El Lado Descolorido Del Amor (Historia Corta)

Ojos celestes de color gris

Capítulo 1

Ojos celestes de color gris.

24 años atrás

_ Buenos días niños. –

_ ¡Buenos días Señorita Gaia! – dijeron todos los niños a unísono. –

_ Niños hoy quiero que le demos la bienvenida a una nueva compañera. – la maestra sonrió y apoyo sus manos en los hombros de la pequeña. – ella es Lexa Woods, ella y su familia se mudaron a California hace unas semanas y espero que todos le demos una cálida bienvenida. –

_ ¡Hola Lexa! – hablaron nuevamente todos los niños. –

_ Hola. – dijo con mucha timidez. –

_ Muy bien Lexa, mira siéntate allí. – le dijo señalándole un lugar vacío, la maestra le sonrió cuando la pequeña levanto la cabeza para poder mirarla a los ojos y logro ver algo de temor en ellos. – ven, ¿quieres que te acompañe? –

La pequeña asintió y se aferró con algo más de fuerzas a la mano de Gaia. Ambas caminaron hasta uno de los bancos vacíos.

_ Lexa, ella es Clarke. –

_ Hola. – le dijo la pequeña rubia con una sonrisa en el rostro. -

_ Hola. – la saludo de la misma manera mientras se sentaba a su lado. –

Lexa se sintió más tranquila cuando la maestra la dejo junto a Clarke, aquella pequeña rubia de ojos celestes le daba una tranquilidad única, ya que en el momento en el que Lexa se sentó a su lado, Clarke la hizo sentir bienvenida, con aquella enorme sonrisa y esos ojos demasiados brillantes.

Por la mañana los niños tuvieron clase de música y luego un pequeño recreo en donde comían unos snacks de media mañana, luego tenían clase de dibujo, era una de las clases que los niños más amaban, ya que las maestras les daban hojas con dibujos para colorear. Todo iba bien en el día de Lexa, parecía que poco a poco se iba a ir adaptando a aquel nuevo lugar, todo iba realmente bien hasta que, paso algo que le dejo un gusto demasiado agridulce en su interior.

_ Clarke. – la llamo Lexa luego de observar el dibujo que Clarke estaba coloreando. - ¿Puedo preguntarte algo? –

_ Sí. – le dijo con esa misma sonrisa que le mostro esa mañana. –

_ ¿Por qué pintas el césped de rojo? –

_ Es que... -

La sonrisa que la pequeña Clarke tenía en su rostro se esfumo como por arte de magia, su ceño se frunció y dejo caer el lápiz sobre la mesa, sus pequeñas manos se cerraron en un puño.

_ Es que Clarke es como un bicho raro. – dijo uno de los niños, Lexa recordó que lo llamaron Finn. – nunca aprendió los colores, siempre pinta demasiado raro las cosas, por eso nadie se sienta con ella. –

Lexa miro a aquel niño y luego a Clarke, la pequeña rubia había agachado la mirada y Lexa pudo jurar que había visto lágrimas en sus ojos que habían dejado de brillar, en ese momento supo que debía hacer algo.

_ A mí no me parece raro. – dijo y le sonrió a Clarke cuando esta la miro. –

_ ¿En serio? – preguntó esperanzada. –

_ Sí, esta bonito. –

_ Gracias. – dijo mientras se apartaba las lágrimas con el dorso de la mano. –

Clarke había aguantado por varios años el maltrato, las burlas, el bullying por parte de la mayoría de los niños y ahora, casi de la nada, una niña nueva, con los ojos marrones más lindos que alguna vez vio en la vida, la estaba apoyando, le estaba diciendo que lo que la mayoría veía como rareza, a ella le gustaba y le parecía bonito, realmente no sabía cómo sentirse más que feliz.