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Quiero escribirte algo y es que no consigo quitarte de mi mente, dejar todos los pensamientos de ti hacia un lado. Sin embargo, no soy bueno en las palabras como bien sabrás, aunque de ti siendo el principal tema de mis escritos siento que podría estar redactando una vida entera. Quiero plasmar todo lo que amo acerca de ti, hacerte saber lo importante que eres, lo mucho que significas para mi. Hablar de ti y que nadie con tanta perfección pueda sentirse reflejado excepto tú, relatar la manera que tienes de amarme y cuidarme, de todas e incontables bellas virtudes con las que cuenta tu agradable personalidad. Deseo describir tus brillantes y resplandecientes ojos, esos dos luceros que cada vez que veo siento que por fin he hallado un lugar en este inhóspito mundo. Puede que me debatas este hecho, pero bebé, si posas tus castaños orbes en mi mirar lo más bonito que podrás llegar a encontrar en este será el reflejo de tu mirada en él. También me gustaría escribir sobre la paciencia que has tenido con este tontito sin remedio. De como me sigues las bromas en vez de reírte de mí. Me alegra que nunca hayas pensado que soy un rarito idiota y que debías alejarte de mí. De hecho, ocurrió todo lo contrario, siempre has estado allí y me has apreciado en todo momento. Y ah, sinceramente temo que algún día llegues a pensar en ello, que te desilusiones, que sencillamente llegues al punto de cansarte de mis usuales boberías. No me importan las batallas, los rumores, no me queman los miedos, estando contigo me siento fuerte, comprendido y amado. Quién sabe dónde estaría en estos instantes si nunca nos hubiéramos llegado a conocer, cómo podría mantener la sonrisa en mi rostro si pareciera que el mundo se me viene muy grande. Quiero escribir sobre la manera tan única que tienes de tratarme, y de que es la manera en la que he esperado que me traten toda mi vida. Es decir, haciéndome sentir especial, reconfortándome, reconstruyéndome. Haciéndome sentir como un pequeño tesoro que nunca llegará a ser encontrado nuevamente ni aunque el mejor de los exploradores buscara con ahínco por todos los recovecos del basto y recóndito universo. Sobre los lindos apodos también me gustaría redactar. 'Príncipe, amor, bebé...' palabras tan simples pero con tanto poder. Y es que no puedes imaginar como haces retumbar mi corazón cada vez que empleas estos para nombrarme, puede que algún día me dé una taquicardia con tanto amor. Sonríe, que con eso eres capaz de curarme cuando todo duele. Por favor, no permitas que nadie borre esa hermosa sonrisa que posees, en la cual me enseñas todas tus lindas perlas asemejadas a las de un lindo y pequeño conejito. En la cual tus ojos se achican como un pequeño niño estallando en risotadas, haciéndote ver realmente adorable y abrazable, como un lindo y esponjoso osito de peluche. Así que yo tomaré el título de guardián de tus sonrisas, amor. Qué haría yo sin ellas, mi corazón se alimenta de tus sonrisas y respira tus risas. Soy capaz de todo con tal de preservar tu bienestar y felicidad, y es que mi mayor deseo es hacerte la persona más dichosa sobre la faz de la Tierra. Incluso podría dejarte marchar con otra persona que verdaderamente te hiciera feliz y provocara tu felicidad si se da el caso. Aunque doliera horrores sería capaz de aguantarlo, tú eres mi máxima prioridad y así seguirá siendo por el resto de los días, te has ganado totalmente mi corazón, osito. Voy siguiendo el rastro de estrellas, de esa luz que dejas al andar. Así que cumple tus sueños sin miedo, vuela. Que yo estaré celebrando tus risas si ganas, estaré poniendo mis manos si caes.
