Capítulo: 66 "Peligro"

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Wen Ning se encontraba corriendo entre los árboles, escalando montañas, su corazón golpeaba su pecho, su respirar le causaba dolor, gotas cristalinas se deslizaban por su frente, un hormigueo recorría por sus manos continuo su trayecto al Receso de las Nubes; su vida corría peligro al ser un informante, un traidor a su Secta, a su Clan, su familia, pero eso no le importo realmente mientras su hermana lo apoyara en su decisión y su familia que realmente quería estuviera lejos del peligro inminente, pues el dolor y sufrimiento de sus amigos era algo que no podría soportar.

El camino fue largo y cansado, pero al joven no le afecto en su decisión, corrió con todas sus fuerzas sor prendidamente logro recorrer el camino a una velocidad sorprendente, en la entrada de la Secta GusuLan, Clan Lan, el Receso de las Nubes se adentró jadeando con sus cabellos azabaches revueltos, sus túnicas desgarradas y sucias con lodo, su cuerpo cubierto por una ligera capa de sudor y con su voz temblorosa y entre cortada pidió que lo llevaran con JiangCheng y Wei Wuxian de Lan debía comunicarles un mensaje importante.

Dos discípulos con túnicas blancas como la nieve y con una cinta de la frente cuidadosamente puesta en la frente lo acompañaron a donde estaba el doncel, el esposo del segundo amo Lan, este al ver a su amigo en esas condiciones se sorprendió.

-Wei Wuxian necesito decirte algo sumamente importante. –Dijo con voz jadeante.

- ¡¿Qué están importante para que te encuentres es este estado?! Te ves terrible. – Pregunto el doncel preocupado.

-La Torre...la Torre Koi... fue...fue.... Atacada por Wen Chao.

- ¡¿Qué?!

-Wen Chao ordeno asesinar a la Señora Yanli y su hijo para mandarte un mensaje.

- ¡Maldito bastardo! ¡Hijo de perra! – Grito el doncel con el ceño fruncido.

-Hay que ir de inmediato ¿Hace mucho que se fueron? – Pregunto Wuxian con el rostro enrojecido del coraje.

-Hace como tres horas.

-¡Maldición! Tengo que ir, JiangCheng también está ahí y en su condición es peligroso. – Dijo el doncel corriendo por su espada, le encargo a una discípula de confianza el cuidado de sus hijos y del hijo del líder de la Secta, luego dio indicaciones y ordene a dos docenas de discípulos que lo acompañaban a defender a su shijie, a su sobrino y a al esposo del líder de la Secta.

Wei Wuxian fue sostenido en los brazos de Wen Ning y este estaba sobre su espada, los otros veinticuatro discípulos volaban sobre sus espadas detrás de ellos, sin embargo Lan XiChen y Lan WanJi iban de regreso al Receso de las Nubes pero al ver a sus discípulos volar en sus espadas en la noche solo significaba algo no bueno, Lan WanJi se posiciono enfrente de su esposo que estaba en los brazos del joven Wen, su rostro era como siempre inexpresivo pero un brillo de molestia se reflejó en sus ojos.

- ¿Qué sucede? – Pregunto el segundo amo Lan.

-El maldito de Wen Chao ordeno atacar la Torre Koi y asesinar a mi shijie y su hijo, además JiangCheng se está con ella.

- ¡¿Qué?! Tenemos que ir para allá ¡De inmediato! – Grito desesperado el líder de la Secta GusuLan, pues su esposo e hijos que venían en camino corrían peligro, dirigió a sus hombres a la Torre Koi.

-Vuelve. – Dijo Lan Zhan.

- ¡No! Tengo que ir con mi shijie y Cheng corren peligro, ¡No pidas que no vaya, porque no lo hare! No pienso dejarlos solos.

-Tienes que, estas embarazado, no tienes energía yang para pelear, regresa.

-Por favor no me digas eso porque no lo are, ¿Eres mi esposo y no puedes protegerme?

-Sí, pero también ten cuidado no actúes impulsivamente. – Dijo Lan WanJi quitándole a su esposo de los brazos de Wen Ning, Lan WanJi se posiciono al lado de su hermano con el doncel en brazos y el joven Wen se colocó detrás de ellos.

En otro lugar un poco lejos de allí una niña recolectaba piedras y flores de colores, XingCheng la vigilaba mientras afilaba su espada, ambos contemplaban la tranquilidad del ambiente, una fresca brisa mecía las hojas de los árboles, la luna alumbraba la oscura noche.

-A-Qing ya es hora de dormir, ya te dejé salir un rato, ya vamos a dormir papá vendrá pronto.

-Ya voy, ya voy. – Contesto la niña corriendo hacia su papá, el doncel la levanto entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

- ¡¿Qué hacen a fuera a estas horas?! Se van a resfriar. – Dijo Son Lang regresando de acabar con algunos cadáveres feroces que estaban cerca de su casa.

-A-Qing quería salir un rato a observar la luna, hoy es un día hermoso.

-Sí lo es. – Dijo Son Lang abrazando a su doncel e hija, los tres observaban a la hermosa luna, pues eran una feliz familia.

Detrás de unos árboles un joven con túnicas cafés oscuro se recargaba en el tronco de un árbol con los brazos cruzados y con una siniestra sonrisa.

-Ya es hora que reclame lo que es mío, te deje jugar a la casita, pero es hora de que mi esposo e hija regresen a mí lado donde pertenecen.

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elvis-Sempai

El doncel del amor y la cultivaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora