Demonio Protector © FINALIZADA

Parte 7

[Damon]

Salgo a ver que le encuentran a esta mierda de mundo, me pasa una chica morena por el lado con un vestido cortó, tan cortó que si se baja a coger unos pesos se le ve el culo, así que ¿por que no hacer que se baje?.

Chasqueo mis dedos y pongo unos cien dólares en su camino, ella lo mira y se baja a cogerlos. Efectivamente se le vio el trasero, la muy cabrona no posee panties así que vi más de la cuenta. Le grito:

—Oye, los panties protegen esos caso.

Ella me mira y contesta de una manera irritante.

—Pervertido.

Me carcajeo, ella sigue su camino agarrando su vestido para evitar otro descuido.

Entro a un table-dance, están las mujeres bailando encima de las mesas, en los tubos. Los hombres de este mundo son tan estúpidos que se impresionan con tan poca cosa, si estuvieran en el infierno morirían nuevamente al ver como las diablas se estrujan con la lava e inhalan el humo que sale del suelo. Eso, eso si que es sexy. Pero esto me gusta, aquí hay mucha lujuria, ambición, fornicación, eso, eso si es entretenimiento.

Me siento en la mesa cerca de la barra, una mujer alta y rubia pone un vaso lleno de Bourbons, sonrió y asiento.

Los pensamientos de las personas me gustan, son tan morbosos y pervertidos, y algunos me dan gracia y me hace carcajear. Ejemplo de estos son.

"Este viejo tacaño, sólo me dio un dólar, cualquiera le quita la corbata y lo ahorca con ella" .

"Esta mujer está buenísima, si mi esposa fuera como ella tuviera sexo todos los días".

"Este panzón necesitara más Viagra que los otros, estoy segura que su canario está más que muerto".

"Quisiera morir, saber que estoy sólo en este mundo para complacer a los demás es tan cansa te, no tengo por quien vivir".

Pero  este último  pensamientos  me ha llamado la atención, es  deprimente, suicida, tengo que ayudarlo a acabar con su sufrimiento.

El muchacho entra al baño de hombres, chasqueo los dedos y aparezco en el.

Él está lavando su rostro, yo sonrió y aclaro mi garganta. Él sólo mira a través del cristal.

— ¿Que diablos quieres?

— ¿Que es lo que quieres tú?

Él me mira extrañado.

—Sino te vas te aquí te golpeo.

— te he preguntado, ¿Qué es lo que quieres?

Lo miro fijamente y hago que salgan sus palabras.

—Quiero morirme.

— ¿Por que quieres morir?

Me cruzo de brazos y lo miro intrigante.

— No tengo dinero para mantener a mi familia, mi mujer me fue infiel y mi hijo sufre de una enfermedad desconocida.

— Si ofrezco dinero, salud, vida y felicidad, ¿Lo aceptarías?

Él gira y ahora es quien me mira intrigante.

—Si fueras un mago, si.

Yo me carcajeo, mi hijo, yo soy mejor que un mago.

— Puedo darte eso y más, sólo di que aceptas.

El sonríe y me cuestiona.

— ¿Acaso me lo darás?

Yo asiento y me encojo de hombros.

— Yo te puedo dar lo que tu quieras.

— Entonces acepto

Chasqueo los dedos y enarco una ceja.

—Revisa tus bolsillo, encontrarás un ticket, ese ticket lo guardarás, cuando sean las 3:00 am, lo buscarás, cerrarás tus ojos y pide lo que quieras. Pero cada acto tiene sus consecuencias.

—No me importa las consecuencias que me traiga, lo haré.

Sale del lugar, yo poseo una gran sonrisa, otro más que cae a manos del diablo.

Justamente a las 3:00 am siento su invocación, aparezco en su hogar, chasqueo los ojos y todo lo que pide se le concede. Él abre los ojos y se asombra, comienza a reír a carcajadas, baila, salta y grita.

—¿A quien le dedo tanta alegría?

— Se la debes a Damon, el heredero Del infierno.

Él se asombra y me mira temerosamente.

— me engañaste.

—No, te di lo que querías a cambio de tu alma.

En su muñeca aparece una marca, unos símbolos )€.

—NO, NO

— Querías mandar tu alma a mi padre a cambio de nada, disfruta tu vida con lo que te di, en unos treinta y cinco años vengó por ti.

Me desaparezco, regreso a casa de  Grayce, ella está acostada, dormida, teniendo uno de sus más lindos sueños, pero no por mucho.

Entro a sus sueños y lo convierto en pesadilla, hago que aparezcan serpientes a sus espaldas, y una anaconda se la traga. Ella despierta aterrada mientras que yo aparezco a su lado.

— ¿Pesadillas, Linda?

Digo sonriente, ella está sudando, su respiración es agitada, su corazón casi se sale del pecho. Creo que tendrá un ataque de pánico.