Sus esqueléticas manos se movían libremente por la hoja, dejando letras como huellas en su camino. Escribía con leves expresiones de dolor en su rostro. Esta muchacha se veía delicada. Su cuerpo parecía hecho solo de huesos, piel y cartílagos. Y su expresión de dolor daba qué pensar.
Pareciera que está apunto de romperse.
El chico que la solía acompañar le sonreía tiernamente mostrando sus encías, mientras que le acariciaba los finos y escasos cabellos color negro. Esos ojos gatunos, del mismo chico, la miraban con cariño.
Una relación tan fuerte.
Estos dos personajes fueron pareja desde hace dos años. Los dos se conocieron en la tienda de ropa en la que la chica trabajaba. Eran una pareja feliz, en su pleno apogeo de la juventud.
No faltó mucho para que la felicidad fuera reemplazada.
La chica trágicamente cayó enferma. Se desmayó no hace poco. Ya son meses desde que pasó. Mientras que celebraban su segundo aniversario la chica cayó en brazos del muchacho, con su piel completamente pálida. Y ahora están aquí, en medio del hospital y preocupados por si ese día era el último donde escuchen la voz del contrario.
–¿Qué escribes con tanta concentración?–Dijo dulcemente el pelinegro, aún con su mano en la cabeza de su amada novia.
–No sé, solo se me ocurrió esta mañana, pero se supone que es sorpresa para ti–Respondió la joven con su voz ya débil de tanto esfuerzo por mantenerse junto al resto de los mundanos.
–¿Sorpresa? Yo quiero leer –Se quejó, quitando la mano del cabello de la chica.–Dile a tu hermoso Yoongi.
–¿Qué me obliga a hacerlo?–Una sonrisa traviesa apareció en el demacrado rostro femenino, iluminandolo un poco.
–Soy tu novio, se me permite saber.
–Espera hasta esta noche, yo creo que a esa hora ya lo terminaré.
Y así fue. Yoongi se tuvo que retirar por trabajo, pero no sin antes haber dejado unos cuantos besos en todo el rostro de la chica.
Aún en medio del sufrimiento la sonrisa aparece.
Como pareja suelen pasar por momentos muy difíciles, pues la salud de la pelinegra cae cada vez más, pero igualmente pasan unos hermosos momentos, donde todo no es más que sonrisas.
Y la noche llegó.
Yoongi estaba emocionado por ver lo que su novia había escrito. Sabía que en el momento más sano de la vida de su contraria ella escribía mucho, y según sus amigos era muy buena.
Corrió por entre los corredores, y algunas veces saltaba, hacia la habitación indicada. Estaba cerca, el camino ya se lo sabía perfectamente de memoria, hasta que cayó en cuenta que varios médicos estaban en la entrada. Estaban llevando un cuerpo femenino en una camilla.
El chico se sintió confundido. ¿Acaso se confundió de habitación? Él estaba seguro que aquella chica que tanto adoraba aún estaba viva y en casi todas sus facultades, y que más temprano del mismo día ella estaba más alegre que nunca.
Yoongi miró a su alrededor y todo indicaba que esa habitación dónde vió los médicos es donde ella era tratada. Él rompió en llanto, se acercó a esa manada de médicos y logró notar el rostro inerte que siempre observaba con tanto anhelo y cariño.
Fue alejado rápidamente por unas enfermeras, mientras que él seguía llorando desconsolado.
–Oh, señor Min–Dijo una de las enfermeras notablemente incómoda.–Creo que esto era para usted.–La mujer le entregó un papel levemente arrugado. Yoongi lo tomó con cautela, hechó una rápida y última mirada a la camilla para luego volver a ese papel. Lo abrió y notó la delicada y hermosa letra que tanto conocía. Siempre tan suave, hecha con la mayor delicadeza.
–Quizá este sea mi definitivo adiós. No te puedo explicar cómo lo sé, pero quizá ya no estaré–Leyó en voz alta, con sus lágrimas cayendo una por una en el papel.
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Stories of Bangtan
FanfictionComo dice el título son ¡historias! Puedes encontrar one-shots como también imaginas. De todo un poco. Si tienes un pedido puedes hacerlo, libremente y explicando con claridad. Estaré esperando.