Un pueblo tradicional, extiende sus brazos y seduce con promesas a Jeon... Un chico cuyo sueños y esperanzas fueron colocadas en una maleta, cerrando con ella la verdad que aquejaba su corazón...Hasta que una sonrisa rectangular, le hizo abrir la ca...
Siempre he pensado que la vida es un una hoja en blanco. Cuando llega a nuestras manos, ante nuestros ojos tenemos un mundo de posibilidades. Podemos hacer cuanto nos plazca con ella; un avión, un barquito, algún animal elaborado con ayuda del origami, un dibujo, una carta...O mi favorita, una historia. Lo interesante de escribir, es que siempre se puede borrar y comenzar. Agregar o quitar ... La vida es así ¿No? Al final toda obra se convierte en arte, que será perdurado, y si corres con suerte,apreciado por otros; tal y como esos héroes cuyas hazañas las aprendemos en la escuela, o contemplamos por medio de esculturas y monumentos.
Cómo se podrán imaginar, soy un entusiasta del arte, vivo a la espera de musas y ninfas. Por ende, me expresaré de la mejor manera que sé, a través de obras. En este punto, hablaré de una pintura que me provoca cierta preocupación e incertidumbre; "El jardín de las delicias", donde Jheronimus Bosch (mejor conocido como el bosco), nos presenta un enigmático paisaje, donde los pecados capitales se hacen presentes en diversas manifestaciones. En este espacio infernal no hay horizonte. No hay rutas, no hay pasado ni futuro... Sólo el clamor disparatado y fragmentario del presente. Por todas partes hay sorpresas y sensaciones, pero en ninguna parte hay desenlaces. Nada fluye. Es una especie de delirio.
Cuando eres juzgado y tachado como blasfemo, el miedo a ser parte del infierno gravita constantemente en tu mente...Aún más, cuando comienzas a creer que tu alma pertenece a ese horrible lugar por pensamientos o comportamientos "impuros"... Aunque, mis pies son traídos a la tierra, cuando mi razonamiento me incita a cuestionarme; ¿Miguel Ángel es pecador por crear y apreciar a tan hermoso hombre llamado David? No... En todo caso, me niego a vivir en un cielo que se atreva a juzgar al gran Buonarroti. Tal vez por esa razón, decidí huir de mi hogar.Pensé que al mudarme, cambiaría la tristeza de mi pecho, aquel sentimiento de vacío e impotencia. Qué me alejaría de una ciudad prejuiciosa para establecerme en un lugar donde la moral y ética consiste en tus actos y no en tus preferencias. Que al tomar mi maleta dejaría atrás insultos, golpes y miradas de rechazo... Pero no fue así.
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Jamás pensé que mi vida se tornaría rojo fuego...Que llegaría a un pueblo, buscando paz, el cual, en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en "El jardín de las delicias"... Dónde conocí la peor parte de la humanidad, entendiendo, que todos ocultamos un tipo de estigma. No existe nadie lo suficientemente bueno o malo... El proceso de aceptación y la manera en que recibimos la realidad marca la diferencia ¿Qué estás dispuesto hacer? ¿Qué sacrificarías con tal de ser feliz o cumplir aquello que deseas y anhelas? ¿Qué legado te gustaría dejar en el mundo?
El tiempo no dará las respuestas, ni mucho menos curara el dolor, depende de uno mismo. Camina y anda, busca tu sendero, mueve cuantas rocas y troncos sea necesario. La aceptación de nosotros mismos consiste en conocernos y apreciarnos, en darnos cuenta de que nuestra existencia es necesaria para el universo... Cosa que me costaba entender hasta que apareció él. Cuando tomo mi mano y recito palabras de aliento para mi, entendí que el universo podía manifestarse en diversas formas... La vía láctea, había tomado la forma de un chico con cabello oscuro de sonrisa rectangular, mirada intensa, personalidad dulce, labios exquisitos y voz cálida... Con su tacto y amor, aprendí a amarme tal y como soy. Desnudo mi alma y tomó lo mejor de mi. Ambos fuimos condenados y vueltos mártires. Renaciendo de las cenizas con plumaje de acero.
Mi nombre es Jeon JunGuk y esta es mi historia. La crónica de cómo fui quemado vivo y escupido por el mundo, sin embargo, más allá de todo ese odio y rencor, pude conocer la bondad, el amor y el significado de la amistad, logrando pintar un nuevo paraíso, para resguardar un mundo donde solo la sonrisa de la persona amada, resuena. No son memorias de un rey, o de un príncipe, son recuerdos de un joven común, que encontró una razón para vivir y luchar... Es el nacimiento de un nuevo comienzo.
