Almas

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Hace
        años...

La vida en la aldea era tranquila y pacífica; agricultura y ganadería era la base de su estructura económica por la cual intercambiaban con los vecinos de la aldea de la costa y los de las montañas. Las tres tenían una convivencia sana y fresca.

Las hojas de los árboles cambiaban su follaje por uno dorado, las tardes eran más frescas y la noche llegaba con más prisa. Las aguas del río fluian con tranquilidad y los animales comenzaban desde tiempo su labor de recolectar para el invierno.

Las niñas jugaban con sus muñecas miéntras los varones combatían imaginarias criaturas y bestias, algunos se reunían a escuchar las canciones poéticas o historias de los ancianos, sabios curanderos que guiaban a los más jóvenes al tener conexión con los dos Astros.

El sol. Rey de los días, abundancia, el protector. Se decía que diambulaba como león de dorada melena ayudando a quienes perdían el camino.

La luna. Hermosa y resplandeciente. Se cuenta que a cuno a aquellos que caían en las redes de un problema y llevaba a la resolución sabia.

Esta historia nos lleva a un joven cazador de veinte años cumplidos, nacido para ser líder nato de su tribu por su capacidad y desempeño. Un joven de piel blanca con cabello bicolor y bellos orbes ambarinos; destinado a casarse con la hermosa hermana del hijo de la tribu de las montañas Amaya: “Lluvia nocturna”. Joven mujer de dieciséis años de edad de piel morena y cabellera oscura, de hermosos orbes oscuros que podías perderte en ellos.

Claramente su matrimonio beneficiaria a ambas partes de maneras diferentes, por lo que ambos desde su nacimiento ya estaban comprometidos y los padres mantenían a la pareja cada otoño juntos en la aldea del chico.

—Bai Long... –la joven sonrojada tomada de la mano, se sentía nerviosa al estar con el próximo líder ante la mirada atenta de los aldeanos.

El chico la miro con una sonrisa que sonrojo más la piel morena, sus orbes podían penetrar su alma, desnudarla.

—Quisiera... Espero ser la mujer que esperas. Darte los hijos y un hogar que un líder merece.

—Tenerte a mi lado es mi mayor alegría.

Beso el dorso de su mano, aquel acto en público era clara muestra de amor que nadie podría corromper.

Oh, eso se creía.

—¡Una bestia...! ¡Hay una bestia en el bosque!

🌺🌺🌺

Seed. Un grupo pequeño oculto por años que protegían de los males que acechan la tierra y sus habitantes desde su creación. Los hijos directos del Astro Mayor y Menor, bendecidos con un Don especial que los convertia en criaturas míticas impresionantes.

Escondidos del ojo humano para la seguridad de ambos, ya que, había personas con intereses oscuros hacia ellos.

—Lo siento... –hipeaba el pequeño en llanto sobre el pecho de su madre. La mujer y su criatura se encontraban en el centro de aquella disputa que empezó por la pelea de otras dos mujeres.

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