Epilogo

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10 años después.

POV ANASTASIA

-mami, ¿Este es un fósil de una hoja o de algún animal?- dice Teddy llegando a mi lado. Él está siguiendo los mismos pasos que mi padre pero, de una manera distinta. Donde mi padre busca civilizaciones perdidas, mi hijo busca rastros de animales antiguos y su sueño es encontrar un nuevo tipo de dinosaurio.

-déjame ver- busco mi lupa y comienzo a observar –este es un fósil de una hoja. Aquí está el inicio de la hoja y aquí las divisiones o lo que nosotros conocemos como las venas de las hojas- digo y mi hijo asiente.

-esa es a la misma conclusión que había llegado. ¿Cuándo llegara papá?- dice mientras toma mi lupa y comienza a observar el fósil.

-está trabajando en la empresa y debería llegar como a las 7 de la tarde. Sabes que está trabajando con nuevo proyecto para la creación de invernaderos sustentables para la cosecha de productos orgánicos, a base de la reutilización del agua- digo y el asiente.

-papá piensa mucho- dice y me da risa.

-lo sé pero es bueno que piense. ¿Has hablado con el abuelo?- pregunto. Esta por contestar pero una voz lo detiene.

-sí, hablo conmigo hace dos noches y le dije que iba a venir pero supongo que se le olvido. Tengo algo importante que presenciar y no podía no venir- dijo. Sonrió y voy a su encuentro. No lo veía hace unos tres meses.

-me alegra que estés aquí y ¿Frank?- digo mientras le sirvo un poco de jugo helado.

-llega mañana. Sabes que es más detallista que yo y no se vendría si no dejaba todo en orden. ¿Cómo estas con la exposición?- me pregunta. El dolor de estómago vuelve a hacer de las suyas en mi cuerpo.

-estoy muy nerviosa. Tendremos una sala exclusiva para la civilización Tharomas y será visto por miles de persona que vayan al museo. Más que nerviosa, creo que lo que realmente me pasa es que estoy ansiosa. Quiero que llegue luego mañana y ver como lo recibe la gente- digo y suspiro. He trabajado tantos años en la recuperación de los vestigios que trajimos. Nunca supimos como llego una segunda caja a nuestras cosas pero, sirvió para abrir una sala completa. Hay de todo un poco pero, lo que más nos interesa son las joyas. Están avaluadas en más 400 millones de dólares y es la sala más cara que tendrá el museo.

-todo va a salir bien, cariño. Si te dejaron esas cosas fue por algo y ahora debes de disfrutar. ¿Dónde está la pequeña? No la he visto desde que llegue y eso es raro- dice y me da risa.

-está tomando su siesta. Aunque debería de estar por despertar. Sabes que es demasiado puntual y demasiado llevada de sus ideas. Creo que en eso se parece mucho a mí- digo y mi padre sonríe.

-en carácter son demasiado iguales. Voy a verla, me gusta pasar el mayor tiempo que puedo con ella. Además sabes que solo vengo por tres o cuatro días y después me voy por varios meses- dice dándome un beso en la frente y caminando rumbo a la habitación del Phoebe. Esa conexión que tienen me encanta y me gusta que mi padre tenga un lugar donde llegar cuando termina alguna expedición.

Durante estos 10 años han pasado muchas cosas y dentro de ellas, es que me convertir en madre. Lo que nos sorprendió a todos es que nuestro primer bebé fue un hombre y no una mujer como esperaba Cristian. Fue un embarazo fácil y sin muchas dificultades. Nació por parto natural y sentí que casi me cortan en dos. Era un bebé grande pero no daba tiempo para una cesárea. El bebé estaba listo y en posición y casi afuera cuando llegue al hospital

Durante mi embarazo, Cristian volvió a hacerse cargo de su empresa y me mostró la casa que ocuparíamos desde ahora en adelante. Era hermosa y muy grande y poco a poco la convertimos en nuestro hogar. También aproveche de mandar varias solicitudes de trabajo para museos o galerías pero, ninguna respondió hasta que Teddy cumplió 1 año de vida. Ese día fue que me llamo el museo de Seattle y desde ese día no he dejado de trabajar.

Pasado en común: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora