Capítulo 12

24 1 0
                                    

  ______ ya había hecho planes para cenar con Donghae la noche siguiente.
Entró en el Club La Ultima Cena a las siete y cuarto. Pensó que, si se salía con la suya, ésa sería la última cena con Donghae.
Llevaba puesto un pequeño vestido negro de Proenza Schouler. Lo había bautizado para sí como el «vestido del adiós».
Había telefoneado al restaurante para que le comunicaran a Donghae que ella llegaría con retraso.
Encontró a Donghae justamente donde esperaba. Ya estaba sentado, disfrutando de una copa de vino tinto y echando un vistazo a la carta. Su rostro se animó al verla.

-¡______! Me alegro de que hayas llegado.

______ pensó que su alegría duraría bien poco. Se detuvo cuando llegó junto a la mesa, sin molestarse en tomar asiento.

Donghae se puso en pie y ______ contempló el gesto con cinismo. Cuando conoció a Donghae la habían impresionado sus modales corteses, pero en ese momento no parecían sino otro artificio de su falsa y bien construida fachada.
Lo miró de arriba abajo.

Llevaba una chaqueta de lino blanco crudo sobre una camisa azul claro, que acentuaba la palidez del color de sus ojos. Tenía el cabello castaño oscuro artísticamente revuelto.
Su apariencia le pareció demasiado perfecta, y ______ se insultó a sí misma por milésima vez en las últimas veinticuatro horas.

Pensó en lo dispuesto que había estado Donghae a tener niños cuanto antes y se preguntó si había sido entusiasmo fingido. Sin duda, tener hijos en común le habría dado un acceso más sólido a su dinero.
Incluso el deseo de Donghae de celebrar una gran boda le parecía sospechoso en retrospectiva. Una gran celebración habría supuesto una gran oportunidad de negocio para él, dado que la flor y nata de la sociedad de San Francisco habría asistido.

Donghae estiró el brazo para apartar una silla, pero ella siguió de pie. Por fin, él captó su expresión y arrugó la frente.

-¿Algo va mal? -preguntó.
-Dime una cosa -espetó ella-, ¿Es verdad?
-¿A qué verdad te refieres?
-¿Estás viendo a otra mujer?

La expresión de Donghae registró un instante de asombro, después se volvió impasible.
«Oh, es muy bueno», pensó ella.

-No sé a qué te refieres -contestó él con cautela, después su rostro se suavizó-, ______, estoy comprometido contigo.

Llevó el brazo hacia ella, pero ______ lo evitó. Había contado con cierto retraso y ofuscación.
Sacó las fotos del bolsillo exterior de su bolso y las echó sobre la mesa. Observó cómo las contemplaba él.
Al principio, el rostro de Donghae denotó sorpresa, luego inquietud y, finalmente, tensión.
Sin embargo, cuando alzó la mirada, ella comprendió que no estaba dispuesto a dejar el juego. Sus rasgos habían adoptado una expresión relajada y segura.

-______, puedo explicar...
-Hay más -lo cortó ella.

El día anterior, tras la marcha de Siwon, había abierto el sobre. Había extendido las fotos sobre la mesa del salón y las había mirado hasta que se le había embotado el cerebro. Mostraban a Donghae con la curvilínea morena, y eran tan incriminatorias que se preguntó qué era lo que Siwon no le había permitido ver. Tal vez una cinta de vídeo.

Taladró a Donghae con los ojos y, tras unos segundos, vio cómo dejaba caer los hombros.

-¿Quién te las ha dado? -exigió él.
-¿Importa eso? -replicó ella.

Sabía que sonaba exactamente igual que Siwon el día anterior, al quitarle importancia al origen de las fotos, pero le daba igual.

-Tu padre -adivinó Donghae.
-Choi Siwon -replicó ella.

La satisfizo contradecirlo. Técnicamente hablando, era Siwon quien le había entregado las fotos.

-¿El tipo que conocí en la fiesta en casa de tus padres hace unos meses? ¿El director ejecutivo de Tremont HI? - Donghae frunció el ceño.

Ella asintió.

-Siguiendo órdenes de tu padre, seguro -adivinó Donghae.

Ella no contestó, pero cerró los puños.

-Tu padre siempre me ha odiado -dijo él esbozando una sonrisa seca-. Me la tenía jurada desde el primer momento.
-¿Eso es todo? ¿Es cuanto tienes que decir?
-¿Qué quieres que diga, ______? – Donghae la miró con expresión fría.
-¡Me estabas engañando! Me mentiste... ¡Me traicionaste! -le lanzó ella-. ¿Pensabas seguir con ella durante la luna de miel y el resto de nuestro matrimonio?
-______, estás haciendo una escena -dijo Donghae, mirando a su alrededor.
-¡Me importa un cuerno!
-Este lugar no es adecuado para esta discusión.
-Pues a mí no se me ocurre ninguno mejor -replicó ella antes de llegar al grano-. ¿Por qué ibas a casarte conmigo, Donghae?

Scandal in the office *TERMINADA*Where stories live. Discover now