Las flores comenzaban lentamente con su bello espectáculo de colores y agradables olores, la primavera estaba acercándose a pasos agigantados y él no podía evitar sentir aún el frio del invierno en su corazón.
Desde el último sábado, Yuta no había vuelto a mencionar el tema de ser pareja, sus manos temblorosas sostuvieron como pudieron la taza de humeante café que intentaba acabar desde hace una hora.
Algo en su mente no dejaba de recordarle lo serio que lucía Yuta al afirmar que era su novio, ni tampoco podía olvidar la sonrisa cálida que le había dado luego, justo antes de cambiar de tema y bajar las mangas de su suéter.
Estaba tan confundido que ni siquiera era divertido, sus sentimientos por Yuta se volvían cada día más reales, más intensos, al igual que el miedo y la preocupación por la cantidad de cortes y golpes que veía en el cuerpo del japonés.
—¿Qué haces despierto? Son las tres de la madrugada.
La voz ronca y los ojos empañados por el sueño de Yuta no ayudaron a sus temblores, la taza cayó al suelo rompiendose en pedazos, el café manchó el suelo, salpicó su camiseta.
—¿Sicheng?
Yuta dio cautelosos pasos, posicionándose frente al tembloroso chico quien no paraba de balbucear algo en mandarín, tomó su rostro entre sus manos y lo observó con preocupación palpable.
—¿Por qué siempre llevas vendas y estás lleno de hematomas?
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Bittersweet Boy ; yuwin
Short StoryCubre el dolor con banditas y alimenta a la ansiedad con dulces. capítulos cortos. yuwin ; yuta + sicheng (aka winwin)