I. Papá

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-¿Seguro que no quieres quedarte en casa mientras estoy en el instituto? -Me pregunta por tercera vez Victor, mientras terminamos de abrigarnos en la entrada de su casa.

Sanrio y cierro los ojos -No, ya te lo dije, mi padre está aquí y hemos quedado para hablar en la federación de futbol -Coloco el cuello de su chaqueta intentando que quede bien, mi vista pasa a sus labios, y no me privo de besarle por unos segundos.

-No te puede obligar a volver a Inglaterra ¿O si? -Pregunta justo cuando nos separamos, tomándome de la cadera para que no pueda separarme, la cual cosa causa que suelte una pequeña risita.

-No, tranquilo, ayer lo hablamos por teléfono. -Acaricio su mejilla, intentando que se sienta bien- Dice que me puedo quedar con tigo un tiempo, solo si no molesto. Y como te vuelva preguntar si molesto cortarás con migo por pesada -Termino la explicación, y el parece aceptarlo con relativa facilidad, así que coge sus llaves para salir por la puerta, haciendo el menor ruido posible para no despertar a su abuelo.

[...]

Mentiria si dijera que no estoy nerviosa, después de la pequeña conversación por mensajes con mi padre recibí una llamada inesperada de su parte. Se le notaba algo inquieto y ansioso, y si mi padre deja de lado su serenidad significa que algo va tremendamente mal.

Estoy entrando al pasillo que conduce al despacho de Axel, en donde se supone que me reuniré con ellos. Juro que el corazón me va a mil, y que mis manos están sudando. Mi mente no puede parar de imaginarse diversas situaciones con conversaciones completamente descabelladas que no tienen ni pies ni cabeza, pero después de haber viajado al futuro me espero cualquier cosa la verdad.

Cojo el pomo dela puerta con nerviosismo, y lo hago rodar abriendo la gran puerta de madera oscura. Veo a Axel, Jude y mi padre sentados en la mesa de reuniones junto a un hombre que me suena demasiado, y que al instante reconozco como Ray Dark. Espera. ¡¿Que?! El supuestamente debe estar muerto, seguro es una imaginación y mi mente debe estar jugando una mala pasada. Dios esto no puede ser real, llevo mis manos a los ojos, fregándolos, intentando despertar de este estúpido sueño que se asemeja más a una pesadilla que a otra cosa.

-Hija- Me llaman des de la mesa- Deja de hacer eso pareces tonta, no es una visión realmente es el. Ven siéntate con nosotros, tenemos mucho de que hablar -Casi al instante obedezco sin poder salir de mi estado de shock, pero como puedo avanzo hacia ellos sintiendo mis piernas temblar, y al final acabo sentando entre Axel el cual me mira sin despegar su vista de mi, y mi padre, quien al instante core mi mano, brindándome pequeñas caritas para hacer que reaccione.

Pero mi cerebro en lo único que puede pensar, es que tengo al hombre que probablemente ha echo más daño al futbol delante de mi, y no deja d mirarme como si en mi interior hubiese algún tipo de secreto que deba descubrir cueste lo que cueste. Su mirada oscura pesa en mi cuerpo. Pero sacudido la cabeza consigo volver a mi estado habitual.

-Tenéis mucho que contarme -Espeto sin complejos- Así que empezad a hablar antes de que me enfade de verdad. Odio, odio -Intento recalcar- Las mentiras, está claro que vosotros cuatro tenis una muy gorda entre manos, así que empezad a desembuchar, ya -Ordeno sin dejarles opción a ninguno de los presentes.

-Bueno -Empieza mi padre- ¿Recuerdas que hace un par de días desapareció la luna de repente? -Asiento con la cabeza sin terminar de comprender- Pues, no es que sea algún fenómeno que nos impide ver la posición del satélite desde aquí, lo que pasa es que la han destruido.

-Muy bien papá, hagamos como que lo que has dicho tiene sentido -Espeto sin mas rodando los ojos y empezando a jugar con el anillo de mi mano por puro nerviosismo, mi mente se adelanta a los acontecimientos y sé que lo que viene no va a gustarme nada de nada -¿Quien la ha destruido?

Distancia [Victor Blade]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora