Este mundo no está creado por fuerzas metafísicas. No es Dios quien secuestra a los niños. No es la fatalidad la que asesina ni el destino el que los echa a los perros. Somos nosotros. Sólo nosotros. Los únicos capaces de domar a nuestra propia bestia que acecha esperando a una próxima víctima a otro sangriento festín donde la única música que habita son los gritos de las víctimas que caen como moscas en las grandes redes entretejidas por los hijos de Cain . Y solo nosotros somos testigos de la más grande tragedia pero a la vez la mayor bendición , la muerte. Observamos con ojos muertos como la vida se escapa de sus cuerpos y como a la vez los nuestros se llenan de vida .
Somos verdugos de una lucha invisible a los ojos de los mortales , juzgamos sin ser llamados a juzgar , tenemos el poder para quitar la vida , pero a la vez no el suficiente para dejar de ser quienes somos , bestias. Somos portadores del más detestable de los dones pero a la vez el más aclamado , la vida eterna.
Cuando abrazamos a nuestro futuro retoño no nos damos cuenta de lo que realmente estamos haciendo , solo un momento hace falta para abrazar , para succionar toda su vitae ,toda la sangre del cuerpo e introducir un poco de nuestra sangre infectada , solo una gota puede hacer que otra bestia más se una a la noche eterna , otra victima mas de la fragilidad de los Cainitas. Maldice a los demonios. Maldice a sus hijos y a los hijos de sus hijos para siempre. Con una maldición empezó todo y con una masacre acabará.
"La sangre nos da vida , nos moldea y nos aniquila."
Aun siendo rehuidos de la mano de Dios mi sire aún seguía creyendo en el creador de luz , ella no perdía la esperanza aunque la batalla ya lo estaba , ella no era ese tipo de persona , si porque ella podría estar maldecida con la sangre de Caín pero aun así ella aún tenía atisbos de luz en su alma, lo supe desde el primer momento en que la vi .
La primera vez que vi a Midori fue cuando yo tenía unos 10 o 11 años , era una noche invernal y el periódico local había anunciado que habrían fuertes nevadas además de aconsejarnos que no saliéramos de casa. Yo estaba justo en frente de la chimenea sintiendo el calor a través de mi piel y observando anonadada como las llamas iban consumiendo la madera poco a poco reduciéndolo a una masa gris y polvorienta de cenizas cuando ocurrió . Llamaron a la puerta en plena tormenta de nieve , la persona que golpeaba la puerta parecía cansada por la frecuencia de los golpes , mi padre no decidió abrir , nadie se movió de donde estaba parecía como si no oyeran nada de lo que pasaba . Mi curiosidad movió mi cuerpo a través de la sala de estar hasta llegar al recibidor , justo al llegar al picaporte se volvió a oír un ruido detrás de la entrada , fue un golpe seco y me apresure a abrir . El cuerpo de una mujer joven yacía en el suelo , la chica era esbelta y pero con cierta decrepitud , su cara era delicada y blanca vestía una prenda bastante moderna , su pelo le llegaba más o menos por los hombros .
Corrí y como pude intenté entrar en casa , tarda bastante rato hasta que por fin pude cerrar la puerta principal . No tenía la fuerza suficiente para llevarla escaleras arriba hasta mi cuarto de este modo la remolque hasta la habitación de invitados que quedaba en el mismo piso .
Cuando terminé me apoyé en la pared respirando forzosamente intentando recuperar el aliento aún me quedaba subirla a la cama pero rápidamente deje esa idea de lado ya que sería prácticamente imposible levantarla , entonces cogí una manta del armario y la tape con cuidado , mientras la tapaba mi mano rozó su hombro , estaba helada . Lo único que pude hacer fue tapar a la extraña y esperar a que mis padres no se hubieran dado cuenta , estaba a punto de abrir la puerta cuando de repente una corriente eléctrica me recorrió entera de pies a cabeza , después de ese instante todo se volvió negro. No podía moverme , solo sentía la moqueta debajo de mi no oía nada , ni el murmullo a lo lejos de la chimenea , era como si el tiempo se hubiera parado a mi alrededor.
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El ultimo eden
VampireUn día mi sire apareció y dijo: La vida ya no tiene sentido, ¿verdad? El vino no tiene sabor. La comida te produce nauseas. Parece que nada tiene razón de ser, ¿verdad? ¿Y si yo pudiera devolverte todo? Calmarte el sufrimiento y darte otra vida. Un...