— ¡Phoebe! —gritó Cherry al entrar a la cafetería llamando la atención de unos cuantos al rededor, incluyendo a su amiga. Se cercó a ella y se sentó a su lado, después le quitó su manzana a la melliza—. ¿Ya te enteraste?
— ¿Sobre que?
— La excursion.
— Ahaha, eso. Si, será divertido ¿iras, cierto?
— Claro, estaría loca si no.
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— Lo se, es tan anticuado.
— Si, pero también creo que sus ojos lo compensan.
— ¡Oh, hola chicas!
— Hola, mamá
— Hola, señora Thunderman
— ¿Alex no vino de nuevo?
— ¿Eh?
— No ha venido en los últimos días, eso es raro. —sin más, la madre de la melliza se retiró escaleras arriba, dejando a ambas chicas solas.
— ¿Por que se les parece raro eso? —pregunto Cherry.
— Bueno, Alex solía pasar prácticamente todo el día aquí. Hasta que la castigaron hace unas semanas.
— Oh. ¿Cada cuanto sucedía eso?
— Todos los días.
— Ahaha —realmente ya no supo que decir al respecto por lo que decidió cambiar el tema—. Oye, ¿me prestarías tu libro de matemáticas? No entendí nada en mi clase.
— Claro —buscó en su bolso, sin embargo, no lo encontró—, que raro. No está.
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— Alex, por aquí —hablo la castaña en voz alta hacia la rubia quien tenía una charola en sus manos, esta última, simplemente caminó sin girar a verla y se dirigió hacia afuera de la cafetería—. Oh, creo que no me ha oído —le comentó a su otra amiga, quien asintió creyendo que era verdad.
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La melliza esperaba recargada sobre la pared a la chica MacCalistter, quien estaba dentro de una clase de matemáticas por alguna razón. De verdad estaba ansiosa por hablar con la rubia, pues tenían más de una semana que no lo hacían. Por algún motivo, no se habían encontrado en todo ese tiempo, más una par de veces, sin embargo, era por breves momentos y no compartían palabras la una con la otra.
POV'S PHOEBE
La campana sonó, al fin la clase de matemáticas había terminado al igual que mi hora libre. Un par de chicos empezaron a salir del aula y estuve atenta para encontrar a Alex, quien fue la última, realmente esto me sorprendía, normalmente escaparía del salón de clases lo antes posible.
— Alex —le llame una vez la ví y me acerque un par de pasos. Sin embargo ella no se giró, y siguió caminando por lo que me apresure para alcanzarla, tomar su mochila y pararla—. Oye, te llame ¿no me escuchaste?
— ¿Parece que estuviera sorda? —pregunto sin girar a verme—. Pensé que era obvio que te ignoré.
— ¿Que? ¿Porqué?
— ¿Que es lo que quieres? Tengo cosas más importantes que hacer, así que habla rápido.
— Oh, bueno —comencé diciéndole—, lo lamento no te quería molestar. Y... bueno, la verdad, yo...
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The Thundermans...algo así
Roman pour Adolescents"Entre a la gran casa guiada por la chica sonriente -ahora mi amiga- nos sentamos en el sofá y la platica surgió de la nada, haciéndonos reír por nuestros comentarios -obviamente bobos- - ¡¿Qué hace ella aquí?! -mencionaron a mis espaldas, gire enco...