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Y ahí estaba yo, sentada en un banco de aquel inmenso parque, donde a mi alrededor se posaban palomas en busca de pan, el cual no traía conmigo. Estaba tan triste y pérdida en mis recuerdos, sobre todo en aquellas palabras que pronunció aquel chico de pelo rojizo, que no me di cuenta que un peli-rosa, moreno, alto y que cuando sonreía se le marcaban unos preciosos hoyuelos a cada lado de sus finos labios, estaba enfrente de mi pronunciando mi nombre con desesperación.
-T/N, T/N...~gritaba el peli-rosa mientras se iba acercando más a mi~
-Que!!!! ~dije después de explotar de furia, pues la tristeza que tenía se fue transformando en furia~
-Lo que has visto no es lo que parece ella... Ella~salen lágrimas de sus preciosos ojos marrones y desvía la mirada al suelo~ ella planeó esto
- Enserio Namjoon, ¿crees que soy idiota? ~pregunte casi gritando y levantándome del asiento~
-T/n por favor, fue una trampa yo no quería bes..... ~le interrumpi~
-te doy solo 1 min para que me expliques lo que me dijo Taehyung después de ver aquella escena ~dije con furia y casi llorando a la vez~
~7 meses antes~
Narra t/n:
Era nueva en la ciudad, pues a mis padres no se les ocurrió otra idea que mudarnos sin previó aviso a Seoul, Corea del Sur. Ellos ya habían estado aquí por cuestiones del trabajo de papá y como les gusto mucho buscaron una casa y un trabajo aquí en Seoul. No me agradaba mucho la idea de mudarnos así de pronto, pues en t/p estaba genial, prácticamente se podría decir que lo tenía todo, buenos amigos, una linda casa, tenía a mi familia.... Pero nooo tenía que venir aquí y empezar desde 0.
Tardamos, como mínimo, una semana en desempacar todos los muebles, las cajas que contenían ropa, platos, vasos, sabanas, etc... Salimos también de compras ya que a mi madre no le gustaba la ropa con la que andaba y me hizo de comprar ropa nueva, queria que me viera "bonita y presentable" Para que nadie me viera mal cuando saliera a la calle, aunque yo nunca le e dado mucha importancia, pues ni como ni respiro con eso, pero a mi madre siempre le a importado su reputación, por eso la mayoría de veces que salía con ella tenía que ir bien vestida aunque yo no quisiera. También pasamos por un Liceo para inscribirme, solo me queda un año para graduarme. Con el idioma no tengo problemas, pues tuve que ir a clases dos años seguidos, porque mis padres querían que lo aprendiera. Para cuando esto pasara.
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Ya era lunes, mi primer día de clase, me puse unos jeans rotos en la rodillas, una camisa holgada blanca casi transparente y unas Converse blancas, un poco cutre como diría mi madre. Desayuné y mi padre me llevó al Liceo, me despedí dándole un besito en el cachete/mejilla, baje del coche y camine por el patio delantero, no muy grande, hasta llegar a una gran puerta. Mientras yo me adentraba por aquellos pasillos de la inmenso liceo, me fijaba en algunos cárteles que habían en algunas vitrinas pegadas a la pared, uno de ellos me llamó la atención, pues anunciaba un concursos de talentos, era una buena oportunidad para mi, ya que me encantaba cantar, no dude ni un segundo y anote mi nombre en el cartel.
Como era el primer día de clase todos estábamos en el gimnasio, que por cierto era enorme, como de costumbre me senté en unos de los bancos que había para que las personas observaran los partidos (en las gradas) y me dispuesta a escuchar al Director dando la bienvenida a todos los alumnos y diciendo a que clase íbamos cada uno de nosotros y nuestro tutor de clase, a mi me tocó la clase 6b de 4.ESO y mi tutora era Park Chung ha, lo bueno es que mi clase habían pocas personas éramos unos 18 o 19 alumnos comparando las demás clases, pues estos eran entre 25 a 34 personas. Después de eso todos nos dirigimos a nuestras clases dirigidos por nuestros tutores.
