Capitulo 39

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POV Narrador

Esa noche fue distinta para muchas personas. Había llegado el fin de los secretos mejores guardados por una civilización que vivió cargada de errores y derramamiento de sangre de inocentes. Ellos al final, habían hecho todo para que las personas que más habían sufrido, pudieran volver a encontrarse y por fin su amor vivir para siempre.

Esa noche, Ray y Frank estaban sentados en frente su carpa con un puro en una mano y en la otra un vaso con whisky de 12 años. Sabían lo que iba a ocurrir en esa carpa, aunque a Ray no le gustaba ni un poco. Esa joven, aunque no le pertenecía biológicamente, era su hija de corazón, que hacía que su relación fuera más cercana y más unida. Frank que sabía leer a su amigo y compañero de viajes, sonrió. Los celos de padre podían más de lo que cualquiera se imaginaba.

Brindaron hasta muy tarde, casi llegando al amanecer. Estaban feliz porque todo había terminado y las cosas estaban saliendo como se esperaban. Cuando el alcohol se acabó, volvieron arrastrándose a sus carpas, no se habían dado cuenta de cuanto había bebido hasta que se pusieron de pie y el mundo tembló bajo de ellos.

La luna estaba feliz y brillaba de una manera única. Ella había sido testigo juntos a las estrellas de como un gran amor había acabado por el corazón frio de una sola persona. Ahora estaba siendo testigo del comienzo de algo mejor. Algo que no vive acompañado de mentiras ni de muerte, sino de amor, del amor correcto, del amor que siente sin condición y que es capaz de morir por la otra persona.

Por fin, el amor había triunfado por sobre la muerte y era hora que las personas que más habían sufrido y más habían pagado, fueran felices. Todos y cada uno de los testigos que han vivido entre las dos épocas sabían que significaba el término de algo triste y frío pero, era el comienzo de algo grande.

Por otro lado, en una de las carpas, dos amantes antiguos, que han vivido en dos épocas, volvían a estar juntos. Sus cuerpos se conocían y siempre lo supieron. Intentaron esconderlos con enfados, odios y distancias pero, al final todo salió a la luz y por ende, su amor.

Ella que había sido asesinada injustificadamente en el pasado, ahora estaba viviendo lo que en su época se le negó y el, estaba por fin disfrutando de la compañía de la mujer que más amaba pero, que en un pasado tuvo que mandar a matar por el odio que su padre sentía por las personas que eran capaces de sentir amor por alguien más.

Las peores guerras nacen por un corazón frío y calculador y eso quedo demostrado en su pasado.

Pero esta noche, ese pasado había quedado en lo más alejado de su presente. No era hora de seguir llorando por los actos del pasado, era tiempo de crear cosas en el presente para que exista un futuro para todos.

Las manos del hombre comenzaron a recorrer el cuerpo de la mujer, como si lo conociera desde antes. Suavemente quito la ropa casi transparente del cuerpo de la joven para dejar al descubierto las curvas sensuales que ella poseía y que lo volvía loco. Con dedos, un poco temblorosos comenzó a acariciar cada centímetro de su piel. El color rosado que estaba en todo su cuerpo, lo hizo jadear. Siempre pensó que era muy pálida pero, en este momento, con ayuda del calor de la sangre, esa palidez había desparecido para dar paso a un rosado tierno pero, excitante para él. Es como si la ternura de ella, quedara en su corazón haciéndolo latir aún más rápido.

Sin pensarlo mucho y no queriendo perder el tiempo, se desvistió rápidamente para quedar en las mismas condiciones que ella. Solo una cosa hacia la diferencia entre los dos, por más que la joven estuviera excitada, solo el tono rosado de su piel lo demostraba, en cambio él, tenía algo erecto entre sus piernas, que no se podía ocultar por más que lo intentara. Ella se sonrojo haciendo que Cristian sonriera.

Pasado en común: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora