Provocaciones

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Kagami se levanto tarde ese día, se puso ropa cómoda, con delicadeza debido a sus heridas. 

Tostó dos rebanadas de pan y les hecho mermelada. A las 11:15 terminó y se dirigió a su parlante, lo encendió y coloco River de Bishop Briggs, le encantaba esa canción, lo encendía.

Se quito la ropa y los vendajes con lentitud, se dio una ducha rápida, se seco y se dirigió a su armario. Observando sus ropas se decidió por una polera roja ancha, bototos negros, unos boxers blancos y  jeans negros ajustados que resaltaban su figura. Se puso nuevamente los vendajes y se coloco la ropa.

Se miro al espejo y le gusto lo que vio, solo le faltaba su chaqueta de mezclilla favorita. Se veía con estilo, pero era cómodo lo cual era perfecto.

Miro la hora y solo faltaban 5 minutos para que llegara Aomine y fueran a su cita. Arreglo su habitación rápidamente, cuando sintió el timbre. 

Bajo apresurado, buscando las llaves desesperado, las cuales no estaban en ningún lado.

-¡Espera! Estoy buscando las llaves- Grito agitado-

Al final, las malditas estaban detrás del sillón, seguramente el idiota de su hermano las tiro al llegar a casa

Le abrió a Aomine, y se sorprendió, estaba bellisimo, con esa ropa ajustada. Vestía un jeans azul ajustados y una musculosa negra que se le adhería a su tonificado abdomen.

Casi babea al frente suyo. Ademas esa chaqueta de cuero fue la guinda de la torta.

Aomine lo observo de arriba abajo, sonriendo con chulería. Su chico probablemente no era consciente de su desordenado cabello mojado, ni de sus rojas mejillas, se veía tan inocente y sexy con esas ropas, que quería empujarlo dentro y arrancárselas. 

-Te ves genial, gatito- Aomine lo había pensado mucho y decidió que ese seria el apodo definitivo para su chico-

-Tu igual, cavernicola- Sonrió inocente Kagami-

-Me dueles gatito, y yo que pensé toda la noche en un bonito apodo para ti

-Si, si, lo que digas, entra y siéntate, mientras termino de arreglarme

Lo agarro de la mano y lo dirigió a la sala, empujándolo para que se sentara. Cuando lo logro se disponía a irse, dándole la espalda a Aomine.

-Vengo de inme-   -No pudo terminar cuando sintió que lo agarraban de las caderas con fuerza y lo tiraban hacia atrás, quedando sentado en las grandes y duras piernas del mas grande.

Aomine gruño en su cuello, haciendo vibrar su piel sensible, arrancándole un gemido.

-¿Q-que pasa?-Tembloroso de miedo y deseo tartamudeo-

-Ese olor. ¿De quien es?-Gruño mas alto, aspirando el olor que había sentido al entrar al lugar-

-No e-entiendo, ¿que olor?

-Alfa. Olor a alfa, en mi omega- Dijo bajo rondando su voz de alfa-

Mordió suave y de forma posesiva el cuello de su omega en donde debía ir su marca en un futuro, arrancándole un jadeo sorpresivo a Kagami

-¡Ah! Maldició-n, solo es m-mi hermano- Sujetó los brazos alrededor suyo, intentando débilmente apartarlo- S-sueltame.

Aomine se relajo, y comenzó a lamer su cuello y hombros, haciendo estremecer al omega. 

Su lado animal se había relajado pero aun así quería marcar su olor en su omega. Se restregó en el omega que estaba en sus piernas, manteniendo su duro agarre en su cintura.

Kagami temblaba por la lengua de su alfa, y su cabello mojado le impedía ver bien, se sentía excitado, y no podía pensar bien, pero no. Esto no podía pasar ahora. No tan pronto. 

Dio vuelta su cabeza y vio los ojos de su alfa, eran depredadores y gritaban ansiosos de encajarle sus fauces a su presa. La cual era él.

-N-no tan p-pronto- Sus ojos llorosos mostraron el debate mental que tenían su lado animal y su razonamiento humano. Su omega deseaba mas-

-Solo déjame besarte.

El omega asintió ante la demanda, cerrando sus ojos.

Aomine mordió su mandíbula de forma suave y demandante, se acerco a su oreja lamiéndola, y soplo sobre esta, haciendo sentir escalofríos al contrario. Le encantaba lo receptivo y sensible que era.

Acerco sus labios, dando una mordida a los carnosos labios del contrario, soltándolo luego, viendo como rebotaba. 

Deseaba comerle la boca.

Kagami se impacientó y abriendo sus ojos, junto sus labios de manera brusca, mientras deslizaba sus brazos en los hombros anchos.

Aomine sonrió en el beso, le encantaba que a pesar de la timidez también fuera una fiera. Deslizo su lengua dentro, tocando la contraria, envolviéndola y saboreando el sabor de su omega. 

Ambos exploraron la boca del contrario en un beso salvaje, donde uno lo hacia con un poco de timidez y el otro se aprovechaba de eso, dominando en el beso.

Separaron sus bocas. Aomine lo soltó, y un Kagami jadeante y tembloroso se levanto de las piernas de otro. 

-Y-Yo, tengo que, v-vengo, y-yo- Divago avergonzado, bajo su cabeza y se dio la vuelta rápidamente, quería huir de ahí- 

Aomine le dio una palmada en el culo, provocandole un grito agudo.

-Te espero, gatito.

Kagami se dio vuelta rojo hasta las orejas, con una expresión enojada. Le pego en el estomago a Aomine, y disfruto del dolor en su cara. Corrió escaleras arriba, y cerro la puerta.

Aomine se recostó en el sillón riendo.

Kagami descanso su cuerpo en la puerta hasta que su respiración se normalizo.

Cepillo sus cabellos, apago la música, cerro las ventanas y tomo su celular. Bajo las escaleras y tomo las llaves. Miro a Aomine e hizo un asentimiento hacia la puerta, este se levanto y le sonrió.

Seria una gran cita.


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⏰ Última actualización: Jul 17, 2019 ⏰

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