-¿qué carajos fue eso?.-gritó Ashton abriendo la puerta a mis espaldas.
-E-están tirando b-bombas.-tartamudeé asustada.
-¿Qué?.-preguntó Finn y justo cayó una en el edificio de al lado, haciéndonos saltar del susto.
-¡Rápido salgamos de aquí antes de que nos caiga una bomba encima!.-gritó Ashton corriendo hacia al auto.
Quedé completamente en shock y no podía moverme.
Debido al fuerte sonido, un grupo de caminantes se acercaba a mi.
Sentí como dos brazos me sujetaban y de un segundo al otro estaba en la espalda de Finn, como una bolsa de harina dejándome dentro del auto.
-¡Finn las cosas!¡No tendremos comida!
-Yo iré a por ellas.
-¿Qué? No, yo voy a ir.
-Claro que no.-se agarró por los hombros y cerró la puerta del auto mientras corría al supermercado otra vez.
Abrí la puerta furiosa y corrí al supermercado escuchando a Ashton gritarme por detrás, pero lo ignore y seguí corriendo.
-Finn ¿dónde carajos estas?
-¡Te dije que te quedaras en el auto!¡Es muy peligroso!-gritó.
-Toma aquel carro y salgamos de aquí.-grite dirigiéndome a mi carro repleto de latas.
Estábamos por salir pero sentimos una explosión muy cerca y escuché un zumbido mientras caía al suelo y veía como todo se comenzaba a quemar.
-¡FINN!¿ESTAS BIEN?.-grite.
-S-si, ayúdame Alice.-intentó gritar.
Dime que está bien, por favor.
Me acerqué a de dónde vino el grito tambaleandome y esquivando el fuego.
-Finn.-susurré.-No.-solté una lágrima.
-Alice, mierda, no estoy muerto, ayúdame.-gritó y rió un poco.
Me tiré al suelo y comencé a intentar quitar la madera que había caído sobre él.
-Alice, mi brazo.-susurró.-La madera está sobre él.-dijo.
Agarré la madera y comencé a intentar levantarla pero pesaba demasiado.
-¡ASHTON!.-grité con todas mis fuerzas.-¡POR FAVOR ASHTON, NECESITO TU AYUDA!.-grité otra vez.
-¿¡ALICE!?
-¡ASHTON AYÚDAME A SACAR A FINN DE AQUÍ!.-grité desesperada.
Ashton se inclinó a mi lado y me ayudó a levantar la biga de madera.
-Finn, sal de abajo.-susurré haciendo fuerza para mantenerla y que no cayera sobre Finn otra vez.
Él se puso de pié y rápidamente salimos corriendo del lugar.
Sin emitir palabra alguna Ashton se subió al asiento del conductor y Finn y yo nos pusimos atrás.
-¿estas bien?.-pregunté mirando a Finn.
-No.-murmuró apretando los dientes.
-¿Qué sucede?¿qué te duele?
-Mi brazo.-quitó su mano del brazo y estaba manchada su camiseta de sangre. Dios mío que asco.
-No puedo ver, lo siento.-me tapé los ojos.-sí veo mucha sangre o alguna herida fea me desmayo aquí mismo.
-Vamos Alice, reacciona.-dijo Ashton.-tienes que curarlo.
-¿por qué no lo haces tú?.-comenzamos a discutir.
-¡Porque estoy conduciendo!
-¡Pues déjame conducir!
-¡No sabes conducir!
-¿¡Tú que sabes lo que sé o no hacer!?
-¡Chicos ya dejen de discutir!¡me voy a desangrar aquí!
-Está bien.-murnuré.
Miré su brazo y como no tenía vendas lo primero que se me ocurrió fue cortar de un tirón la manga de su camiseta. La rompí y la usé de venda enrroyandola por la herida para que dejara de sangrar y la até con una cuerda que había en la parte tracera del coche.
-No dejes de presionar ahí hasta que lleguemos, de seguro a Marcus se le ocurre algo más útil que una camiseta y cuerdas. Sólo... resiste ¿sí?
-De acuerdo.-susurró agarrando la "venda" para parar la hemorragia.
Llegamos a la casa y rápido salimos del coche y entramos a la casa.
-¡TRYSTA! ¿YA LLEGARON LOS DEMÁS?.-grite.
-NO.-gritó desde la planta de arriba.
-¡PREPARA EL BOTIQUIN!
-DE ACUERDO.-dijo más preocupada ahora
Subimos las escaleras junto a Finn y cuando Trysta fue a curarlo salí del baño para no ver su herida ya que moriría ahí mismo.
Me apoyé contra la pared y me dejé resbalar hasta quedar sentada en el suelo, abrazando mis piernas mirando la pared de madera frente a mi.
-¿tú estas bien?.-preguntó Ashton saliendo del baño y sentándose a mi lado.
No respondí.
-¿Al?
-Quiero salir de está mierda.-susurré y una lágrima cayó por mi mejilla.
ESTÁS LEYENDO
Just Survive.
Aksi«Pensé que mi vida no podría empeorar, pero me equivoqué» Ya no queda nada en este mundo, todos estamos asustados y cada vez somos menos. Antes de cerrar sus ojos el pronunció sus últimas palabras, miró mis llorosos ojos con una sonrisa dulce pero...