desayuno

-Me da gusto verte feliz, hace mucho no sonreías así... -Mamá pausó la conversación pues el ruido de él motor de un vehículo en la calle provocó que desviase su curiosa mirada hacia la misma

- Señora Styles ¿no sabía que era curiosa? - no pretendía ser sarcástico, pero valla que no podía evitarlo

- ¡Oh! - soltó una pequeña carcajada. Aún veía la calle - Eso es inevitable mi niño y menos cuando tenemos nuevos vecinos

- ¿Vecinos? - Pregunte confuso, pues no sabía que tendríamos nuevos vecinos

- Si carño, así es. Y valla que es una familia muy grande - Señalaba con su debo hacia fuera, de inmediato me acerque justamente a su lado - Grande, muy grande - repitió

- Ajá. Si - corté desinteresadamente aquél espionaje - Muchas personas viven a diario mudándos..... - no podía seguir pronunciando palabra alguna, robaba mi atención un elemento de aquella familia

Gemma inundó con su bochornosa risa que provocó que por poco me diese un colapso en ese mismo instante

- Limpiate la baba hermanito - no sabía en qué momento se había posicionado justo en nuestras espaldas, pero ahí estaba

- Carajo, me matarás del susto - reproché en mi defensa

- Si, si como digas - le quito importancia con un vago movimiento de mano - Cuantas chicas, ¡es el momento! ¿Harry Styles se convertirá en hombrecito? - sus últimas palabras fueron susurradas en mi oído cuidadosamente para que mamá no alcanzase a escuchar

"La verdad es que observo a otra persona"

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Mientras aquel chico de cabellos rizados se encontraba sentado con uno de sus codos apoyado en su rodilla mientras su mano sostenía su quijada y con la mirada enfocada hacia aquellas personas ahora sus nuevos vecinos, esté estaba en unos pequeños escalones que dan en dirección a la entrada de su casa. Ahora habían unas preguntas incómodas según para el chico de rizos achocolatados, ¿por qué si la familia parecía tan contenta de haber llegado a un nuevo lugar ese chico ni siquiera quería salir del auto? Según en el que llegaron. ¿Porqué esa mirada tan fría? ¿O solo era timidez? Aun no sabia por qué tanta curiosidad pero algo si sabía que era inevitable pues ese era uno de sus caracteres principales del rizado.

Suspiró desconcertado.

"Valla día, si que me tomo por sorpresa"

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Jamás pasaba nada interesante en aquel lugar mucho menos fuera de lo común más bien el vecindario era un poco aburrido pero lejano de peligros, eso hacia una enorme diferencia, las casas eran enormes pero muy poco lujosas, el estilo de vida no era tan difícil pero tampoco fácil, todo era un poco confuso o al menos para el rizado hací era. Ya había pasado un día desde que los nuevos integrantes al vecindario habían llegado y Harry no dejaba en paz la ventana ¿porqué sera? Seguía dándole muchas vueltas a esa pregunta, la verdad llegaba a marearse de tanto pensarlo