Capítulo 10: La cura

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Cuando llegué a la Zona A todos me recibieron asustados, preguntándome como me encontraba, qué había pasado, como era la Reina malvada, que es así como la llaman... Y dónde estaba Jack.

- Jack... Jack se quedó – Informé casi en un susurro a mi superior Wisky.

- ¡Vaya! Qué hombre más valiente – Toma unos vasos y nos sirve wiski, por algo se llama así – Supongo que para ganar información de sus tropas.

- No – Niego con un ademán – Se quedó porque... - Me costaba decir esas palabras, no quería creer que había traicionado a los seres humanos – Porque quería estudiar a los Zombies – Mentí.

- Como se esperaba de uno de nuestros mejores hombres – Tomó un buen trago de su bebida – Solo espero que no lo descubran.

- Por algo es uno de nuestros mejores hombres – Él asintió riendo, yo en cambio, suelto una risita nerviosa y tomo del trago un poco incómodo.

(...)

- General, usted de la orden de salida – Me avisan por el woki-toki uno de mis hombres.

- A mi señal, camaradas – Escucho como dicen "Recibido", así que espero hasta que el hospital abandonado esté un poco más despejado de Zombies para poder saquear el lugar - ¡Ahora! – Ordeno y todos comienzan con el plan.

Mientras unos autos hacían ruidos llamando la atención de los muertos andantes y se los llevaban mi equipo de exploración entró al edificio, matamos a unos cuantos Zombies y empezamos a inspeccionar el lugar, llevándonos todo lo que nos pueda servir.

- Capitán – Me habla uno por el woki-toki – En la zona de cirugía hay un grupo de caminantes con armas, no se mueven.

- Recibido – Me dirijo con mi grupo al lugar y un olor a chocolate entra por mis fosas nasales, presintiendo ya quién estaba dentro.

Miro con el rabillo del ojo por dentro del lugar y veo que, efectivamente, hay como 7 u 8 Zombies alrededor de una camilla. Al rato después veo como una chiquilla pequeña entra, como lo esperaba, Dayana.

- Bien, bien – La chica se queda mirando a sus hombres – Por favor, denle aire al pobre – Se esparcen en el lugar logrando que nosotros nos escondiéramos más, alertas.

- ¿Estás segura que así...? – Esa voz, es de Jack.

- Shh... - La de pelo verde se acerca al chico que estaba acostado en la camilla y le susurra al oído, obviamente no pude escuchar – Bien, esto no dolerá – Le metió una aguja y extrajo sangre del albino.

- Me sigue impresionando que seas tan buena en esto – Se baja la manga y se sienta en la camilla.

- Lo hago de este modo porque sé quién es mi paciente – Ese coqueteo indirecto me molestó, logrando que soltara un bufido, por suerte nadie me escuchó.

- Bien – El chico se gira a ver a los guardias – Váyanse, necesitamos privacidad – Ellos asienten y se precipitan hacia la salida. Nosotros rápidamente nos escondemos en las habitaciones de los lados, logrando no ser descubiertos.

- Capitán – Me llama nuevamente mi subordinado - ¿Qué hacemos?

- Espiemos un poco – Miré a los lados del pasillo, viendo que los Zombies se habían ido – Esto me parece interesante – Como lo ordené, nos acercamos y empezamos a escuchar por detrás de la puerta.

- Esto es increíble – Dayana parecía realmente alegre - Creo que por fin... ¡Por fin lo logré!

- ¿Eso crees? – Intenté mirar con el rabillo del ojo así que pude divisar como Jack estaba al lado de Dayana y ella estaba como científica loca mirando a través de un telescopio la muestra de sangre.

Amor Psicópata~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora