Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo 12: Horrible visión

Tras mucho tiempo por fin les puedo traer la continuación xD.

  — Gray, ¿qué ha sido lo que has visto?— pregunto la maga acercándose y quedando también helada por lo que veía.

— ¿Pasa algo chicos?— pregunto la maga celestial mirando a estos, se acerco un poco y asomo la cabeza para después llevarse las manos a la boca.

Dio unos pasos atrás e inevitablemente vomitó  en el suelo mientras aún seguía la imagen en su cabeza, Erza y Gray lograron reprimir pero solo durante unos pocos segundos. 

— ¿Qué mago ha sido capaz de hacer algo así?— pregunto Erza entre arcadas.

En la sala oculta había muchos cuerpos de niños sin vida, con claros signos de violencia, desnutrición y marcas por todas partes, incluso algunos parecían tener deformidades probablemente debido a los experimentos.

— Uahhhh— gritaba Erza agarrando su cabeza, aquella visión le hizo recordar su pasado provocando temblores y se abrazaba a sí misma, desde hace mucho tiempo que no le pasaba aquello.

— ¡Erza tranquila, estás a salvo!— abrazo Gray algo recuperado y luego se unió Lucy consolando a esta. 

Mientras tanto Kagura y Natsu tras inspeccionar toda la casa se marcharon a buscar en el siguiente lugar, estaban nerviosos porque el tiempo corría en su contra, necesitaban detener a esa gente antes de que todo se descontrolara. 

  — ¿Tú crees que podemos detenerlos?— pregunto Kagura mirando el mapa para ver que no se equivocaban de lugar.

— Si, en cuanto los encontremos los machacaremos— dijo golpeando la palma de su mano.

— Eso espero— su tono preocupaba a Natsu.

— ¡Venga estamos cerca, de eso estoy seguro!— el mago la tomo de la cabeza y la junto con la suya como hace mucho hizo con Lucy.

Ella al sentir al mago tan cerca se sonrojo, su corazón latía muy deprisa y trataba de decir algo pero era como si estuviera paralizada.

— Te prometo que lo lograremos— dijo aún con los ojos cerrados.

Ella derramo un par de lágrimas mientras asentía.

— La dirección marca ese sitio, vamos— la tomo  de la mano y siguieron su camino.

Por su parte, Elfman y Ichiya seguían una pista, llevaba a una casa cercana.

— ¡Entrar rompiendo la puerta es de hombre!— grito mientras hacia lo que decía y entraban en la casa provocando el grito de los integrantes de la familia quienes tenían una comida familiar.

— ¡Meeen!, por el poder del perfume quedan arrestados— dijo poniendo poses con sus manos.

—¿Quienes son ustedes?— pregunto el padre de familia temeroso de que fueran criminales.

— ¿No es esta la Calle Escarlata número 5?— pregunto Elfman mirando el interior.

— No, es la que esta a unos metros de aquí— respondió temblando el hombre.

 Ambos se quedaron de piedra, hicieron una reverencia en señal de disculpas y se marcharon corriendo del lugar antes de que avisaran a los guardias.

  — Pensaba que esta era el lugar indicado— decía Elfman corriendo.

— El poder del perfume se ha confundido...men— seguía a su compañero como podía.

— Equivocarse de casa es de hombres— comentaba esquivaba a la gente.

Mientras tanto Erza ya se había tranquilizado un poco, aún temblaba y se notaba que tenía muy mala cara, solo cuando estaba Ichiya cerca tenía ese rostro. 

  — ¿Te sientes mejor?— pregunto el mago de hielo ayudándola a levantarse.

— Si...un poco mejor— respiraba como su cuerpo le dejaba, han sido unos minutos muy duros.

— De momento salgamos de aquí y respiremos aire puro, te vendrá bien— rodeo a la maga y le ayudo a caminar.

Lucy preocupada también le ayudo a salir del lugar, poco a poco caminaron hasta la salida y por fin tras unos cuantos minutos sintieron la luz del día.

— Fiu, este aire me hace sentir mejor— comento la maga sintiendo el calor del sol y el aire que entraba en sus pulmones.

— Toma asiento hasta que te encuentres mejor— le ayudo a sentarse un poco.

— De momento iré a inspeccionar el siguiente sitio, tu aguarda aquí con Erza— comento Lucy mientras salía al siguiente destino.

Mientras esperaban, Gray vio como poco a poco el cielo se fue volviendo de color negro, algo se avecinaba o por lo menos eso pensaba el mago de hielo. Sus sospechas fueron ciertas, de entre las nubes bajaba una criatura con alas y una gran boca.

— ¿Qué demonios es eso?— pregunto el mago haciendo que Erza también mirase.

Continuara.