A chance to change (Luke Hemmings) |5sos

Capitulo 1

Un sabado, a las 5 de la madrugada, empezó a sonar el teléfono a lo loco. Me negaba a contestar pero cedí ya que no paraba.

- ¿Sí? -dije con los ojos entrecerrados.

- Ponte en Skype, tenemos que hablar -suspiró Luke al otro lado de la línea y cortó.

Esa frase no me había gustado nada, así que enseguida cogí el ordenador, entré en mi cuenta y pusimos camara.

- Eh Luke ¿que pasa? -me preocupé al verle con mala cara, como si hubiese estado llorando antes.

- Perdón por despertarte pero tengo que contarte algo -sonaba decepcionado.

No contesté, esperé a que respirara hondo y empezó a decirme las palabras que jamás habría querido oír una chica enamorada.

- Anoche salí con los chicos a un sitio nuevo para despejarme un rato.. Bebí demasiado y los chicos.. -se le quebró la voz- me encontraron liandome con una chica -bajó la mirada.

En ese momento sentí un dolor en el pecho parecido al que sentí al marcharme de Australia hacía unas cuantas semanas.

- No recuerdo absolutamente nada -siguió mientras un par de lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas.

- ¿Casi te tiras a una que nisiquiera sabes quien es? -estaba completamente en shock.

Ese no era mi Luke.

- Soy un completo gilipollas joder, perdóname -estalló en llantos- te necesito aquí conmigo Agustina, ¡yo no era así!

- Confiaba en ti Luke -pude soltar antes de empezar a llorar.

- No, no porfavor cielo, no llores.. ¡Oh dios me doy asco! -dijo tapandose la cara sollozando.

- ¡No me digas cielo! ¿Tu te crees que para mí es fácil estar aquí sin ti? ¡Pues no, es una mierda porque básicamente no tengo a nadie! -grité- ¿Pero sabes?
Saber que en parte te tenía a mi lado me ayudaba a seguir porque te amo pero después de esto, Luke Hemmings, olvídate de mí -me ahogué en mis lagrimas por un segundo. Esto me dolía, muchisimo.

- Agustina, no, porfavor, escuchame -dijo entre llantos, mirandome con sus ojos azules que tan feliz me solían hacer.

- Gracias por todo pero.. adiós Luke -me despedí con un hilito de voz y cerré el ordenador y lo tiré al suelo.

Me tumbé a llorar desconsoladamente en la cama. Sentía que me quería morir. Me venían a la cabeza las imágenes de cada momento en que me había dicho lo tanto que me quería, lo tanto que le gustaba, lo feliz que le hacía y todas esas promesas que durarían "para siempre". Y esas imágenes me estaban destrozando.

Era como si mi mundo se hubiese desarmado en cuestión de segundos y ya no había marcha atrás.

(...)

Al volver al colegio el lunes, no fui a clase en toda la semana. Apenas comía y cada vez que pegaba ojo tenía pesadillas. Lo estaba pasando realmente mal y no quería que nadie se enterase, nisiquiera Sara, así que justifiqué mis ausencias como si estuviese enferma.

Pero llegó un punto en que hasta esa habitación me traía recuerdos de Luke y nuestras conversaciones por Skype cada noche, así que el viernes, aprovechando que todos estaban en clase, salí de mi estudio para bajar a uno de los patios. Me senté en el cesped apoyando mi espalda en un arbol, me puse los auriculares e intenté relajarme. Cerré los ojos y finalmente el sueño me venció.

(...)

- No quiero que sepa que hablas conmigo Michael -le miré a través del Facetime.

- Tenéis que arreglarlo -contestó apenado.

- Tarde o temprano esto se rompería -suspiré- te quiero Mike.

- Y yo a tí.. Cuídate, quiero que estés bien ¿vale?

Asentí y colgué. Guardé todo en los bolsillos de mi pantalón y me dirigí hacia mi cuarto.

- Oye.. ¿estás bien? -pude oir mientras sacaba las llaves para abrir la puerta.

Miré en dirección de donde venía la voz y me encontré con un chico alto, rubio con bonitos ojos claros.

- Soy Tristan Evans, de la habitación de al lado -sonrió.

- Tina -fingí una sonrisa- si estoy bien, gracias -aunque me preguntaba a mi misma si ese chaval sabía algo.

- Si te ha hecho eso, no vale la pena que estés triste por el.

- Espera, ¿qué? -le miré a los ojos, flipando.