Capítulo 1: Todo Por Salvarte

2 0 0
                                    

Los relámpagos atormentaban la noche y la lluvia era solo una pequeña compañía que mojaba las calles de la ciudad.
Tres patrullas pasaban por ahí, haciendo sonar las sirenas de sus autos pero mas lejos de esos vehículos dos personas encapuchadas corrían hasta llegar a un callejón sin salida, la figura mas grande abrió la tapa de la alcantarilla y metió a la figura pequeña dentro para después ir él.
Al estar abajo la figura alta saca de su bolsillo una linterna iluminando el lugar, ambos se quitan la capucha solo dejando ver a un hombre de cabello canoso, piel blanca, ojos color caramelo y una larga cicatriz que pasaba sobre su ojo izquierdo, mientras que la segunda persona se trataba solo de una chica que no pasaba de los diecisiete años, dejaba ver su larga cabellera negra degradada a plomo, piel blanca y unos hermosos ojos grises.

—¿Lo tienes?— preguntó el hombre con su voz grave sonriendo a la joven mientras la apuntaba con la linterna.

—Claro papá— afirmó la joven sacando de su bolsillo unas joyas y volviéndolas a guardar.

—Me llenas de orgullo, Xaria— dijo con ternura aquel hombre acariciando la cabeza de su hija con aquella sonrisa malvada que pasó a ser una gentil y amable.

Los dos caminaron por la vereda de la alcantarilla evitando las aguas sucias pero topándose con una que otra rata, hasta que llegan a otras escaleras. Xaria las escaló y abrió la tapa llegando al interior de lo que parecía ser una fábrica abandonada, luego de ella entró su padre que se estiró tocándose las caderas.

—Padre, ya estas muy...mayor...por no decir "viejo" para estas cosas, tengo dieciséis creo poder hacer las misiones sola— se quejó la joven sentándose en un sillón viejo prendiendo la televisión que también era antigua.

—Ser viejo jamas me detuvo en cumplir mis misiones, una de ellas es cuidarte...no se que haría si te pasara algo— comentó triste observándola pero luego fijó su mirada a otro lado y se acercó a una mesa.

—Lo entiendo pero...ya este fin de semana cumpliré diecisiete, creo poder cuidarme sola— insistió Xaria con su voz irritable.

—Igual seguirás siendo como una bebé para mi— se excusó el hombre acercándose a ella con dos tazones con cereal y leche sentándose a su lado y tomando el control para pasar de canal.

Los dos comieron de su "cena" disfrutando de lo único que tenían de comer, el hombre pasaba los canales hasta detenerse en uno en vivo desde un noticiero.

—Buenas noches ciudad de Nueva York, soy Katerine Suarez con una nueva noticia, este fin de semana trasladaran la hermosa joya de rubí al museo donde sera expuesta a los ojos del publico, la joya vale cerca de mas de cien millones de dolares...— anunció la señorita acomodando sus papeles dejando perplejos a ambos ladrones.

—Creo que este fin de semana será un excelente día hija mía, esa joya será tuya un regalo perfecto para mi princesita— dijo él aun asombrado por aquella noticia.

—No lo se padre...estamos hablando de una joya muy valiosa y que de seguro tendrá una gran medida de seguridad, creo que seria muy peligroso ir a robarla, en mi cumpleaños solo quisiera pasar el día contigo sin robos ni nada, un día en familia— suplicó ella juntando sus manos y mirándolo con unos ojos brillantes de una niña de cinco años.

—Te propongo algo, esa joya vale mucho, si la robamos usaremos el dinero para irnos lejos, cambiaremos nuestros nombres, empezaremos una nueva idea sin robos ¿que te parece? ¿no crees que seria genial?— cuestionó emocionado  tomando las manos de su hija con anhelo.

—Bueno, eso seria genial la verdad me gustaría empezar de cero contigo padre— confesó con una leve sonrisa que no se podía distinguir de una mueca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 05, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MudBloodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora