🍭One Shot🍭

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Jeongyeon estaba sentada en la barra del bar tomándose una cerveza mientras Jinyoung coqueteaba con ella y le sonreía. La castaña apenas le prestaba atención. Disimuladamente buscaba a otra persona. Ella había acudido al bar a buscarla. Estaba desesperada por hablar con ella.

El día anterior, cuando se la había declarado en su casa, había metido totalmente la pata al rechazarla. Ella la amaba, pero no se había dado cuenta de ello hasta que la rechazó y se fue corriendo.

Había ido a buscarla a su propia casa y Nayeon le había dicho que allí no se encontraba, que había salido. Jeongyeon no se la había creído y había insistido para que le enseñase la casa. Quería asegurarse de que ella realmente no estaba. La mayor se la enseñó y, entonces, se fue corriendo al bar. Mientras tanto, rezaba para que estuviese allí. Sin embargo, tampoco le halló.

-¿Y 3MIX?-le preguntó el camarero, sacándola de sus pensamientos.

-En sus casas-contestó seca.

Se terminó la cerveza de un solo trago y se despidió de Jinyoung antes de salir del bar.

Andaba por las calles de Seúl con las manos en los bolsillos y mirando fijamente al suelo mientras se preguntaba dónde podía estar esa chica. Le había preguntado a Nayeon, pero ésta no le había mencionado ningún lugar.

Se le ocurrió ir a la casa de las japonesas, donde seguramente estuviera Sana. Confiaba en que ella le diera alguna pista del paradero de la líder, ya que ella no sabía lo que había sucedido ayer por la tarde.

Corrió hacia la casa para llegar cuanto antes. No quería perder ni un minuto más.

Llamó al timbre del piso alquilado donde vivían sus amigas y esperó a que alguna de ellas le abriera. Para su suerte, fue la propia Sana.

La japonesa le preguntó que le ocurría y Jeongyeon le preguntó por el paradero de Jihyo. Sana, a regañadientes, le dijo donde se podía encontrar su amiga, pero antes de que pudiera preguntar a la más alta porqué quería saber donde estaba Jihyo, ésta cerró la puerta del piso.

Ojalá que ella se encontrase en la orilla del río Han, tal y como la había dicho Sana.

Flashback

Las dos castañas se dirigían a la casa de la más mayor por las calles de Seúl. Era de noche y ambas salían de una taberna bastante borrachas. Se habían ido a beber juntas con su amiga Nayeon, pero ésta se había ido minutos antes.

-¿Te acompaño a casa?-se ofreció la líder. Yoo asintió.

Hacía frío y Jihyo se lamentó de ello, por lo que la otra le prestó su abrigo. Bajo el caliente abrigo de Jeongyeon, la coreana se sonrojó al oler el olor de su amada y al imaginar que esa prenda que llevaba puesta había rozado su piel.

Llegaron a casa de la más alta. Jihyo se sentía valiente, el alcohol le había dotado de un porte que hasta entonces desconocía. Se acercó a su amiga y la besó en los labios. Jeongyeon abrió mucho los ojos, bastante confundida y apartó a la otra cantante de un fuerte empujón.

Se quedaron varios minutos mirándose fijamente a los ojos. Los ojos de la más baja irradiaban amor a la persona que tenía en frente, mientras que los de Jeongyeon sólo expresaban confusión.

Ninguna de las dos habló durante esos minutos hasta que la líder no fue capaz de soportar aquella tensión y rompió a llorar. Pero, antes de que su amiga pudiera hacer nada, salió corriendo en dirección contraria a la casa, dejando tras de sí el abrigo de ésta en el suelo.

Jeongyeon lo recogió, sorprendida, y se lo llevó consigo a su cama para poder respirar el olor de Jihyo.

Fin Flashback

Jeongyeon llegó a la playa pero no había nadie. Buscó con la mirada cualquier atisbo de ser humano hasta que vio una figura sentada en el borde de un puente cercano. Tenía la cabeza metida entre sus rodillas mientras que la suave brisa acariciaba y revolvía su largo cabello castaño oscuro.

Suspiró aliviada y anduvo rápidamente para subir al puente e ir a donde estaba la chica. Necesitaba decirle cuanto antes que si que la correspondía.

Llegó al lado de la figura, pero esta no levantó la cabeza ni se movió. Pese a no poder ver su cara sabía que estaba llorando, y que esas lágrimas que estaba derramando eran por él.

-Jihyo-yah -susurró.

En ese momento, como si hubiese pronunciado unas palabras mágicas, la cantante sacó la cabeza de sus rodillas y miró a Jeongyeon.

-Perdóname-susurró.

Jihyo comenzó a llorar de nuevo. Entonces, se arrodilló en frente de él, y antes de que ella escondiese la cabeza de nuevo entre sus piernas, como un caracol se esconde del sol, Jeongyeon cogió suavemente su barbilla y sonrió.

La castaña le miró sorprendido sin saber que hacer.

-Park Jihyo perdóname a mí, Yoo Jeongyeon, por haber sido tan tonta y ayer por la noche, no haber reaccionado de acuerdo a mis sentimientos hacia a ti.

La pequeña abrió los ojos todavía más sorprendida. Le parecía que las palabras de su unnie y el estar tan cerca de ella, eran un sueño del que la cruel realidad le despertaría tarde o temprano.

La castaña, al ver que Jihyo no respondía, se quitó su abrigo y los puso encima de las cabezas de ambas sin importar que se asfixiarían ahí dentro por culpa de que no les llegase el suficiente aire.

-No sé si me creerás, pero te quiero-susurró Jeongyeon de una forma que a Jihyo, que estaba a un par de centímetros de ella, le costó oír. A continuación, la mayor se llenó de valor, cerró los ojos y pego sus labios con los de Jihyo, los cuales le correspondieron al segundo.

Y debajo del abrigo de Jeongyeon las dos se dieron su primer beso, el primero de muchos.

My First Kiss ||JEONGHYO|| OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora