Capítulo 26: Sin recuerdos

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El filo está cerca, cualquier movimiento podría hacer que caiga. Tengo miedo, detrás de mí tengo un barranco y en frente un demente con una pistola dispuesto a matarme.

—Aquí te mueres - dice sin dejar de apuntarme - Ya me cansaste..
—Por favor - suplico - No lo hagas, déjame ir...
— ¡Eso jamás! - grita - ¡No voy a dejarte ir! La única forma de salir de aquí es muerto.

Camina hacia mi, mi cuerpo no tarda en reaccionar haciendo que caiga. Ramas y piedras chocan contra mi cuerpo haciendo cortes fuertes, mi cabeza golpea contra lo que parece ser una piedra, de inmediato todo se vuelve oscuro.

(...)

Hoseok maneja con tranquilidad, es el único tranquilo aquí, no tengo cabeza para pensar en tranquilizarme en este momento.

— Mira - dice él bajando la velocidad - hay una ambulancia ahí, nos tenemos que detener.
—Hazlo - digo mirando con curiosidad - ¿Qué pasó?

Hoseok detiene el auto y enseguida bajo cerrando la puerta detrás de mí, camino lentamente hasta la ambulancia y antes de poder ver un hombre con bata blanca se pone frente a mi.

— Lo siento - dice colocando su mano en mi pecho - estamos atendiendo a un paciente.
— ¿Qué sucedió? - pregunto con curiosidad.
—Un joven de unos veinte años más o menos cayó del barranco - dice mirando hacia atrás - está inconciente.
—¿Veinte años? - pregunto voz baja - ¿Me deja verlo? Quizás lo conozca.

El hombre se corre un poco indicándome que camine hacia la camilla, mis ojos se abren y mi corazón comienza a latir muy fuerte, camino rápidamente hasta él y tomo su mano.

— Jimin - susurro y cierro mis ojos.
— ¿Lo conoces? - pregunta el hombre.
— Es Park Jimin - digo mirando su bello rostro cubierto de sangre - Es mi... novio.
— Lo llevaremos al hospital - dice él - la caída fue grave, estamos tratando de mantenerlo con vida.

Sólo asiento con la cabeza y suelto su mano, mi cuerpo no resiste, si algo le pasa mi vida se terminaría totalmente. Todo sería un infierno, un infierno de donde nunca podré escapar.
Las puertas de la ambulancia se cierran y enseguida toma camino hacia el hospital, corro hasta el auto y subo rápidamente indicándole a Hoseok que siga la ambulancia para poder llegar lo más antes posible.

—¿Qué pasó? - pregunta Hoseok mientras maneja.
— Es Jimin - digo con una expresión de miedo y odio - cayó por el barranco, estoy seguro que fue por culpa de ese maldito.
—¿Pero está bien? - dice sin despegar los ojos del camino.
— Hoseok - digo colocando mis manos sobre mi cara - cayó de un barranco, se dio un golpe en la cabeza es obvio que no está bien.
— Lo siento - dice apenado - Estoy nervioso lo siento, de verdad.
— Ya - digo y sonrio un poco - vamos, apurate.

El auto aumenta la velocidad hasta llegar al hospital; ambos bajamos y caminamos hasta la sala de espera.
El tiempo pasa y pasa, el doctor aún no sale del cuarto donde se encuentra Jimin, cada minuto es como si mi vida acabara por que así me siento, siento como si mi vida se terminara en este momento. Sólo quiero ver a ese hombre salir de ese cuarto y decirme "Él está bien" sólo me queda esperar.

(Una hora después...)

El doctor sale, la puerta hace un sonido al abrirse y de inmediato me pongo de pie, el hombre camina hasta mi con un poco de cansancio y dice:

—Esta estable - sonríe - tenemos que ver que sucede después, ahora mi única preocupación es que el golpe que se dio en la cabeza tenga secuelas.
—¿Qué clase de secuelas? - pregunto frotando mis manos - ¿Qué?
—Temo que el golpe haya afectado su memoria - dice bajando la mirada - Puede que cuando despierte, él no recuerde muchas cosas incluyendo el accidente. Espero sólo sea eso, en estos caso puede que olvide muchas cosas importantes.
—No - susurro - No esto no puede ser, ¿puedo pasar a verlo?
— Si - dice y da unos golpecitos en mi hombro - Espero que todo salga bien, se ve que lo quieres.

Sonrio y camino hasta la habitación, cierro la puerta y camino hasta la cama, me siento en la silla a lado de la cama y tomo su mano, una lágrima cae por mi mejilla, me duele verlo así, con un vendaje en su cabeza, raspones en su bello rostro, daría mi vida por que esto no haya sucedido, bajo la cabeza y cierro mis ojos.

— Uhm..
— ¿Jimin? - pregunto levantando mi cabeza rápidamente - ¿Jimin? ¿Estas bien? Dime algo...
— ¿Qué hago aquí? - pregunta haciendo una nueva de dolor.
— Caiste por un barranco - respondo - te diste un golpe fuerte en la cabeza.
— ¿Puedo preguntar algo? - dice mirándome.
— Si, claro - respondo - Lo que quieras.
— ¿Quien eres?

















¡Hola! Una disculpa por no actualizar antes, me tome un descanso.
¿Qué les parece la nueva portada? Me gustaría que me dieran su opinión.

Cartas De Un Asesino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora