Capítulo 1

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Mí nombre es Alice mí vida hasta ahora es igual de normal como la de cualquier chica, pero siempre llegan cosas que la hacen cambiar.

Ahora empiezo por contarles la historia de mis padres y de las razones para que yo me encuentre en mí sitúación actúal

En su juventúd, mis padres sostenían una fuerte deuda con un casino, fue tan desesperada sitúación pidieron ayuda a uno de sus socios y mejores amigos James McKlovin de origen ruso 

Él les ayudó mucho y no pidió nada a cambio pues a pesar de ser buenos amigos, el regresaría a Rusia su lugar de origen en dónde se casaría y formaría una Familia, así que se fue y ya no regreso a Estados unidos.

Hasta que un día después de 26 años regreso con su Familia a cobrar el dinero que le debían mis padres, ellos seguían adictos al juego yo, ya tenía 16 años, nuevamente por sus adicciones habían llevado nuevamente a la quiebra a su empresa y ahora que querían recuperarla ya era demásiado tarde.

Encima de eso venia su socio les estaba reclamando su dinero con los debidos intereses ya que ellos nunca mostraron atención por pagarle, este señor buscaba una esposa para su hijo, de una buena Familia y renombre.

El intercambio apenas empezaba

Alice

Venía de un largo día de escuela, estaba muy cansada pues esta era la semana de exámenes y a pesar de que estaban fáciles, no dejaba de pensar por lo que pasaban mis papás y el no saber cómo ayudarlos me estresaba mucho

Soy como toda chica de mí edad, pero en físico soy una chica de cabello ondulado castaño, de ojos café claro y un poco blanca de la piel.

Entre al despacho de mis padres, pero no estaban así que fui a darme un buen baño y me puse unos jeans ajustados, mí blusa lila preferida y mis tenis convers blancos y bajé a hacerme algo para comer, me puse a hacer mí tarea y como ya era de casi de noche cuando termíné´

La mejor opción por ahora era subir a mí habitación, pero escuche que el portón de la casa se abrió y 3 coches entraron

Al parecer mis padres venia con unos socios y rápidamente subí a mí habitación para dejarlos solos

Después de un rato tocaron mí puerta

—Alice, cariño, baja a cenar— habló mí papá desde afuera

—ya voy— contesté 

Bajé las escaleras, al pasar por la sala vi a dos hombres de traje, se encontraban de espaldas, mí padre y mí madre quienes se veían preocupados al hablar con ellos, me iba a pasar de largo pero mí padre hablo

—Alice cariño ven— yo sin más obedecí y me dirigí hacia ellos 

—¿qué pasa papá? — pregunté 

—te presento al señor James McKloving y a su hijo Franck McKloving— volteé a verlos, me di cuenta que era un señor con un poco de canas, su hijo era alto, piel blanca, unos hermosos ojos verdes, era muy guapo, pero no de mí agrado

—encantada— hablé amablemente y extendí mí mano para saludarlos 

—bueno hija el asunto es que.. bueno no sé cómo decirlo.. amm— decía

—no te preocupes solo dilo— interrumpió el señor james muy serio

Mientras su hijo ni siquiera me miraba solo aclaraba su garganta, este tipo debe ser todo un Playboy

—¿qué pasa? ¿Es algo más grave lo que pasa con la empresa? — pregunté, yo quería mucho esa constructora pues era mí patrimonio

—bueno tú bien sabes lo que está pasando con la empresa de tus padres, ellos me deben dinero, demásiado, muy aparte de eso les ofrecí nuevamente mí ayuda para levantarla, claro si ellos dejan el juego pues no quiero que mí dinero se vaya a la basura— dijo el señor james —Yo se que tú padre es una persona muy inteligente, incluso sin mí ayuda el la sacaría de la quiebra, pero las circunstancias no son para escoger— 

—¿solo eso? ¿Le pidió?, usted es una persona muy buena— sonreí con felicidad pues así recuperaríamos la empresa

—no lo creo, hay otra cosa y esta te implica a ti, así que solo lo diré, necesito que te cases con mí hijo— habló serio señalando a Franck , mis ojos se abrieron como platos 

—¿qué? — pregunte asombrada a mis padres 

—hija es la única manera— dijo mí madre llorando, me duele verla llorar pero no puedo casarme con este tipo él es como 10 años mayor que yo

—yo me comprometo a no tocarte ni hacerte nada, a darte y pagarte todos tus estúdios, pero tienes que aceptar, asi ayudas a tus padres y a mí también— dijo Franck mirándome a los ojos

—tú aceptas esto de una manera tan simple, pero eres mayor que yo como por 10 años— me asusté 

—solo por 9, si tú te casas conmigo me darán una herencia que me dejo mí abuelo y Utilizaremos este dinero para levantar la constructora— habló serio

—hija tú eres la única que nos puede ayudar, nosotros pondremos de nuestra parte ahora tú pon de la tuya— dijo mí padre

Eso se había escuchado muy egoísta, ni siquiera estaban pensando en mí 

No sabía que decir

—Papá.. pero, esto no están simple para mí— estaba a punto de llorar

—creo que tú tampoco estas en condiciones de elegir— dijo Franck —Si no aceptas ahora, creo que aún tengo tiempo de elegir otra esposa, claro que tus padres no recibirían ningún apoyo de nuestra parte— nuevamente habló, tan serio que daba miedo

Esos ojos verdes demostraban decisión y nada de temor

—así que Vámonos ahora— soltó rápidamente

—¿que? ¿Como? ¿Ahorita ya? — pregunté 

—si, como ya te dije, estoy en fecha límíte para casarme— 

—pero.. — mí padre me interrumpió

—es mejor que se vallan antes de que me arrepienta— mí padre 

—tranquilo ella estará bien — Franck aseguró 

—si, estaré bien— 

¿Qué más podía hacer?, en fin, solo era un matrimonio arreglado
Mejor dicho, mis padres me acababan de Intercambiar por dinero.

Aun no creía como todo esto pudo pasar en un abrir y cerrar de ojos

—pero y mis cosas— pregunte a Franck 

—mañana vendrá alguien por ellas— rápido me jaló del brazo, como pude tome mí abrigo y me fui con el, bien alcance a ver que el señor James estrechaba la mano con la de mí padre 

Todo esto, parecía un trato en el cual mí padre siempre estuvo de acuerdo

Salimos y me abrió la puerta de su coche 

—entra— habló con un tono seco 

Daba un poco de miedo, no sabía cómo era el

Entro el también en el auto y empezó a conducir

—te llevaré a mí casa o más bien a nuestra casa y ahí..—iba a seguir hablando cuando parpadeo un poco y cambio la conversación 

—¿cuánto dinero le tendré que prestar a tus padres? — preguntó seco 

—creo que son 10 míllones de dólares— hablé preocupándome su respuesta 

—ahh está bien, creo que tienes bien como pagarme los— me míró de arriba hacia abajo con una gran sonrisa 

Eso fue Incomodo 

—pero yo no tengo dinero— dije nerviosa

—Solo tienes que ser educada y obediente con lo que diga y te pida— respondió serio 

Intercambiada con el socio de Papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora