¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⎊
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nueva York, Manhattan. 15 de Marzo, 2008
ZELENA CORRIÓ por el estacionamiento del hospital, escuchaba a la lejanía los gritos de Nick Fury que le pedía que se detuviera. La mayor de las hermanas Quinn se encontraba en el cuartel general de S.H.I.E.L.D. mientras los agentes la felicitaban por su cumpleaños 26. Sus padres al ser parte fundamental en la fundación de la agencia de espionaje dirigida por Nick Fury tuvo que ser entrenada a temprana edad. También tuvo que involucrarse en el manejo de la compañía de la familia Quinn-Russell.
La llamada que recibió hace unos minutos la dejó devastada. Rehusándose a creer lo que le informaron.
Teresa y Noah Quinn habían sufrido terrible accidente cuando regresaban de su viaje. Estaban a unas cuantas cuadras de su casa cuando sucedió.
Cuando la enfermera le notificó la habitación de su madre, corrió en dirección al elevador y espero impaciente. Cuando las puertas del elevador se abrieron vio a su hermana menor, la pequeña estaba hecha un ovillo en una de las sillas de espera, la Sr. Rodríguez trataba de consolarla, pero Iris derramaba lágrima tras lágrima. El corazón de Zelena se detuvo al verla de esa manera.
Suspiró, tenía que mantenerse fuerte por su hermanita. A pasos titubeantes se acercó a Iris. La Sra. Rodríguez le informó que el Sr. Quinn se encontraba en el quirófano y la Sra. Quinn estaba en la habitación de enfrente. Zelena le pidió a la Sra. Rodríguez que las dejará un momento a solas.
Iris se lanzó a abrazarla y sollozó. Zelena mordió su labio inferior con fuerza reteniendo su propio llanto.
—Shhh—la tranquilizo Zelena—. Perdón por no haber estado contigo...—murmuró con un tono de voz culpable—. Lo lamento mucho, bebé.
Iris negó, se separó de su hermana y con el dorso de su mano quizo limpiar las lágrimas, pero salían a borbotones.
—E-Esta bien...—hipo Iris—. L-La Sr. Rodríguez me ayudó...—la mayor de las Quinn, sonrió dulcemente y limpio las lágrimas de su hermana menor—... Zel, ¿mamá y papá estarán bien, cierto?
—Y-Yo...
En ese momento el Doctor encargado de la cirugía apareció por el pasillo. Su expresión era neutra. El Dr. Williams había sido el médico de confianza de la familia por años. Zelena tomó la mano de su hermana. No eran buenas noticias. Podia notarlo a kilómetros.
Cuando el doctor pronunció las palabras: "Noah Quinn, muerto". Zelena se quedó petrificada. Su padre, su ejemplo a seguir, el hombre sonriente que la amaba más que a nada en el mundo había muerto, dejándola sola.
Sintió como Iris buscó refugio en ella, aferrando sus bracitos a sus piernas, mientras lloraba. Zelena la tomó en brazos, cargándola.
Nick Fury llegó donde estaban, no iba solo una castaña de oceánicos ojos lo acompañaba. Fury al verlas suavizó su expresión, las hermanas Quinn estaban devastadas.
Zelena tenía los ojos llorosos y le susurraba a su hermanita que todo estaría bien.
—E-El... no, pudo...—balbuceó Zelena. Nick asintió, comprendiendo. Noah había muerto. Aquello dolió, el Sr. Quinn había sido un gran agente y amigo.
Pronto un sonido proveniente de la habitación de enfrente hizo eco en el pasillo, las enfermeras y doctores no tardaron en entrar con el equipo de necesario.
Era un código azul.
Zelena palideció, era la habitación donde su madre se encontraba.
Sintió que pasó una eternidad, todo se movía a cámara lenta, las voces se escuchaban lejanas y sentía que pronto su cabeza estallaría. Tantos pensamientos inundándola, tantas voces murmurando en su cabeza. Se sintió abrumada, no podía contenerlo.
Entonces, comprendió.
Los poderes de su madre habían pasado a ella ahora.
Una risa sin humor brotó de su garganta.
Su madre había muerto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
