Bloqueo

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     No le importaba ser discreto. En realidad Stiles estaba un noventa y nueve por ciento seguro que fue descubierto mucho antes que el caucho de su coche tocara la graba. Aparcó el coche sin tomar la llave o al menos intentar cerrar las puertas, no estaba preocupado, nadie intentaría robarle en zona de lobos.

Bostezó mientras caminaba.

Entrecerró los ojos levemente arrastrando los pies, sintiendo a la vez un hormigueo molesto, igualmente, sus manos sudaban por el cuero del volante. El peso en su estómago estaba siendo la perfecta mezcla química para mantenerlo con la correcta cantidad de adrenalina, porque un Stiles sobrio nunca sería tan estúpido e impulsivo... De acuerdo, tal vez sí, pero al menos intentaría mantener un mejor aspecto y menos del aliento alcohólico.

Aún con la garganta ronca por el licor barato de kiosco, logró llamar a la puerta del loft lobuno, en realidad, fue más como un graznido vergonzoso lo que brotó de él. Afortunadamente no tuvo que esperar demasiado y seguir avergonzadose así mismo; La pesada puerta metálica se abrió lentamente y entonces Stiles tuvo que recordarse cómo respirar cuando del otro lado se hallaba un Derek Hale muy cabreado mirándolo con su extraño idioma de cejas pobladas que interpretó como: ¿Qué demonios haces aquí?

Y al no tener un sentido de la supervivencia, apartó a Derek del camino ignorando el hecho de que estaba quedando atrapado junto un hombre lobo alfa que pudiera echarle a patadas o mejor dicho, tiras de carne si quisiese.

Todo estaba muy difuso.

Se detuvo en medio del piso observando el único sofá de segunda mano aceptable, si no estuviera lo suficiente ahogado en alcohol haría algún comentario acerca del mal uso de espacio libre que haría a Hale mirarlo con ojos rojos alfa y de muerte. No era el momento pero, definitivamente lo archivará para después.

Derek lo miró con una expresión graciosa arrugando la nariz cuando estaba lo suficientemente cerca de Stiles como para oler todo el evidente hedor tóxico mezclado en su cuerpo. Hubiera bromeado sobre eso si no fuese por las náuseas, uh.

—Stiles, ¿qué diablos? —casi rugió mientras cruzaba los brazos sobre su pecho apretado ya sea para no atacarlo. Stiles sonrió estúpidamente, su corazón martillea en su pecho recordando por segunda vez respirar y– Todo se había ido a la mierda.

Su cuerpo entero vibró nervioso y sus mejillas se colorearon hasta su cuello al no saber que decir o pensar. Antes de darse cuenta, el golpe amargo de los restos de Whisky en su sistema le recordó la ira que sintió horas atrás. Quería revelar hasta la última verdad de ellas.

Derek está vez gruñó—¿Qué ocurre contigo? —y no, él no estaba bien. lanzó la botella que logró esconder en su ropa lanzándola algún lado y rompiendo en una lluvia de cristales desperdiciando todo el alcohol.

El lobo lo miró con ojos rojos pero aún así no se movió, el humano casi estaba seguro de haberle visto sacar las garras, casi parecía cauteloso.

—¡Eres – ¡Tú eres lo que ocurre! —se las arregló para decir haciendo gestos con sus manos inquietas, arrastrando las palabras.

Derek no pareció verlo como un peligro porque sus partes de lobo retrocedieron lentamente—¿De qué hablas?

—Eres un idiota —dijo, y él se vio en realidad ofendido cuando Stiles lo miró molesto—. ¿Por qué tienes que ser tan– ¡Se supone que deberías saberlo! ¡todos lo saben! No es algo de lo que me enorgullece, me hubiera gustado mantenerlo para mí un poco más de tiempo.

Sin filtro - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora