Scandal in the office *TERMINADA*

Capítulo 10

Eso, a su pesar, intrigó a ______. No creía que Siwon y ella tuvieran nada personal que decirse, pero la curiosidad ganó la partida. Se dio la vuelta.

-Ven, sube -dijo. Mientras subía los escalones notó la presencia de él a su espalda. No entendía por qué era siempre tan consciente de él.
-¿Quieres beber algo? -le ofreció, cuando entraron al piso y cerró la puerta.
-No, gracias -contestó él.

Ella observó cómo miraba a su alrededor. El piso era casi diáfano. Desde la zona de entrada, con suelo de mármol, se veían el salón y el comedor. La cocina, con encimeras de granito y electrodomésticos de acero, estaba tras una barra con taburetes altos.
Vio cómo los ojos de Siwon se recreaban en el ramo de flores frescas que adornaba la mesa. A ella le encantaban los adornos florales.
Como se sentía un poco nerviosa por su presencia en su piso, se alegró de que no hubiera más detalles personales a la vista. El dormitorio, la habitación de invitados, los dos baños y la terraza estaban en la planta superior.

-¿Le pasa algo a mi padre? -preguntó, inquieta por su inesperada presencia allí.

Siwon había dicho que no estaba allí por encargo de su padre, pero eso no quería decir que su padre no fuera la razón de su visita.
Su padre rondaba los setenta años y ella temía el día en que algo pudiera ocurrirle. Aunque la relación entre ellos a veces era muy tensa, lo quería. Y le preocupaba que él, por protegerla, le ocultara algún problema de salud hasta que se convirtiera en crítico.

-No, no te preocupes -contestó Siwon -, ¿Sabes qué estaba haciendo Donghae hace dos noches? -espetó, con tono brusco.
-No -dijo ella, sorprendida-. ¿Por qué?

Siwon la escrutó, sin mover un músculo, pero esa misma rigidez la inquietó. ______ sintió un desagradable cosquilleo en el estómago.

-¿Por qué? -repitió.
-Lee Donghae se acuesta con otra mujer a tus espaldas -los ojos de Siwon la taladraron como rayos láser-. Estuvo con ella hace dos noches.

Ella lo miró confusa; pero un momento después el significado de lo que había dicho la arrasó como una ola destructora.
Movió los labios. Era incapaz de desviar la mirada, y de alguna manera, los ojos de Siwon eran lo único que la mantenía en pie. El pánico surcó su cuerpo como un rayo.

-¿Cómo...? ¿Cómo sabes eso? -consiguió decir, con una compostura que en absoluto sentía.
-¿Importa eso? -repuso él, metiéndose las manos en los bolsillos.

Parecía estar esperando la pregunta y eso hizo que ella sospechara.

-¿Cómo lo has descubierto? -preguntó, con voz más cortante-. Donghae y tú no frecuentan los mismos círculos.

Siwon se encogió de hombros.

-Mi padre te lo ha pedido, ¿verdad? -lo acusó. Como él seguía en silencio, insistió-: Contesta a la pregunta, Siwon. Eres un esbirro contratado, ¿no?
-Tu padre puso el tema en marcha al pedir mi colaboración, sí -admitió Siwon.
-Lo que estás diciendo es que te pidió que investigaras a Donghae -dijo ella-. Dejémonos de eufemismos, ¿vale? Te pidió que contrataras al detective habitual de Tremont HI, ¿no?

Era un interrogatorio despiadado, y era obvio que a Siwon no le gustaba nada. Pero ella no sintió ninguna compasión. Dado que había aceptado ser el mensajero, se tenía merecido el castigo.

-¿Importa cómo lo descubrí? -preguntó Siwon.
-¿Le has dicho a mi padre que venías aquí?
-No le he dicho nada a tu padre -dijo él, con el rostro rígido como el granito-, ni siquiera lo que ha descubierto el detective. Pensé que tú debías enterarte antes.
-¿Un gesto de galantería, Siwon? -se mofó ella.
-Pensé que lo agradecerías.
-¿Agradecerlo? -le lanzó una mirada fulminante-, ¿Agradecer que investigues a mi prometido? ¿Agradecer que hayas seguido las órdenes de mi padre?

El entornó los ojos y frunció el ceño.

-Claro que lo agradezco. Pero no sé a quién dar las gracias antes. A Donghae, a mi padre o a ti.
-¿No estás obviando lo realmente importante?
-¿Y si te dijera que no te creo?
-Sabes que el detective me ha proporcionado las pruebas que sustentan lo que digo.
-Déjame verlas -ordenó ella, mirando el sobre. Extendió la mano para agarrarlo.
-No.
-¿No? -repitió ella, incrédula.
-Te dejaré ver parte. He traído fotos y un informe que demuestra que Donghae no tiene un céntimo.