Parte 2

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Al día siguiente Valkyon despertó temprano como ya era soberana costumbre a las cuatro de la mañana, estiró los músculos dormidos y miró en dirección al pequeño pedazo de tela que cubría la ventanita no parecía querer amanecer, su habitación era la más pequeña y simple que tenía la guardia para miembros experimentados, él la ocupaba porque esa había sido la primera habitación que compartió con su hermano, nunca cambiaría ese cubículo húmedo y triste por nada en el mundo.

Echo un vistazo rápido a su mesita, había varios sobres naranja pastel "cartas del Oráculo" todas de Ykhar, imaginó el hombre buscando su toalla y el cepillo de dientes, se venía un día duro por delante.

Al principio siempre escuchaba a Nevra quejarse por lo aburridas y repetitivas que eran las cartas y que ya ni siquiera las leía, en aquel tiempo pensó que sería agradable recibir una de alguna chica, aunque tampoco lo anhelaba mucho, solía espantar a las mujeres normales y siempre terminaba enredado con chicas que aparentemente querían competirle en fortaleza.

La razón de que hubiesen varias cartas amontonadas en la mesa era que ya no las abría, desde que la coneja descubrió esa vergonzosa práctica, por las noches aparecía mágicamente una carta con la firma de un tal Eros en su escritorio, Descubrió que la autora de las cartas era Ykhar, fácilmente reconocía las cosas que había escrito en ellas, muchas referencias de libros y cosas que habían realizado juntos; la coneja era una buena amiga así que se dedicó a responder las cartas una por una con un sutil rechazo, aunque no le extrañó que no lo notará (no sabía expresarse del todo bien a pesar de leer cada libro que ella le recomendaba) la coneja seguía y seguía enviando cartas no tan anónimas sobre sus sentimientos a pesar de que él ya había llevado las respuestas a su domicilio, hasta que un día finalmente la rechazo directamente bajo el cerezo luego de eso dejo de responder las cartas. Éstas ahora solo venían una o dos veces al mes, pero no tenía tiempo de moverlas, se sentía mal pero no, no le haría eso a ella, su honor no le permitía estar con una mujer mientras su corazón aun pudiera fijarse en otra, su sentido moral se lo impedía aunque eso hiciera infeliz a su amiga.

Eros era el apodo que el espíritu Eldaryano que recogía los ruegos de las chicas y las convertía en cartas anónimas que dejaban en las habitaciones de los hombres aludidos en ellas. Valkyon pensaba si acaso ese espíritu no tenía mejores cosas que hacer, podría ser un excelente mensajero en tiempos de guerra, cuando se le escapo el comentario Ezarel había alegado que si ese fuera el caso sería apodado Hermes, finalmente olvido las cartas a pesar de que muy en el fondo había esperado un sobre de diferente color.

Término de ducharse rápido, seco su cabello enmarañado y busco lo más rápido posible la ropa tirada por el piso para ponérsela, floppy seguía dormida sobre una almohada encima de un nocherito, prefirió dejarla quieta mientras empezaba a ponerse las pesadas botas de cuero y metal.

"Bien hoy desecho esto" se dijo poniéndose de pie y buscando una bolsa para poner las cartas, Ykhar no había mandado ninguna en semanas, probablemente ya lo había olvidado, empezó a ponerlas en la bolsa y fue cuando entre los diez sobres, encontró uno de color distinto... era un púrpura pálido. "Una chica distinta" ¿lo leería? ¿Valdría la pena hacerlo?... quizás no le gustaría darse cuenta que le gustaba a alguna amiga cercana, Valkyon término de meter todas las cartas en la bolsa a excepción de una la cual dejo en la mesa acomodada, entonces se marchó.

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Hacía dos semanas que Olivia estaba a la expectativa de la supuesta magia, Karenn finalmente le confesó hace un par de días que le habían estado hablando a un espíritu que transforma las palabras de las mujeres en cartas de amor para sus remitentes; en el momento que lo supo tan solo opto por ponerse más roja que un tomate, se lo habían ocultado debido a que si lo decían, ella nunca hubiese accedido a ir y confesarse en la playa, para su tranquilidad Alejea le dejo en claro que las cartas llegaban sin remitente y solo debía ser más explícita en su próxima carta dejar pistas sobre quién era o decir su nombre (si había una próxima), finalmente ¿que podría saber él de ella? era una persona demasiado tímida para contarles sus intereses a todos; probablemente Valkyon había leído su carta y pensó que era de Ykhar o cualquier otra mujer del cuartel... estaba asustada "si tan sólo hubiese una forma de saber si a él le gusto o no" pensaba constantemente con la idea de enviar una segunda carta esta vez revelando su nombre.

Cartas Al OráculoWhere stories live. Discover now