[Touka]
— Así no...
— ¿A-así?.
— Tsk, no. Más despacio.
— Touka-chan...
— Shh no hagas tanto ruido.
— ...
— ...
— No pensé que acunar a un bebé fuera así de difícil. - habló kaneki mirando a la pequeña bebé entre sus brazos.
— A pesar de los años, sigues siendo igual de torpe, dame a mi hija. - rugí mientras me paraba de la silla mecedora donde tenía a Himari en mis brazos.
Hace dos meses que dí a luz a Himari, mi primer bebé, y Kaneki no ha dejado de tratar de cargarla, mimarla, etc. Obviamente por ser primerizo casi no lo logra, pero me es tierno verlo hacer el intento.
— Y tú no dejas de ser la gruñona Touka que conocí. - rió mientras me entregaba a la bebé.
Nunca pensé en tener una familia, de hecho, para mí era casi imposible verme como una madre, pero se cumplió.
Conocí a Kaneki, fuimos amigos, luego de mucho tiempo tuvimos una relación... y ya saben que sigue después.
Me sentía felíz, muy felíz.— ¿Se durmió?. - preguntó.
— Si.
— Eres una madre mágica, Touka-chan.
Reí bajito mientras colocaba a Himari en su cuna.
— No es magia, bobo. Simplemente es el poder de una madre. - me retiré levemente de la cuna viendo a mi hija dormír.
— Me haces muy felíz. - abrazó suavemente mi cintura mientras besaba mi cabello.
— ¿Lo hago?.
— Me ayudaste cuando era un mísero mocoso, me fortaleciste, apoyaste e incluso aguantaste mis berrinches... y ahora me diste este rayo de luz. - reí bajo - Hay que dormír, Touka-chan.
— Si.
Miré por otra vez a mi hija y caminé lentamente hacia la puerta de la habitación, Kaneki venía tras mío.
Antes de cerrar la puerta sentí como Kaneki me abrazaba fuertemente por la espalda mientras regaba pequeños besos en mi nuca.— Además, el que hayas quedado embarazada de Himari te ayudó a ganar algo de cuerpo. - rió seductoramente.
Ok.
— Osea que yo no tenía cuerpo. - me giré mientras cruzaba mis brazos por encima de mi pecho, fingiendo estar molesta.
— ¡A-ah! Q-quiero decír... -
— ¿Lo ves? Igual de torpe. - me giré mientras reía levemente y caminaba a la habitación.
Si mi vida se resumiera a estos pequeños momentos; moriría en paz.
Moriría felíz.