Ya han pasado dos meses desde que te fuiste... Desde que te perdí.
Solíamos pasar juntos todo el tiempo del mundo, nos divertíamos, nos reíamos de nuestras gilipolleses, pero todo eso quisiste dejarlo, y solo por lo que yo sentía, porque no te sentias igual, te comenzaste a sentir incómodo con mi presencia, ya no me hablabas como antes, temía que llegara el día que finalmente llegó.
"―me iré del piso, Mangel.
― ¿pero pohque?
―es lo mejor, con el tiempo volveremos a como antes y-
―¡No! La distancia nos hará peor joder! La confianza se romperá por completo!
―No se puede romper algo que ya esta roto!"
Deje de salir, de contestar llamadas, ninguna valía la pena si no eran tuyas, una parte de mi estaba enojado, porque no quisiste olvidar lo que te dije. Sin embargo, la otra parte de mi te extrañaba, ¿de que servía? Dijiste que seria lo mejor, pero me dejaste completamente de lado, desde que te fuiste, no volviste a llamar, ni a visitarme, no se nada de ti.
Dime, Rubén... ¿Asi quieres terminar?