Única parte.

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Eran alrededor de las 3:00pm, un día cualquiera de verano en el cual a Giorno Giovanna se le dio por comprarse unos Gansitos y una coca en lata bien fría.

Debido al horario y a la temperatura agobiante que se sentía como un ancla cayendote encima, no habían negocios abiertos en donde pudiera adquirir dicha comida chatarra.

No le quedaba otra opción más que caminar un par de manzanas hasta el Oxxo. En lo personal no le gustaba para nada tener que recurrir a esos lugares, además de tener precios elevados, los cajeros suelen tener un mal humor cargante.

Pero podría decirse que esta vez fue la excepción.

Al cruzar por la puerta automática dio un vistazo rápido para analizar el establecimiento: no había nadie más que una empleada de cabello rosa con lentes de sol trapeando el piso y el tipo de la caja al cual no podía divisar a la distancia.

Sin más, se dirigió directo hacia donde se encontraban los pequeños pasteles de los cuales solo pudo rescatar 2 Gansitos porque los demás estaban todos magullados. Consiguiente a eso de la heladera tomó una Coca-cola de 355ml.

Observó las góndolas en busca de algo más que pudiera interesarle pero no obtuvo buenos resultados así que solo fue hacia la caja para pagar lo que llevaba.

Nunca se imaginaría que lo que lograría atraer su atención y querría llevarse a casa no era nada más ni nada menos que el mismo cajero.

Mientras dejaba los objetos sobre la cinta de la caja, se dedicó a observar al tipo de la caja de arriba a abajo: llevaba puesto una especie de gorro rojo con detalles amarillos que hacía juego con su uniforme, y unos pantalones curiosos de color naranja con animal print tipo cebra. La placa colgada en su bolsillo derecho ponía "Mista". Tenía cejas bastante abultadas, labios gruesos y tez algo oscura.

Era innegable lo sexy que se veía con aquella simpleza que emanaba.

Al terminar de colocar sus cosas para que aquel joven se las cobre, notó que la mirada de éste también estaba posada sobre él mismo, y esto provocó un leve sonrojo en el rostro de Giorno.

-Buenas tardes, ¿Va a llevar algo más?

El tono grave de su voz hizo que se estremezca más de lo que ya estaba e incluso hizo que sintiera una leve puntada en su entrepierna. Instintivamente, las apretó un poco y dio un paso hacia su derecha.

-N-no, solo eso.

Al parecer el cajero había notado la actitud sospechosa del rubio parado delante de él. Y tampoco es que podía decir que le parecía asqueroso, todo lo contrario. Su peinado extravagante quedaba muy bien en su cabello claro y sus ojos verdes portadores de una visible lujuria.

-¿Y...que hace un güerito como tú en un lugar tan sucio como mi mente?

Esto alcanzó para que Giorno se colorice por completo y la erección en sus pantalones cortos sea inminente.

-¿¡Qué!?

-Quiero decir, un lugar como este. No te he visto nunca por estos lados.

La forma en la que el moreno pronunciaba cada palabra daba la sensación de que insinuaba bastantes cosas, pero no quería apresurarse.

-Es la primera vez que vengo a pesar de que vivo por aquí cerca.

Intentaba sonar lo más tranquilo posible pero no podía disimular la incomodad de el estímulo que era escuchar hablar a aquel cajero.

--¿Y por qué no te pasas mas seguido? Eres agradable, ¿Cómo te llamas?

Amores de autoservicio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora