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Era una fría tarde de enero cuando Jungkook vio por primera vez a JiMin, con sus mejillas coloradas del mismo color de su cabello. Fue esa misma tarde cuando la vio en el rincón del lugar, con una chaqueta de color azul pastel, que supo que tenía que hacerla suya, la chica de cabello rosa la tenía totalmente a su merced, con sus calcetas hasta la rodilla y su lengua color pastilla para la tos.

Una noche de martes, en la que llovía demasiado, Jungkook terminó su turno en la cafetería, observó que JiMin seguía ahí, dando besos en su piel para juntar calor.
Se sentó frente a ella, sonriendo sin saber porqué, JiMin la miró curiosa, mientras Jungkook analizaba su rostro, primero las raíces de su cabello, luego sus perfiladas cejas, sus hermosos ojos rasgados, su nariz que te incitaba a darle un toquecito de lo esponjosa que se veía, sus mejillas abultadas y rojitas por el frío, o quizá por la timidez, sus labios, carnosos y color cereza, simplemente la llamaban a pecar bebiendo de ellos, alcanzó a ver un poco más abajo de su cuello, donde se ubicaban sus clavículas, y se decidió por fin a mirar a la chica.
—Me llamo Jungkook. —pronunció mirándola de manera intensa.
—Soy JiMin. —dijo la chica, obligada a responder por la mirada de la castaña.
—Eres demasiado bella. —y... No lo soportó más, Jungkook acarició la mejilla de JiMin.
—¿Q-qué haces? —preguntó la pelirosa, sus mejillas se ponían más rosadas mientras más caricias dejaba la castaña.
Se podía sentir la tensión sexual entre ellas, Jimin, sorprendiéndose a sí misma, se comenzó a acercar a la mesa, donde su rostro quedó a nada del de la contraria, sus labios rozaban pero ninguna hacía algo al respecto, hasta que por fin, Jungkook juntó sus labios con los de JiMin y comenzó un suave compás, tal baile de máscaras, donde se sentía la adrenalina de 'no te conozco pero te necesito ahora mismo'. Así que después de un rato, en el que ambas tomaban una malteada de fresa y compartían besos profundos, la castaña se levantó y miró a JiMin, la chica se mostró confundida pero se levantó también y le dio la mano, ambas caminaron hacia la salida, el frío ambiente se hizo presente y las chicas se apresuraron a llegar donde estaba el auto estacionado de la castaña, Jungkook tras el volante y JiMin de copiloto; se miraron y volvieron a unir sus labios, esta vez con un apasionado beso que no tenía intenciones de terminar, aún así, se vieron obligadas a separarse porque el oxígeno les comenzaba a faltar, un hilo de saliva unía sus labios mientras en un movimiento impulsivo Jungkook se iba a los asientos de atrás y llamaba a JiMin; cuando la chica estuvo sentada, Jungkook de manera ágil inclinó hacia atrás el asiento y se subió encima de los muslos de la pelirosa.
Se besaban con lujuria. Pasión y adrenalina se palpaba en el aire, Jungkook comenzó a dejar besos esparcidos desde las mejillas de JiMin hasta donde comenzaba su abrigo, la miró a los ojos y comenzó a quitar las capas de ropa, dejando su torso solamente en corpiño, sus pupilas se dilataron al ver que bajo el largo abrigo no traía más que sus panties de red y las calcetas hasta la rodilla, Jimin sonrió con suficiencia y tomó el rostro de Jungkook para volver a los besos; la castaña siguió su camino dando besos por su clavícula, algunos por encima de sus pechos y bajando por su bello abdomen, la pelirosa le facilitó el trabajo levantando un poco sus caderas para bajar sus panties y las medias.
—¿Puedo ponerte de nuevo las calcetas largas? —preguntó Jungkook con su lujuria al 100 y sin ningún tipo de vergüenza.
JiMin asintió un poco tímida y la ayudó a poner las calcetas.
Cuando la pelirosa quedó semidesnuda Jungkook se permitió apreciar el cuerpo de la chica, era totalmente hermoso, realmente se quedó sin palabras.
Sintió a JiMin tirar de su manga, sacándola del trance con su cuerpo, dirigió sus manos hacia la espalda de la chica y desabrochó su corpiño, dejando sus pechos al aire, llevó su boca a uno de ellos y con dulzura comenzó a lamer y chupar mientras que con su mano rozaba el otro pecho, escuchó un gemido de parte de la contraria, por lo que comenzó a bajar hasta su cadera, donde dejó un beso y prosiguió a bajar su ropa interior, se arrodilló en el piso, su sexo se encontraba húmedo por la excitación. La miró a los ojos y acercó su rostro cerca de su clitoris, comenzó a lamer esa zona; los gemidos de la pelirosa subieron gradualmente de tono, con una sonrisa traviesa, Jungkook dejó pequeñas mordidas haciendo saltar el cuerpo de Jimin. subió una mano y comenzó a acariciar el pezon de la chica, que comenzó a gemir el nombre de Jungkook, la castaña aumentó el movimiento de su lengua, sus labios rozaban contra la pelirosa, que después de unos minutos comenzó a temblar.
—Jung-ah Jungkook, me voy a —no pudo terminar su frase cuando sintió que realmente estaba cerca.
La castaña sonrió sin dejar sus movimientos hasta que JiMin llegó al orgasmo en su boca, Jungkook saboreó un poco de JiMin y se levantó para besarla, dejando a la pelirosa probar su esencia; sonrió en medio del beso y vio su rostro cansado pero feliz.
Pasaron cinco minutos hasta que JiMin se recuperó del gran orgasmo, miró tímida a Jungkook, pidiéndole algo con la mirada, parece que Jungkook le entendió y le dio un piquito para después buscar toallitas de papel que siempre llevaba consigo, la limpió y comenzó a vestirla, solo que esta vez añadió su lacoste azul, que la hacía ver más tierna de lo que ya era.
Cuando terminó, invitó a la pelirosa a pasar a los asientos de adelante de nuevo.
Ya listas y con el cinturón puesto, Jungkook pasó a un supermercado de 24 horas y compró cosas para comer, Jimin la esperó en el auto porque estaba cansada. Jungkook solo sonrió y pensó que todavía no eran nada y ya la estaba malcriando, la castaña entró al auto y dejó las bolsas en el asiento trasero, miró a JiMin y le preguntó la dirección, cuando la chica le dijo donde quedaba, Jungkook se mantuvo neutra y comenzó a manejar en silencio hacia el lugar.
Aparcó frente a la casa de Jimin, y cuando se volteó, vio que la chica se encontraba durmiendo, por lo que buscó en el bolsillo las llaves de la casa de JiMin y salió del auto, abrió la puerta y se devolvió a buscar a JiMin, abrió la puerta del copiloto y tomó a la chica en sus brazos, cerró la puerta del auto, le colocó seguro y entró a la casa de la pelirosa, subió por las escaleras y se dirigió hasta la que parecía ser su habitación, la dejó en su cama y se acostó ella también, pensando en lo que ocurrió y en qué haría después.

***

A la mañana siguiente una Jimin adormilada se sentó en la cama, dándose cuenta de que estaba en su casa, específicamente en su habitación, y sola; al pensar lo último miró con nostalgia el extremo de la cama, no eran nada, pero ¿por qué creyó que podía ser diferente? En el fondo esperaba al menos, ver a Jungkook al despertar.
Se levantó y arrastrando sus pies se dirigió hacia el baño, observó su rostro, y su vestimenta, al parecer seguía con esa azul lacoste. Sin tomarle importancia salió y bajó a la cocina a comer algo, estaba realmente muerta de hambre, por lo que al sentir un aroma dulce despertó por completo y miró al rededor de la cocina buscando el origen, se sorprendió cuando vio a Jungkook caminar con una bandeja hacia ella.
Jungkook al ver a Jimin ahí se detuvo y la miró con un poco de vergüenza, tan poquita que ni se nota.
—Yo... Uh, te iba a llevar el desayuno, pero si ya bajaste supongo que comeremos acá ¿cierto? —Jungkook habló con sus mejillas con un leve sonrojo.
—Jimin está arriba, soy solo un fantasma. —La pelirosa volteó riendo y corrió escaleras arriba hacia su habitación.
Jungkook sólo suspiró y subió tras de ella con una sonrisa.
Ya arriba se dedicaron a comer entre risas y coqueteos,
solo ellas,
Jungkook y Jimin.

Fin






Puede que no sepa como terminar el os, y estaba super bonito, meper donan? Aparte que tenía un final alterno pero dije NooOo que viva el jikook 😔😔😔

Knee Socks O.S [Kookmin fem] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora