único.

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Jungkook miraba con ojitos de enamorado al tierno castañito claro sentado unos puestos a la izquierda. Tenía una vista hermosa del precioso perfil del pequeño niño, de sus labios estirados como si fuera un tierno patito mientras estaba totalmente concentrado en pintar con sus crayones la tarea que había dejado la profesora para la clase.

Era habitual verlo solito en los recreos y en las clases, solamente con la compañía de su cuadernito y crayones. Jungkook, a pesar de que era un niño bastante extrovertido, se volvía tímido y callado cuando estaba cerca de Taehyung, haciéndole imposible tener una pequeña conversación con él sin que su lengua se trabara y su rostro no pareciera tomate.

Su inspección fue interrumpida cuando la profesora Lee llamó la atención de todos los niñitos del salón; les explicó que pronto se realizaría una obra de teatro de la película "Blancanieves y los siete enanitos", en donde todo el curso se dividiría en los que participarían en la obra, y los niños y niñas que ayudarían a las profesoras con la escenografía de la obra.

—¿Alguien quiere participar? —preguntó al final la mayor, mirando a todos sus alumnos. El primero en alzar su manita fue nada más ni nada menos que Kim Taehyung. —¿Taehyung? ¿Quieres estar en la obra? —el niño asintió sin emitir algún sonido. La profesora sonrió contenta, pues no era muy común que el castañito participara en las actividades. En un cuaderno anotó el nombre de su alumno. —Muy bien, ¿Alguien más?

Jungkook levantó al instante su brazo. Probaría suerte, tal vez y en una de esas lo seleccionaban como el príncipe y a Taehyung como la princesa.

Podría besarlo. Pensó con emoción.

—¡Yo, yo, yo! —gritó con euforia.

Lee rió divertida y apuntó el nombre del pelinegro en su cuaderno. De a poco se fueron uniendo sus demás compañeritos, hasta completar la cantidad de personas que se necesitaban en la obra.

—Sin duda será mi oportunidad —susurró bajito Jungkook.

...

Bueno, la suerte no estuvo de su lado como él pensó que sería. Él había sido seleccionado como el príncipe, pero Taehyung ocupó el papel de uno de los enanitos y no el de princesa como Jungkook quería.

Pateó una piedrita mientras iba de la mano con su mami, devuelta a casa.

—¿Qué pasa pequeño? —preguntó divertida al ver el ceño fruncido de su hijo.

Suspiró. —La señorita Lee dijo que haríamos una obra, ¡Y haremos la de Blancanieves! Y yo soy el príncipe, pero TaeTae es un enanito, y yo quiero que él sea mi princesa

Su madre rió divertida por el pequeño enfado de su pequeño. Ella ya sabía sobre el enamoramiento de su pequeño por el niño de hebras castañitas y tierno rostro. Jungkook no dejaba de parlotear en todo el día sobre él, por lo que había que ser un idiota para no darse cuenta que el menor sentía una fuerte atracción hacia Taehyung.

—¿Y quién es la princesa?

—Chaeyoung —murmuró enojado. —No la quiero besar mami, yo quiero besar a TaeTae

Seokhye se carcajeó y tomó a su lindo niño en brazos, éste recostó su cabecita en el hombro de su mamá.

—Algún día lo lograrás pequeño, algún día

...

Taehyung pintaba en su cuaderno de dibujos lo que era su compañerito de clase; pelinegro, ojos grandes y sonrisa encantadora. A su lado estaba él mismo, sosteniendo la mano del niño, y entre medio de ellos dos un gran corazón rojo.

Jugkook y Taehung. Escribió con dificultad en el centro de la parte superior de la hoja de papel.

—¡Listo! —dijo con emoción cuando terminó de colorear el zapatito del pelinegro.

Suspiró con felicidad. Con sus codos apoyados en el escritorio de su habitación y sus manitas debajo de su barbilla, se dedicó a observar fijamente el dibujo de su compañero de clases, Jungkook; el lindo pelinegro que se sentaba unos puestos alejados a su derecha y que siempre se la pasaba riendo con sus amiguitos y jugando con sus figuritas de acción. Taehyung realmente deseaba algún día poder pertenecer al círculo de amigos que tenía Jungkook.

Su pechito se agitaba con fuerza cuando lo veía o lo tenía demasiado cerca. La sangre se le subía a su rostro, provocando un gran sonrojo que le era imposible controlar. Según su madre lo que sentía en su pechito era porque gustaba de Jungkook y que era su persona especial.

—¡TaeTae! ¡Las galletas están listas! —llamó su madre desde la planta inferior.

—¡Ya voy!

Bajó de su sillita, y antes de salir de la habitación tomó su dibujo y lo guardó en la cajita en donde guardaba todos los dibujos de ese lindo niño.

...

Un mes después...

Ya estaba todo listo para la obra; la escenografía estaba perfecta, los niños ya estaban caracterizados con su personaje correspondiente y ya sabían sus líneas.

Jungkook acomodó el gorro café en su cabeza, sonriendo tiernamente cuando ya estuvo listo con su capita roja, su traje azul, y sus botitas café. Una espada de juguete estaba sujeta al cinturón de su traje. Desvío su mirada hacia el más tierno de los enanitos, Taehyung, quien estaba sentado solito con su mirada gacha y sonrojado.

El castañito claro estaba vestido con una polera azul con un cinturón café en su cintura, pantalones rojos y unos zapatitos negros. En su cabeza tenía un gorrito naranjo con una terminación en punta, haciéndolo ver adorable ante los ojos del pelinegro. Balanceaba sus pies hacia delante y atrás mientras jugaba con sus manos, nervioso.

—¡Niños! —habló fuerte la profesora Lee para que todos sus pequeños alumnos escucharan. Todos los pares de ojos estuvieron sobre ella en un santiamén. —La obra ya tiene que comenzar. Les deseo buena suerte a todos los que participan en ella, y felicitaciones a los que ayudaron a la escenografía, hicieron un gran trabajo —algunos niños y niñas sonrieron orgullosos. —Ahora, los super actores y actrices —los y las menores rieron. —a ponerse en sus lugares, ya van a abrir el telón

...

El acto había transcurrido con total calma y sin muchos errores. Estaban en la parte final, en la que el príncipe tenía que besar a la princesa (claramente en la mejilla).

Todos los enanitos estaban reunidos al rededor de la dormida princesa, fingiendo tristeza. Abrieron el paso para que el elegante príncipe pudiera acercarse a la princesa recostada. Jungkook se arrodilló al lado de Chaeyoung, acercando su boquita a la rosada mejilla de la niña, pero se detuvo a centímetros antes de rozar sus labios con la suave piel. Miró por el rabillo de su ojo al castañito claro, se encontraba con sus manitas unidas y su mirada gacha.

Tierno.

No supo en qué momento se separó de Chaeyoung y se acercó a Taehyung, tomando sorpresivamente el tierno rostro en sus manos y acercándolo al propio, juntando sus labios en un inocente beso. El contacto de sus pequeños labios no pasando de los cinco segundos.

Taehyung tenía sus ojitos abiertos por la sorpresa. De los niños y de los padres presentes se escuchó un jadeo sorprendido, hasta de Chaeyoung. Los dos niños se separaron del corto besito, en los labios de Jungkook apareció una gran sonrisa, dejando a la vista sus lindos incisivos centrales superiores. Se giró hacia el sorprendido público, encontrado a su madre entre uno de los primeros asientos.

—¡Mami! ¡He besado a TaeTae! ¡Lo logré!

Volvió hacia el consternado castaño, ahora llenando su rostro y labios de cortos besitos.

Ahora que había logrado besar al niño que tanto quiere, no pararía de besarlo ni un segundo.

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Fuuaaa, esta idea siento que no es una de las mejores, pero es la primera que he podido completar en tan poco tiempo y me he atrevido a publicar.

Espero que les haya gustado, aunque estuviera un poquito aburrida♡.

the prince and the dwarf ━kooktae o.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora