Mil veces sí

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  "El amor comienza como un sentimiento, pero continuar es asunto de elección. Y me encuentro escogiéndote, más y más cada día ".
-Justin Wetch  


Alcé la vista y sus ojos color miel se conectaron con los míos, sonriendo como si ningún problema arribará su mente, como si hubiera descubierto la paz mundial. Yo no tengo la misma suerte, mi cabeza está consumida en problemas y yo solo quiero gritar, y lo hago, pero en silencio, internamente, rogando porque él no escanee mi cerebro y se alarme.

Sonrío, pero de manera en que él pueda quedarse tranquilo con la idea de que estoy bien.

La luz que entra por la gran ventana de su apartamento alumbra su rostro, ya no me está mirando y eso está bien. Es mejor así. Sin miradas y dudas inexistentes. Mi mentón está apoyado sobre mis rodillas y no puedo evitar suspirar con la vista que tengo, las luces turbias de la ciudad le dan un toque espectacular, casi una obra de arte.

Mis dedos arrancan algunas pelusas de la alfombra mientras mi mirada va hacia el suelo en el instante que lo veo girar hacia mi. Entonces escucho su voz preguntando "¿Qué sucede?", y yo solo me abstengo de mover mi cabeza indicando que nada malo ocurre conmigo, ni entre nosotros.

Quizá debí hacer otra cosa, ya que mi gesto anterior hace que su mano izquierda se pose sobre la mía, enredando nuestros dedos y causando una corriente en mi interior, que no hace más que crecer cada vez que acaricia mi piel con la suya.

-¿qué sucede?- Hace la pregunta que más he evadido estos días.

NO SUCEDE NADA.

O quizá un poquito.

No era la gran cosa para meter al gran Shawn Mendes. Aunque él estuviera involucrado.

Hace un gesto con su cabeza indicando que me acerque, pero no puedo. Me quedo inmóvil por segundos hasta que él tira de mí y jala mis piernas colocándolas en su regazo. Su mano derecha pasa por mis largas piernas dando caricias inocentes que causan un cosquilleo en mi zona baja, aunque no debería. Se supone que estaba acostumbrada a sus toques, a sus caricias, a sus besos, pero después de un tiempo las cosas se tornaron raras.

Era su mejor amiga. Era. Ya no sabía muy bien en qué términos estábamos, no sabía si eramos algo más que amigos, aunque mi mente rogara por que no sea así, ya que salir con Shawn Mendes incluía más que besos y abrazos. Pero mi corazón gritaba mil veces si a la idea de que fuéramos algo más.

Su mano se quedó en mi muslo, cerca a mi entrepierna, sus dedos se hundieron dando un ligero apretón. Pronto mi mente ya no se encontraba en el lugar, empezaba a divagar entre muchas ideas sobre Shawn y yo.

-¿qué pasa?- Preguntó nuevamente regresándome al mundo cruel donde ambos solo nos mirábamos indecentemente.

-nada Shawn- Esta vez sí hablé, esperando a que le fuera suficiente aquellas dos palabras, pero no.

Lo vi arrugar su frente con el ceño fruncido, bajó la mirada y la posó sobre la alfombra unos segundos hasta que la regresó a mi, esta vez más intensa que nunca.

Abrí la boca para decir algo, aunque nada coherente pudiera salir de mi boca, pero Shawn me detuvo jalando de mi pierna y logrando que toda mi espalda quedase sobre el suelo alfombrado. En pocos segundo lo tenía sobre mí, ambas manos estaban apoyadas a cada lado de mi cabeza y sus cadenas colgaban haciendo que el metal frío tocase mi mentón.

- Shawn- Susurré sin tener la menor idea de qué hacer en ese momento.

Su respiración chocaba con la mía, podía ver su torso desnudo por el agujero de su camisa floreada. Tragué sin saber que él escucharía la saliva pasar por mi garganta por los nervios que me causaba su cercanía.

Mil veces sí [S H A W N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora