incómoda

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Me desperté en medio de un bosque, intuí que era un sueño dentro de otro sueño.

Todo estaba obscuro, sentía una sensación entre agradable y asustada.

Comencé a caminar en el obscuro bosque, no podía ver mucho.

Al cabo de un rato la neblina había despejado y mí ansiedad había aumentado.Voces de todos lados pronunciaban mi nombre en susurros "su descendencia está en tí, tu eres el linaje...""únete a nosotros". Asustada comencé a caminar hacia atrás.

El miedo de a poco comenzó a apoderarse de mí mente y no tuve mejor idea que ocultarme en un árbol hueco.

Cuando pensé que estaba segura, salí.

Una roca gigante fue lanzada desde algún lado y antes de que me diera, me cubrí con mis brazos formando una equis. Dicha roca quedó levitando, rodeado de un aura celeste intenso.

Mis manos seguían levantadas hacia la dirección de la piedra, entonces intenté moverlas, la piedra se movió al compás. Intenté alejarla con un ademán de empujón y la piedra se alejó.Cerré los puños y la roca cayó.

Volteé la mirada al percatarme que las voces habían cesado.

Me limité a seguir caminando, pero lo siguiente que ocurrió no sé explicarlo.

De nuevo esas voces, clamando mi nombre. Las seguí, esta vez sin miedo, esta vez sabiendo que nada iba a pasar. Pero lo que me esperaba no estaba de acuerdo con aquello.

Una criatura de ojos rojos, alto y de brazos estirados me miraba del otro lado. No quise avanzar más. En su lugar caminé hacia atrás, pero al retroceder mí pié encontró una rama y... Mierda.

La bestia se acercó a paso rápido al escuchar el crujido.

Estaba a Punto de lastimarme, cuando un ser alado y con una espada se interpuso, cortando el brazo de la bestia. La misma se alejó atemorizada.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas y caí, todo parecía tan real...

Él me sostuvo entre sus brazos, no podía divisarlo bien, porque mi vista se había nublado. Aún así, sabía quién era.

-Denis...- susurré.

Lo último que recuerdo antes de despertar es que el ángel tomó mi rostro con su mano libre y me dijo "hasta que te encontré". Acto seguido sentí como me llevaba a algún sitio.

Maldecía al escuchar la alarma que no me había permitido terminar aquel sueño.

Mi cuerpo estaba cubierto de un sudor frío y sentía un extraño ormigueo, el cuál me incomodaba. Me pareció raro, ya que desde pequeña tengo esos sueños y hasta el momento, nunca había despertado así...¿Habrá sido la aparición de Denis en aquel? Quién sabe...

Me incorporé y miré la hora. 5:30.

Sacudí mí cuerpo para borrar lo que quedara de sueño y me metí a la ducha.

Antes de salir del baño chequé mi cuerpo... Tan delgado y frágil. Lo odiaba, odiaba sentir que si algún día quería defenderme o defender a mi hermano, mi cuerpo no iba a ser útil...

Por eso tenía un par de herramientas que llevaba conmigo encima ¿Eran ilegales? Sí, algunas puede que sí. Pero a veces una navaja y gas pimienta podía convertirse en un salvavidas.

Academia De Magia "La Profecía De Megan Adiuvat"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora