Paint my Heart ⇨ J.Jk (Completa)

Quarante-neuf

El vuelo de regreso a Corea había resultado ser el más duro para Jeon Jungkook. No lo esperaba, no tan rápido. Había transcurrido una semana de la última discusión con Anyca y las vacaciones finalmente habían acabado tanto para el grupo como para el staff. Fue como una apuñalada en el corazón observar cómo Yoongi sostenía la mano del amor de su vida, ambos sentados en la misma fila de asientos del avión. La chica recostaba la cabeza sobre el hombro Min, y este sonreía satisfecho por compartir un momento así con su, ahora denominada, novia. El maknae sentía ganas de correr hacia ella, de apartarla del otro y abrazarla con todas sus fuerzas. Pero tenía la mirada de Hye sobre él, quien yacía sentada a su lado y no dejaba de sujetarlo con insistencia del brazo.

Al regresar un fin de semana, claramente tanto Bangtan como el staff podrían descansar en sus hogares hasta el siguiente Lunes, el cual marcaría nuevamente el comienzo del año laboral. Anyca aun continuaba viviendo con el grupo, por lo que obviamente los acompañó al no tener supervisión de Big Hit y esperar a que Hye abandonara el aeropuerto. El viaje en la camioneta no fue nada más que pura incomodidad, pues un silencio tajante se hizo presente.

"¡Aish! ¡Cómo extrañaba estar en casa!" Jimin estiró los brazos una vez que bajó del automóvil.

"¡Comamos! ¿Qué les parece pollo frito?" Hoseok rápidamente propuso y todos asintieron contentos.

"Jin-hyung, llama para que lo traigan aquí." Rogó Taehyung.

"¿Porqué yo debo pedirlo? No por que sea el más grande significa que deba hacer todo. Que llame Nam esta vez." Entonces Kim rodó los ojos pero de todos modos tomó el teléfono entre sus manos y llamó.

Todos comenzaron a ingresar a la casa, cada uno llevando sus bolsos y pertenencias a sus respectivas habitaciones. Anyca se encerró en la suya y decidió que una ducha sería lo mejor para quitar su estrés. Una vez que acabó con ello, caminó por los pasillos de la segunda planta buscando a Suga. Jungkook la vio pasar, la observó lleno de lujuria en sus ojos. Pero ella simplemente lo ignoró y pasó de largo. Otro golpe más, pero no pensaba mostrarse débil, claro que no.

Anyca llegó a la habitación de Yoongi y posterior a golpear la puerta ingresó. Parecía estar bastante ordenada, y una luz amarillenta la iluminaba levemente. Observó entonces en un rincón de la habitación al chico de espaldas, en toalla nada más. Cubrió sus ojos avergonzada y soltó un chillido. Él rápidamente volteó asustado y luego sonrió acercándose a ella.

"Hey... tranquila. Como si no me hubieses visto el pecho antes." Habló con seguridad sosteniendo las muñecas de la chica. Entonces apartó las manos de su rostro aun manteniendo los ojos arrugados.

"¡Lo siento! Toqué y no habías contestado. Pensé que debería esperarte aquí."

"Anyca, abre los ojos por favor." La voz de Min sonó demasiado profunda y ronca, tanto que generó un estremecimiento por todo el cuerpo de la chica. Ella tragó duro y posteriormente abrió lentamente los ojos. Parpadeó un par de veces para acostumbrar la vista y su mandíbula cayó al suelo al ver a Yoongi a centímetros de su cuerpo. Comenzó a recorrer con la mirada aquella silueta que yacía frente suyo. Su cabello colorido estaba mojado, sus ojos oscuros y lujuriosos, sus labios levemente rosados e hinchados. Luego su mandíbula, una mandíbula definida y terriblemente seductora. Las clavículas marcadas, pectorales no muy trabajados pero fuertes al fin. Abdomen tonificado repleto de gotas de agua que aun caían y una línea de cabellos que seguro continuarían pasando aquella toalla amarrada a la cadera. Sus mejillas comenzaron a arder y sus piernas temblaron al oír aquella voz ronca nuevamente. "¿Te gusta?" Preguntó cerca de los labios de la chica.

"Es... magnífico." Se sinceró elevando la mirada a sus ojos nuevamente.

"Abrázame Anyca. Ven aquí." Extendió sus brazos a ella y posteriormente cedió y se dejó.