Para definir el transcurso de las escaleras se encontraban con una cantidad definida de llaves en cada estación, y uno de cada dos grupos se quedaba en una de ellas. No se podría explicar que, ni como tendrían que hacer para conseguir cada una de ellas, solo hasta llegar al lugar. Al parecer todos los presentes estaban demasiados confundidos porque la realidad del asunto no estaba tal y como lo habrían imaginado en algún momento. Las reglas esta vez habían cambiado y muchos de los pertenecientes ahora en el campus, habían conocido las antiguas reglas del presidente. Algo más estaba pasando y otro objetivo estaban buscando.
Cuando encontró entre tanta multitud a James, un buen amigo que la había rescatado del refugio y la había entrenado lo suficiente para poder ser un Geif, hasta que ahora se había convertido en su mejor amigo y la única familia que le quedaba junto con su hermano Nate. una sonrisa en su rostro apareció en lo lejos al encontrarla mientras se acercaba a ella.
— ¿estas lista?
— Supongo que si — asintió y volvieron al escenario donde tendría que aparecer el nuevo presidente. (Leir).
Entre tantos rumores el que tanto hacia el efecto de angustia era el lugar que habían cambiado en su mayoría las reglas para realizar la carrera, algo que solo había pasado una vez y fue hace demasiado tiempo para recordarlo. Los susurros cesaron y se prestó total atención a la persona que se situaba en frente y a una altura considerable para la vista de cualquiera.
—Bienvenidos a la inauguración de la octogésima tercera carrera anual de las llaves Greifers —Unos gritos de animación se hicieron presentes —como ya todos saben esta carrera se realizaba cada cinco años desde el periodo de Halan Chlons hasta la muerte de nuestro conocido presidente Leir Greifers, que, por logros obtenidos a largo plazo y razones de la falta de conocimientos para liderar esta carrera, fueron estos dos motivos suficientes para que se cancelara y no se continuara.
》Hacia un par de meses atrás, se dio la idea de continuar con esta y seguir con su tradición, para recuperar una estabilidad como siempre hemos deseado, pero como parte de la tradición en cada una de ellas se realizaban algunos cambios. —hizo una pausa que despertó las dudas de toda su audiencia y muchos se creyeron aquellos rumores de hace un par de semanas — sé que circulan por todo Louroshe rumores acerca de esta carrera sobre cambios radicales. Me complace informarles que tendrán que aprender sus nuevas reglas y prepararse por que su objetivo ahora es sobrevivir.
Toda la multitud callaba y se encontraba en un estado donde no sabía cómo reaccionar y por la mente de cada uno pasaban centenares de ideas, objeciones, dudas, etc.
Las últimas palabras de él, se repetían una y mil veces, no podía seguir escuchando lo que decía este, su mente divagaba en preguntas que necesitaban explicación y sabia quien le podría ayudar con tan solo algunas. Se hizo paso entre la multitud y salió del lugar. El pasillo estaba casi vació, algunos trabajadores que corrían de un lado a otro para cumplir con su labor diaria. La que no lograba comprender con claridad era en los laboratorios la información que salía de allí era restringida para los aprendices, siguió caminando al final de pasillo y se encontró con el elevador y tomo la identificación de Lawrence para acceder a la base 13 negans.
Bajaba, no paraba de hacerlo. de repente se paró un piso anterior y las puertas se abrieron en ellos ingresaron dos hombres, de traje blanco, entre su conversación le miraron y entraron, no dejaban de hacerlo, su mirada parecía como afiladas agujas a escasos milímetros de cualquier parte del cuerpo, no le permitía moverse, sus latidos tuvieron un aumento súbito y el sudor el sudor parecía sentir y escuchar como rozaba con la piel, ese silencio punzante le advertía que cualquier cosa en falso le delataría. las puertas en un eterno movimiento tardaron en abrirse y cuando lo hicieron, su cuerpo dejo de estar paralizado y empezó a moverse, tratando de mostrar naturalidad.
— Espera, muchacha — No pareció funcionar
— ¿si? — se volvió
Baton rouge
10:30 h
La circulación hacia su dedos estaba descendiendo, luego se percató de que su mirada estaba tan absorbida en pensamientos que el dolor en su muñeca le hizo volver sus ojos y encontrarse nuevamente con los de él. Pero ella parecía no agradarle el motivo de su desagrado.
Su respiración. Sentía como su respiración y la del sujeto ya eran solo una, estaba tan cerca que no escucho cuando sus labios pronunciaron algo. Exasperado volvió a repetir.
—¿Qué haces aquí? —por fin escucho
—Yo... ten — se removió — tengo una entrevista ¿le importaría soltarme?
Y este en el momento preciso en que ella articulo sus palabras le soltó y se acercó al asiento. Su brusco cambio repentino de actitud, la dejo confundida, no sabía qué hacer ante ese altercado que parecía haber olvidado por completo. Así que prefirió olvidarlo y acercarse al asiento frente a él.
—¿entrevista dice? — pregunto confundido
—Si
—¡Ah! Claro, vienes a entrevistarme
— Disculpa, es una entrevista de trabajo. No creo que usted necesite una cuando parece ser de recursos humanos.
— Recursos humanos — repetía, en todo el tiempo en esa oficina, hasta ahora le vio esbozar una sonrisa. — pues señorita, creo ha perdido su entrevista
— ¿Qué? ¿Por qué? Ni siquiera hemos empezado
— Creo que no me ha entendido, ha perdido su entrevista. Porque este no es el lugar.
— ¿Cómo? — en el escritorio estaban los papeles que le había dado Emilia, se acercó y los tomo. Abrió la carpeta y se sorprendió al darse cuenta que los datos asignados no eran los de ella. Emilia los había confundido ya que las dos eran una entrevista, solo que este era para hacerle una entrevista a él.
No encontraba palabras por articular y disculparse por tal confusión, su mente de repente entro en muchos pensamientos y no sabría interpretarlos en ese momento, además se culpaba a sí misma no haber revisado estos mucho tiempo antes de haber ingresado en la oficina, por tal arrebato había perdido una oportunidad que le había costado demasiado ser seleccionada para entrevistarse, ya no se podía hacer mucho.
Ahora sentía una mirada que se concentraba en ella. No podía dejar de mirarla y preguntarse cómo es que había permitido ese encuentro, ella no podía mirarlo, le avergonzaba haberse equivocado de esa manera, con su porte y vestimenta podría imaginar se no se trataba de cualquier empleado.
— Quédate — su voz suave y calmada, la hizo sentir más tranquila— tratare de solucionarlo, pásame tu curriculum
En acto seguido ella se aproximó al escritorio y entrego la carpeta, sus ojos se concentraron en las hojas, leyendo una por una las palabras que contenían toda su vida, del paso de sus estudios hasta el mas mínimo detalle de sus experiencias laborales, el tiempo que tardo en leer y levantar la vista fue casi una eternidad. Con mucha duda y asombro se dispuso solo a mirarla, a detallar su estado, tanto físicos como personales sus ojos escarbaron en lo mas profundo y sintió como la miraba e intentaba descifrarla, y cuando ella intento decir algo, bajo su mirada y carraspeo; de alguna manera decepcionado.
No decía nada, el silencio era sepulcral. Había una tensión sostenida por un hilo a punto de romper. No soportaba aquella sensación pero no podía permitirse a hablar por cometer un error.
—Khaterine...
De inmediato la puerta se abrió y sus palabras se desvanecieron en el aire, entro una mujer alta, de perfectas curvas y su cabello castaño bien arreglado en una coleta, su asistente personal. Con preocupación, la mujer se acerca hasta quedar a la misma distancia que se encontraba Kate.
—Disculpen la interrupción, pero señor tiene una junta extraordinaria y lo están esperando
—Señorita, Evans. Me temo que por hoy quedamos por terminada la entrevista — dice levantándose y mirando su reloj de muñeca — continuaremos en otro momento.
Se fue y en menos de un minuto estaba sola, otra vez, y se quedo ahí sentada sin esperar nada, solo pensando. Se encontró en un mar de pensamientos cuando de repente todos cesaron a excepción de uno. Aquel que no hallaba una explicación, su instinto le dijo que lo conocía, pero aunque la imagen estaba borrosa, sus claros aspectos le hacían dudar.
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La llave
RandomLa muerte del presidente trajo series consecuencias graves, la gente se disperso y el equipo científico se separo, nadie respondía por semejante daño que causo la muerte de muchos y la desaparición de los greif. Vuelve a reivindicarse la ciudad y l...