𝟎𝟎𝟒. plegaria divina (AU!)

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Un día soleado, bastante soleado, todos nos moríamos de calor... todos los que estábamos en el lugar. La temperatura era de más o menos treinta y ocho grados (38°), lo cuál lo hacía inaguantable, a cada rato bebíamos algo o nos metíamos al mar de lo denso que estaba el día. Ying, Seris, Makoa, Sha Lin y Androxus estaban disfrutando conmigo del día en la playa.

Otros campeones también se encontraban con nosotros, pero más apartados.

Los recién mencionados jugaban una partida de vóley de playa, pero sin Androxus, que este se encontraba tranquilamente descansando en una hamaca hawaiana; observando y regañando a los que perdían o hacían algo que no debían.

Seris recibió la pelota por parte de Makoa quien estaba en el equipo contrario. Ella hizo un saque de manos bajas (pasando su cancha y yendo a la cancha contraria) teniendo que haber hecho un pase de manos altas para poder pasársela a su compañera Ying, luego ella se la devolvería para finalmente rematar. Eso no le gustó al malhumorado.

──¿Por qué hiciste eso?──le preguntó molesto.

La rubia no le respondió.

Siempre me causó gracia ver como Androxus se molesta con los demás por cosas que estos hacen.

Ah, sí... yo venía de comprar un refresco de una tienda que estaba cerca, y uno para Androxus que me pidió "amablemente" que le trajera uno. Ya con los refrescos en mano, me dirigí al Asesino para también sentarme a su lado, él me miró por unos pocos segundos y volvió a mirar como jugaban los de distintos roles.

──Toma ──me senté y le extendí mi mano con su bebida que me pidió.

Volvió a mirarme, sobre su hombro.

──¿Y mi bebida?, ¿me compraste un zumo de naranja? ──preguntó──. ¿En serio? Tengo veintiséis, no doce años, ¿sabes?

──No había de esas que te gustan.

Resopló.

──Bien... ──agarró la lata molesto y se cruzó de brazos.

Es divertido ver como se comporta como un niño.

──Gracias ──dijo luego de haber estado en silencio por un rato.

──No es nada, todo sea por el pequeño del hogar ──empecé a reírme.

──Ajá... ──abrió su lata──¿Y tú qué haces aquí? ──me preguntó mientras levantaba un poco su máscara para beber del jugo de naranja.

──Sabes perfectamente que no sé jugar al vóley.

Asintió con su cabeza.

──Cierto, a veces olvido que puedes llegar a ser tan ridícula.

──No lo soy... ──susurré avergonzada.

──Te enseñaría lo básico, pero es mucho trabajo con imbéciles como tú ──me miró a los ojos──. Además, deberías compensarme con algo, no pienses que esas clases serán gratis.

𝗣𝗔𝗟𝗔𝗗𝗜𝗡𝗦: 𝗖𝗢𝗧𝗥 | 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora