Capítulo 16: Hoy por mí, mañana por ti

13 3 0
                                    

Narrador: Dayana

Lo que faltaba... Ahora que logré que esos imbéciles tuvieran su lección, Anthony y Jack casi me atrapan deleitándome con un sabroso soldado. Lo bueno es que logré escapar, la próxima me pondré una capucha y tendré cuidado de dónde me pongo a cenar.

Los seguía desde la lejanía, protegiéndolos para que ningún Zombie se les acercara, principalmente porque hace ya un tiempo que han empezado muchos la última etapa, así que volvían a tener confianza de sí, pero las ansias de comer no desaparecen por lo que seguro harán estrategias guarras para poder comer gente, se parecen a los Ghouls de Tokyo Ghoul...

Me pongo manos a la obra y les despejo la pasada a la Zona B, aunque sé que, si entran ahí, no podré entrar con ellos, me reconocerían fácilmente.

Suspiré y me quedé mirando desde lejos, en un edificio, a los chicos que estaban todavía buscándome, sin duda me dolía verlos así.

- ¿Dayana? – Me sobresalté a escuchar mi nombre. Me giré.

- Hola, HeadShot – Me incorporo y me acerco a la chica.

- Tengo lo que me pidió.

- ¿Y bien?

- Tomas atacará nuevamente con el arma esa – Se refiere a la que rompió la puerta de la Zona A – Quiere atacar a la Zona B.

- No me sorprendería... - Paso mi mano por mis cabellos y me coloco la capucha – Si sabes cómo es su estrategia, házmela saber, querida.

- Todo por mi señorita – Le sonrió y le doy un abrazo rápido para despedirla - ¿Volverá a enseñarme a usar un francotirador?

- Pero tú ya sabes usar uno – Solté una risita – Eres una de las mejores francotiradoras que he visto.

- Pero quiero seguir siendo su alumna – Me sonríe un poco nostálgica – Extraño sus clases.

- Si salimos de esta, Carla, te lo aseguro que tendremos más clases.

- Lo que se espera de la mejor francotiradora – Me hace el saludo de los de SNK que le enseñé y se va sin más.

Sí, es verdad, hasta una psicópata puede tener una amiga.

Y sí, nuevamente, yo fui la que le enseñó a ser una francotiradora a HeadShot, por ello me fue fácil acabar con los soldados ineptos esos sin si quiera que me vieran el rostro. Ser camper no está tan mal.

- Veo que te convertiste en una acosadora, Dayana... - Me giré y me encontré con Tomas ¡Oh vamos, ni que mi escondite fuese tan obvio!

- ¿Qué quieres?

- ¿Acaso no quieres matarme?

- No es uno de mis objetivos matarte, Tomas... Solo intenté hacerlo antes porque te interpusiste entre mis deseos... Mientras no lo hagas, mírame como una desconocida más – Vi que no obtenía respuesta de él, así que intenté cambiar el tema - ¿Y tus perros guardianes?

- Decidí de que no era necesario traerlos – Se acerca a mí y se sienta al lado. Me recordó a algo – Esto es como aquella vez que nos escapamos de casa una noche y nos fuimos al templo de papá, estábamos igual que acá, sentados con los pies colgando desde el segundo piso y mirando la nada.

- ¿A qué viene eso? – Es exactamente lo que yo estaba pensando, pero prefiero guardármelo.

- Simplemente recuerdos, supongo que eso no afecta a nadie.

Amor Psicópata~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora