I

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En Casa amarilla

—dale Caro, acompáñame— refunfuñaba como una nena chiquita.

《si no fuera mi mejor amiga la sacaría a la calle》

Pensaba mientras me tapaba con la sábana hasta la cabeza.

—Carolina, si me acompañas te llevo con el auto todos los días al colegio ida y vuelta por un mes— dijo y con eso me convenció.

Odiaba tener que esperar a que mis alumnos se fueran para no subir con ellos en el colectivo y Sabrina lo sabía, era mi punto débil y ella se aprovechaba de eso.

—¿a donde vamos Sabri que no te escuché?— le pregunté, porque siendo sincera no la había escuchado ni la mitad de lo que decía solo el: "Dale, Caro" y después, mi atención y yo misma nos dormiamos.

—a Casa amarilla— dijo ella super natural.

—¿me jodes boluda?¿otra vez con eso?— dije echándome de nuevo en la cama.

Ya era como la quinta vez que me lo pedía y yo siempre encontraba una excusa para no ir. Pero ella tampoco iba porque:

—no quiero ir sola, aparte a vos siempre te dan bola los pibes—

Cuando escuché lo que decía me guarde muchos comentarios, como

《¿Me estas usando?》
《Los chicos siempre andan atrás tuyo》
《"colectivo sin frenos"》

—cuando vas a entender que no soy de Boca y los pibes... nada déjalo ahí— dije tirando le una almohada.

—sos hincha de un club que nadie registra nena— dijo y rodé los ojos, odiaba eso, que se creyera mucho por ser hincha de un club grande.

—soy del bicho, el semillero del mundo— dije destapandome —de la Asociación Atlética Argentinos Juniors— dije me pare en la cama.

—dale vestite— me rogó

—no se si quiero ir— dije acostándose de nuevo.

—dale Caro ¿qué más queres?— se acercó a mi.

—qué me acompañes a un partido— dije y ella asintió.

—ok, pero vestite que en cinco salimos— me informó.

—¿y el desayuno?— dije a nadie porque Sabri "el Huracán" se había ido de mi pieza.

Ella era así, alocada y hacía un tiempo estaba obsesionada con una cosa:

Ser botinera.

O como ella lo llamaba, "encontrar al amor de su vida" que de seguro, (según ella) era futbolista.

Pero con un detalle menor, para ella no contaba como futbolista si no estaban en un equipo que ella considerará bueno. Porque créanme que quise presentarse a alguno de los chicos de Argentinos, pero ella no quería saber nada.
Y ahí estaba yo bancancando sus delirios.

Después de todo ella era como una hermana para mi, por eso vivíamos juntas por eso siempre creí que solo yo podía soportarla.
Bueno, yo también era algo intensa con cosas que para mi eran importantes, pero Sabri se iba de mambo.

Hablame - Kichan Pavón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora