Obrero

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Pasaste el tiempo moviendo vigas, barrotes de gran peso, clavando cada una de las partes de las vías para que el tren cruzara el puente y llegara a su destino.

Te duele la espalda, jóven, trabajaste demasiado durante estos años, pero siempre sonreíste al imaginar al tren cruzando por las vías que construiste con tus manos escualidas y delgadas.

Te duelen las manos, jóven, tienes carmesí entre tus dedos y te arde como si hubiera fuego en tus manos; "sé lo que hago" me respondes.
Ante la tormenta no soltaste el martillo y los clavos, eras feliz construyendo las vías, pero nunca supiste a donde ibas, y mucho menos, si ese era tu tren.

En algún momento, vacilaste en continuar, el tren tomaba otro rumbo  y la frustración invadió tu ser y tu alma, pero tenías la vocación suficiente como para continuar sin importar lo que sucediera.

En tu arduo trabajo y horas bajo el sol, bajo la lluvia, a pesar de sentir las gotas de sudor recorriendo tu sien, continuaste, te cegaste, te aislaste de todo el mundo, jóven.

La luna en el agua, encerrado estás en esta jaula de metal; descansa, nadie va a gritar.

Tienes que dejarlo ir, el tren ya se va, y tú solo eres un obrero, que necesita descansar y parar de trabajar.

Las vias están hechas, pero tu no sabes conducir, ese tren no te necesita ¿de qué le puedes servir?

Lo hiciste bien, tu trabajo está hecho, ahora déjalo ir, ya que ese tren necesita alguien que realmente esté junto a él para continuar el camino.

Está bien jóven, quizás el siguiente tren sea el tuyo, no desesperes, tranquilo, tú vales mucho, más de lo que tu crees, has estado todo el año haciendo vías alternas durante tu paso.

Has conocido nuevos países, nuevas vías, deja al tren irse, aún hay todo un mundo que te necesita, hay gente que te necesita y no puedes vacilar frente a ellos.

Al igual que todos, jóven, tienes el derecho de vivir en paz.

Pseudo Poemas De Un Sábado Por La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora