El galán [AU-DB] #PacmanAwards2019

Cap. 32

Lazuli reposaba en una silla, observando a su amiga quien se peinaba con delicadeza sus largos cabellos oscuros.

Tres días pasaron desde que llegó a parar en el hospital, su rostro se miraba fatigado y sentía mucha hambre, los sueros y dietas previas a su parto no le ayudaban en nada.
Era casi un milagro que la negligencia del hospital le diera un lugar, en la sala de espera una señora que casi estaba dando a luz fue ignorada por la gran mayoría por no tener un seguro médico fijo.
Se compadeció por completo en permitirle tomar su turno, soportar un rato más antes de dar a luz, dejando que la señora se convirtiera en madre. A Milk se le dio la atención requerida no en el hospital donde principalmente había asistido, luego de mucho papeleo y de la presencia de su amiga quien le apoyo, pero se prolongó más su parto por diversos inconvenientes, de todas formas estaba muy cerca de ser madre, solo debía esperar noticias sobre su bebé.

—Tienes un gran autocontrol.

—¿De verdad lo crees? Tenía mucho miedo de que inducieran con mi embarazo. —dejó el peine en la bolsa que Lazuli le había proporcionado. —No se de que manera pagarte todo esto, pero te doy las gracias por salvarme mi vida.

—Déjalo así, lo único que me importa es que ese niño esté bien.—recordó el pequeño rostro de un bebé que apenas conocía el mundo.

—Si, este niño...—ya era madre. Tras haber dado a luz, cayó en la inconsciencia y hasta su rehabilitación le volverían a traer a su hijo.

Un lapso de silencio. Incomodidad e intriga, sabían bien su pendiente el cual no podía seguir siendo ignorado.
Dolor, sudor, llanto y un desgarro interminable, sufrió cada segundo, presenció sus propios genios de dolor y el movimiento del personal que le atendía, dio sus esfuerzos hasta el cansancio, no dejando de luchar hasta que escuchara el llanto que requería.
Lo oyó en la distancia, su mirada se iba perdiendo, su corazón casi desbordaba. Estaba fatigada, literalmente demacrada y pálida. El pequeño rayito de luz fue que su mano tocara la carita de un bebé, se convirtió en madre luego del sufrimiento.

—Dime, ¿lo has pensado bien?

—No quiero arriesgarlo a una mala vida.

—Milk, lo que menos quisiera es alterarme y que tú te sientas culpable, pero estas muy equivocada con esas palabras, ¿cómo puedes deducir a eso luego de tenerlo entre tus brazos? ¿no lo amaste?

Era cierto, esa criatura dio cobijo y una euforia que jamás experimento en su vida, era impresionante como un ser tan pequeño cultivara una enorme emoción cuando apenas nacía. Era su viva imagen, tenía las manos muy chiquitas así como los pies, unos escasos cabellos negros. Unas mejillas rosadas, y demasiado grande  también, su bebé peso 3. 146 kilogramos.

—Claro que lo ame, amo a mi hijo con todo lo bonito que mantengo en mi vida. —pauso sus palabras para limpiarse el rostro con el torso de sus manos. —Pero el no tendrá aún padre amoroso, cuando el crezca y tenga la edad suficiente me preguntara de él y entonces le diré que su padre murió descuartizado, que me maltrataba.... No lo puedo perturbar así.

—¿Eres idiota? Estas delirando mujer, ninguna madre pensaría así las cosas para el bien de su hijo. Al contrario, con orgullo saldría adelante, eso es lo que haría una mamá de corazón. Si por él saliste de tus problemas, ¿ya lo piensas abandonar?

Ella lloró con amargura sobre la cama, le dolía escuchar la verdad, pensaba erróneamente, sus acciones no tenían medidas y por tanto... Se convirtió en la mala mujer que Broly amoldeo para su perfección.    

Aceptaría la vida tal como es, al lado de su hijo.
La verdad no consuela, soluciona.

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