Mi insípida vida

Capítulo 1. Bienvenidos.

Recomiendo escuchar la canción mientras leen la primera parte, antes de que cambie la persona que narra. Gracias por su atención.

Demi

La ciudad está a oscuras, el cielo luce una gran variedad de tonos apagados y sin vida, se avecina una tormenta. Las calles si bien no están desiertas hay una multitud corriendo sin rumbo. Las casas están incendiadas, muchos edificios en ruinas y justo en medio de todo ese caos una montaña se eleva más allá de donde la vista alcanza, sobrepasa las nubes.

Encima de esa montaña apenas se sostiene una gran estructura circular, las personas del suelo no la ven al estar tan preocupados en no morir, pero aquellos que disfrutan del espectáculo se encuentran ahí. Si alguien preguntara qué es todo esto, seguramente parecería que los dioses se han reunido y se encuentran ahora mismo en el Olimpo, fuera del alcance de todos. Y están usando nuestro mundo como la sede de algún juego de muerte. Simplemente usando a nosotros los mortales como su distracción.

De un momento a otro, luces salen del medio de esa estructura como un rayo y atraviesan el cielo, se podría pensar que es solo un evento más de toda esta catástrofe, pero no es lo que parece pues comienzan a perseguirse mutuamente en busca de acabar con el rival. En ese lugar se está desarrollando una batalla sacada de los libros sobre ciencia ficción más alocados que puedas imaginar. Todos eso rayos multicolor viajan de un lugar a otro y chocan entre sí, siendo el único matiz en ese cielo dominado por el gris y el negro. Si yo no supiera que algunos de ellos están intentando salvarnos, seguramente estaría gritando y corriendo envuelta en pánico como el chico que pasó justo a mi lado hace unos momentos, tenía una cara de horror puro, algo indescriptible me atrevería a decir.

Los rayos entre las nubes se ven como sombras, sombras que forman las siluetas de nuestros atacantes y de sus exterminadores. Se ven tan grotescas y endemoniadamente poderosas que normalmente uno pensaría estoy muerto antes de siquiera intentar hacerles frente, menos mal que nunca he sido alguien que se deje llevar por lo común y mis amigos, que actualmente luchan contra esos seres, tampoco lo son.

Para mi fortuna, yo tengo una misión aquí y no puedo perder el tiempo mirando embobada, ellos me necesitan tanto como yo los necesito a ellos. Aún estoy algo confundida por los hechos, tan sólo sé que esta es una historia de amor, decepción y traición que espero no acabe con el exterminio de mi mundo, como un efecto dominó que ha venido ocurriendo un par de planetas atrás.

Seguro se preguntan qué está pasando. Por qué yo, una joven de 17 años tan jodidamente común (lo sé, acabo de contradecirme) y residente de Gea les está narrando esto, pero es complicado de explicar, sería mejor si lo vieran por ustedes mismos. Así que adelante, bienvenidos a mi vida, bienvenidos a mi insípida pero inesperada vida.

Cinco años antes

Narradora

Gea, el planeta natal de nuestra protagonista, es un mundo muy similar a la Tierra tanto en estructura como en habitantes sin nada que lo haga especial. Las personas que viven en ese lugar siempre han llevado una vida de paz y armonía. Un mundo perfecto, una fantasía utópica. Nada de lo anterior es la verdad, simplemente es la fachada que dan los gobernantes para esconder lo podrida que está la situación. La corrupción asomándose en todo lugar. Aun así, el pueblo nunca se ha quejado, por miedo tal vez, pero esa es la realidad.

Demi por su parte es una joven huérfana común, claro que dependiendo a quién le preguntes, pero común en general. Su vida siempre había sido monótona hasta cierto punto. Hoy 29 de enero a las 8 de la mañana se encontraba caminando a la escuela mientras trataba de resolver los problemas típicos de los adolescentes de su edad, pronto tendría que elegir a qué dedicaría su vida y eso le causaba mucho conflicto pues no quería ser un adulto más en medio de esta sociedad tan asquerosamente podrida.