Vale, ese no era el mejor momento para decírselo, tampoco la forma, ya que Lía se ha quedado callada y me mira confusa. Yo me había quedado igual, pero era mi deber ir.
Acaricio su espalda bajo el agua y agradezco haber acertado con la talla del bikini.
— ¿Lía? Ni que hubieras visto un fantasma ángel —me río intentando quitarle hierro al asunto.
— Es Siria —dice—. Te vas a la guerra, Nick.
— Bueno, no exactamente.
— Veo las noticias, no soy tonta, claro que sí —sus dedos acarician mi cuello y suspiro.
— De acuerdo, sí, pero no lo vamos a llamar así, ¿vale?
Ella curva sus labios hacia abajo y pellizco su mejilla.
— Estaré bien —le sonrío—. Tengo siete vidas, preciosa.
— No eres un gato.
— Si lo fui en mi anterior vida, por lo que en realidad me quedan seis vidas, si no contamos cuando estuve a punto de morir por una intoxicación alimentaria.
Consigo que ella sonría y también lo hago. La situación se ha vuelto un poco incómoda porque no le he dicho que me voy de vacaciones a Miami. La cosa siempre está jodida allí y ambos lo sabemos.
— ¿Cuánto tiempo? —Pregunta.
— Seis meses.
— Eso es mucho tiempo —dice.
— Es menos tiempo que me llevé en España.
— No me compares España con Siria, por favor.
— Se pasarán rápido. Cambiemos de tema, ¿vale? ¿Hasta cuándo estás aquí? —Pregunta.
— Te veré irte a Siria pero no cuando regreses. Se me acaba el visado.
— ¿Cómo has conseguido autorización?
— Porque tengo un billete de vuelta a España.
Me quedo callado porque esperaba verla aquí cuando regresara. A no ser que ella consiguiera trabajo en una buena empresa, dudaba que pudiera quedarse más tiempo. A no ser que fuera de forma ilegal.
— Siempre podemos casarnos para que no te echen —le digo.
Ella se ríe y deja un casto beso en mis labios. — Prefiero irme. Siempre puedes ir a visitarme o pedir destino.
— Por supuesto que pediré destino.
— Dejemos de hablar del futuro —dice—. ¿Qué tal si me enseñas a hacer fotos?
— Podemos casarnos en Las Vegas. Tú de Marilyn y yo de Elvis. Sé que eso no es muy real, pero lo sería para nosotros. ¿No es lo que importa?
Lía, que ya se ha bajado de mi regazo, se gira y me mira frunciendo el ceño.
— ¿Qué estás diciendo? —Pregunta con una pequeña risa.
— Para que no te echen del país siempre puedes casarte con alguien —avanzo hasta ella—. ¿Quién mejor que yo?
— ¿Dónde quedó el chico de "no busco nada serio"? —Me sigue fuera del agua.
— Te estoy haciendo el favor de hacerte ciudadana de Los Estados Unidos. Es solo un favor. Podríamos divorciarnos después.
— ¿De qué pagues la luna de miel? Vale, acepto. Aunque ¿Sabes que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas? También los matrimonios —camina a mi lado y sonrío, mirándola.
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Goodnight and go (Disponible en Dreame)
Roman pour AdolescentsNunca lo entendí. No llegué a saber qué quería, cómo se sentía. Era un misterio. Ese chico alto y moreno de ojos azules y verdes, era un enigma. Su corazón lo era.