XXV. La Naturaleza De La Muerte

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Kings Landing

Su tío estaba esperándola en la sala de reuniones detrás del salón del trono. Vestía un jubón acolchado de lana color carbón, tan sombrío como su rostro. Cómo todos los Lannister, Ser Kevan era de piel clara y pelo rubio. Nadie lo habría considerado atractivo. Tenía la cintura gruesa y los hombros caídos, y la mandíbula cuadrada y protuberante que la tala barbita amarilla no lograba ocultar hacía que a Cersei le pareciera un viejo mastín. Pero un mastín viejo y leal era exactamente lo que necesitaba.

Tomaron una cena sencilla a base de remolacha, pan y carne, regada con un frasco de vino tinto de Dorne, Ser Kevan casi no dijo nada y apenas bebió unos trago.

«Está demasiado absorto —pensó Cersei— Le hace falta empezar a trabajar para dejar atrás el dolor.»

—Sé cuánto contaba contigo mí padre, tío. Ahora yo tengo que hacer lo mismo

—Necesitas a alguien que sea la Mano del Rey.

«Es directo. Muy bien.»

—Sé que Mace Tyrell es más que adecuado para el puesto.

La ira hizo que se le dilataran las fosas nasales.

—Jamás. —Cersei se retiró un mechón de pelo de la frente— Los Tyrell se están extralimitando.

—La Reina es una Tyrell, sería una tontería querer convertirlos en tus enemigos.

—Lo sé —masculló entre dientes. «Como si pudiera olvidar que esa mocosa estúpida ahora usa una corona y se hace llamar Reina.»— Aún así, no creo que Mace Tyrell sea una buena Mano... ¿Quién mejor para ocupar el puesto de mi padre, que su hermano con quién compartió todos sus consejos?

—Todo hombre necesita alguien en quien confiar. Tywin confiaba en mí, igual que antes tuvo a tu madre.

—La amaba de verdad —Cersei se negaba a pensar en la puta que habían hallado muerta en la cama de su padre— Sé que ahora están juntos.

—Los dioses lo quieran —Ser Kevan estudio su rostro por un largo momento antes de responder— Me pides mucho, Cersei.

—No más que mí padre.

—Estoy cansado —su tío cogió la copa de vino y bebió un trago— Tengo una esposa a la que no he visto desde hace dos años, un hijo muerto al que llorar y Lancel... Él está metido con un grupo de fanáticos religiosos que se hacen llamar "los Gorriones", andan por las calles impartiendo lo que llaman: la justicia de los dioses. Mi hijo necesita que lo ayude.

—Tommen también —Cersei no había pensado que tendría que convencer a Kevan. «Nunca se hizo de rogar con mí padre.»— El reino te necesita.

—El reino. Claro. Y la Casa Lannister —bebió otro trago— Muy bien. Me quedaré y serviré a Su Alteza, el Rey, y a la Reina... Margaery.

Durante un instante, Cersei no pudo hacer nada más que mirarlo.

—Yo sigo siendo la regente —le recordó m

—Lo eras, ahora Tommen está casado y legalmente puede manejar su propia regencia. Tu padre no quería que continuaras en el cargo. Desde hace tiempo hay conversaciones con diferentes señores que buscan tomarte como esposa.

Cersei sintió que la rabia la ahogaba.

—Yo no voy a volver a casarme. Se lo dije a mí padre, y te lo digo a ti...

Su tío permaneció impasible.

—Si estás segura de que no quieres volver a casarte, no te puedo obligar. Pero tampoco es adecuado que permanezcas en Kings Landing... Y también dudo que Roca Casterly sea un buen lugar para ti.

Los Últimos Reyne II | Fanfic GOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora